El 15 de mayo pasado se realizó la elección para reformar la carta orgánica municipal de la ciudad de Ushuaia. De los 63.229 electores que podían votar, participó el 68% del padrón.
En estas elecciones se impuso con el 27,6% la lista del oficialismo FdT del intendente Walter Vuoto, quien obtuvo 5 bancas y no consiguió la mayoría propia, con lo cual se abre un interrogante sobre el principal motivo de estas elecciones, buscar una nueva reelección en el cargo tras dos periodos de gestión.
Como denunció la izquierda durante la campaña electoral, se trata de una intentona más para perpetuarse en el poder. La carta orgánica es clara en cuanto al manejo de fondos, la urbanización y otros temas. Sin embargo, los concejales, quienes deben verificar que la carta orgánica se esté cumpliendo fueron los que propiciaron esta constituyente. Y no solo la propiciaron sino que también formaron parte de las listas que se presentaron como “oposición”. Si hubieran hecho cumplir la carta orgánica en su momento no habría sido necesario esta constituyente. Porque como dijimos: esta reforma no vino a dar respuestas a las necesidades del pueblo trabajador, sino al capricho del régimen de la casta política.
En otros ámbitos, la reforma pondrá en debate la duración de los mandatos en la Sindicatura Municipal y el Juzgado Administrativo de Faltas, la figura del Defensor del Vecino, entre otros.
Una primera lectura del resultado pone en evidencia que más allá de la victoria del Frente Más Ushuaia del intendente Vuoto, la mayoría de la población votó en contra del intendente camporista.
En segundo lugar, se ubicó el frente Somos Fueguinos de Liliana Fadul (de extracción peronista) con tres lugares al cosechar un 17,7%, mientras que Juntos por el Cambio logró menos votos de los previstos, un 14,4%, y tendrá dos representantes. Otros cuatro frentes se quedaron con una banca cada uno: Sí Ushuaia, Unidos por Ushuaia, Movimiento Popular Fueguinos y Republicanos Unidos.
La lista del actual gobernador, es decir, la lista de FORJA obtuvo tan solo una banca y, nuevamente, no hace pie en Ushuaia.
En síntesis, la composición de la Convencional quedó sumamente dividida y para avanzar seguramente recurrirán a la rosca parlamentaria de espaldas al pueblo trabajador de la ciudad más austral del mundo.
La izquierda referenciada en Frente de Izquierda, se presentó con la lista del PO y sacó el 3,6% de los votos. En la campaña se plantearon las propuestas de pelear por las 6 horas de trabajo 5 días a la semana con un salario mínimo igual a 100 mil pesos, el pase a planta de de los más de 700 precarizados, el rechazo al pago de la deuda externa, el rechazo al extractivismo y las petroleras off shore, un plan de obras públicas controladas por las y los trabajadores y el reclamo por tierra y vivienda, entre otras medidas.
En una campaña vacía de propuestas por parte de los partidos que gobiernan la ciudad, la provincia y el país, como así también de la oposición de derecha, la izquierda consolidó su espacio electoral de cara a los desafíos de organizar a las y los trabajadores y la juventud para enfrentar el ajuste del gobierno provincial y nacional y pelear por una salida a favor de los trabajadores y el pueblo. |