El ministro de Obras Públicas volvió contento de Mendoza donde se reunió parte del peronismo. Habló por radio de la “unidad” del Frente de Todos como condición excluyente para que no vuelva el macrismo a “rifar el país”. Del acuerdo de hambre y entrega con el FMI, del salario de la mayoría de la clase obrera que no llega a fin de mes, de la inflación que el Gobierno no procura detener y demás elementos de la crisis, ni una palabra.
El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, afirmó este lunes en declaraciones a Radio 10 que el Frente de Todos tiene que “estar a la altura” y no permitir que vuelvan “las peores políticas de ajuste”, al advertir que si Juntos por el Cambio gana las elecciones de 2023 “viene para rifar el país”.
En ese marco, quien durante ocho años (2011-2019) gerenció como intendente la extendida pobreza y miseria en el partido de San Martín, dijo que “hay que poner en la mesa qué van a hacer si vuelven a ser gobierno los que defienden los intereses corporativos en Argentina”. No se refería a una reelección del Frente de Todos sino a un triunfo de la coalición procapitalista opositora.
Katopodis agregó que si Juntos por el Cambio gana, “viene para rifar el país desde el primer día”, identificando a la coalición opositora de derecha como quien “aplicó las peores políticas de ajuste”, en referencia al gobierno de Macri de 2015 a 2019. Como si esas nefastas políticas que generaron más pobreza y hambre para el pueblo trabajador no hubieran sido acompañadas por una parte nada menor del peronismo a la postre frentetodista.
El ministro y exintendente hizo esas afirmaciones a horas de haber participado junto a otros funcionarios de la cumbre del Partido Justicialista en Mendoza, donde compartió rosca, risas y asado con peronistas de la talla de Juan Manuel Urtubey, exgobernador de Salta y ferviente opositor hasta ayer del armado pergeñado por Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa (quien saludó a la cumbre por Zoom).
Sobre el encuentro del peronismo policromático, Katopodis afirmó que fue un ámbito donde se pudo “escuchar a todos los dirigentes” y llamó a que haya más espacios así porque “se necesita un Frente de Todos más fuerte”. En línea con los propósitos del presidente Fernández y su núcleo duro, el ministro expresa la búsqueda de abrir el FdT a quienes en 2019 quedaron “afuera” (por voluntad propia o no).
La idea es más que clara: que todo lo que se haga sea pensando en llegar de la mejor manera posible a 2023. Por eso para el ministro hay que “tener una cabeza abierta y entender que para las transformaciones que necesita la Argentina se necesita que ampliemos la base electoral”. Una diatriba que parece chorrear hacia el resto del Gabinete.
De hecho en Mendoza una de las voces centrales fue la de su par, el ministro del Interior y (¿ex?) referente de La Cámpora Eduardo “Wado” de Pedro, quien días antes se había abrazado y hasta elogió sonriente a uno de los máximos referentes del sindicalismo burocrático, patotero y ultraconservador, pilar de la política antiobrera del peronismo en los 90: Luis Barrionuevo. ¿Se viene la “cumbre” De Pedro-Pichetto? Habrá que esperar.
“Hay una voz del interior que es importante”, dijo Katopodis por Radio 10. Y hasta se animó a sentenciar que fuera de la Ciudad de Buenos Aires en el peronismo “no hay divisiones, no aparecen cuestiones de diferencias, sino la convicción muy clara de que cualquier debate puede ser sano para una coalición si es para cumplir el objetivo de mejorar la vida de la gente”.
Como sintetizó este domingo Jesica Calcagno en su editorial de editoriales de La Izquierda Diario, “‘el futuro es con todos’ decían los afiches del 2019 que llevaban la cara de Alberto y Cristina Fernández. Este sábado, en el acto organizado por el PJ de Mendoza, mutó a ‘Peronismo futuro’. Se borró el sol, y apareció la cara de Perón. Luego de dos años y medio en el gobierno, el futuro prometido no llegó. Ahora se pone en el centro el futuro del propio peronismo, mientras el peronismo es el gobierno”.