A través de un audio publicado en su cuenta de Twitter, la gobernadora de Campeche, Layla Sansores reveló una conversación en la cual Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, admite haber recibido 25 millones de pesos para la campaña política del tricolor a nombre de la cadena de cines Cinépolis.
«Él me dijo: ‘hay 12 diputados de Michoacán, que es mi estado ¿cuánto quieres que les dé?, queda un mes de campaña ¿uno ó dos millones?’, me dijo ‘2 millones, son 24’. Eso sí, los llamo a todos, se los dio en chinga, el lunes se los dio, pero ese hijo de su reputa madre es para que dé 300», declaró Moreno en el audio filtrado.
El nexo con Cinépolis viene cuando hacen un cuestionamiento de la procedencia de las ganancias que iban a ser donadas al PRI. «¿Sabes cuántas salas de cine tiene Cinépolis? Que lo dijo ese cabrón. ¿Cuántas crees, Pepe? 6 mil. ¡Hey! Tiene en Asia, tiene en China, tienen en África, tiene todo. Imagínate, güey», exclamó.
En otro audio difundido por Sansores también en su cuenta de Twitter, Moreno habla de haber contratado al publicista español Antonio Solá, a quien admiten en la conversación filtrada haberle donado 2.5 millones de dólares "puestos ya en Panamá". Solá habría sido también el artífice de la famosa campaña de 2006 que señalaba que "López Obrador era un peligro para México".
Los nexos del PRI y sus giros de corrupción no son nuevos. Sin embargo, es importante señalar que esas dinámicas no se dan gracias a las "manzanas podridas" de manera individual que aquejan al sistema, sino que se trata de algo estructural. Es decir, no basta, como afirman López Obrador y sus simpatizantes, con "quitar a los corruptos" para luego "dejar a los honestos".
Como se puede apreciar en el audio de Moreno, los políticos capitalistas actúan al servicio de los empresarios, quienes actúan como sus "mecenas" a cambio de aprobar legislaciones que les beneficien el aumento de sus ganancias. A cambio, donan millones de pesos a sus campañas políticas, contratan publicistas, garantizan pagos extraordinarios a los legisladores locales, etc.
El dueño de Cinépolis es Alejandro Ramírez Magaña, cuyo emporio incluye salas en más de 19 países, desde México y Estados Unidos hasta Arabia Saudita. Durante la administración de Peña Nieto, Ramírez recibió 35 de adjudicaciones directas de contratos por parte del gobierno priista que le generaron millones de pesos en ganancia.
Al frente de los trabajadores está un sindicato blanco, el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cine (STIC), afiliado a la CTM y que durante la pandemia avaló el regreso a actividades a pesar del alto índice de contagios. |