Para miles de chicos y chicas la escuela no es sólo el lugar al que acuden a estudiar, sino su principal o única fuente de alimentación. No hay datos actualizados sobre la desnutrición infantil, ni el gobierno nacional ni el provincial siquiera hablan del tema, a esto se le suma la insensibilidad de la DGE y el SUTE. Entrevistamos a 3 docentes que cuenta la realidad dentro de las escuelas.
Según un estudio realizado por Conin hace exactamente un año, el 84.5% de los niños no consumen diariamente alimentos recomendados por las GAPA (Guías Alimentarias para la Población Argentina).
En este marco, el Gobierno Nacional recortó la provisión de leche con el 51.4% de pobreza infantil. Desde hace unas semanas ya no se entrega leche en polvo en los centros de salud. Se trató de una medida del ejecutivo nacional que cambió dos kilos de leche en polvo por el depósito de 800 pesos a beneficiarias y beneficiarios de Asignación por Embarazo y AUH. También se recortó el programa para niños y niñas de 3 a 5 años, es decir, ahora se entregará sólo hasta los 3 años de edad. El depósito de 800 pesos alcanza para una caja entera en polvo sin fortificar.
Además, en la provincia continúa el cierre de jardines maternales más conocidos como SEOS, desde hace un par de años las maestras y madres denuncian que el gobierno continúa con el ajuste, o directamente el cierre sobre estos espacios que mayoritariamente reciben a sectores de bajos recursos económicos.
Dicen que no conocen la realidad. Pero la realidad no se puede esconder. El 13 de mayo, Diario el Sol sacó una nota expresando la problemática del faltante de meriendas escolares. Allí el director de Alimentación Escolar de la DGE, Franco Pulido, aseguró que se “están cumpliendo con las entregas de las raciones, y reconoció que puede darse algún caso de faltante”. Expresó que el problema es el aumento en la matrícula, excusándose de manera mentirosa. Lo que esconden es la escasez de raciones y que, de fondo, no alcanza la alimentación de los hogares. El estado no da respuesta.
En el mismo artículo explicitaron que el SUTE no conoce la situación del hambre en las escuelas, "comentaron que no tienen datos concretos sobre si hay instituciones con faltantes, pero van a relevar la situación actual en las escuelas” aclaró la periodista.
Pero a pesar de sus "desconocimientos", salió publicado en Diario Uno un artículo en el que manifiestan que “la situación es tan grave que la DGE aumentará desde junio el 15 por ciento la partida presupuestaria de las meriendas escolares”. Aquí Pulido expresó que estiman “que harán falta unos 500 millones más, es decir aumentar un 15 por ciento más el presupuesto destinado a ello. A partir del mes que viene vamos a estar incrementando las raciones en las escuelas que lo hayan solicitado”, adelantó el funcionario escolar.
Desde las escuelas denuncian que el gobierno hace años viene cediendo en “cambiar calidad por cantidad”, es decir, aumentan las raciones de meriendas cuando la situación de emergencia lo amerita, pero las mismas son cada vez menos nutritivas y saludables. Se fue recortando la leche y las proteínas en general.
Leche de mala calidad que se entraga en las escuelas
La pobreza avanza de la mano de una crisis que se profundiza, la inflación no cesa y se come el poder adquisitivo sumado a la falta de trabajo. Ante esto la respuesta de los gobiernos es criminalizar la pobreza y la protesta.
Otro tanto sucede con los últimos desalojos por parte de la policía en La Favorita. Invisibilizados, los barrios populares no tienen ninguna respuesta favorable a sus demandas por sueldos dignos, vivienda y trabajo.
Pese a los códigos contravencionales que buscan erradicar de las calles todo rastro de la pobreza, distintas organizaciones piqueteras, sociales, de desocupados y desocupadas vienen poniendo en la calle la agenda del hambre. Se multiplican los comedores por iniciativa sobre todo de mujeres en distintos barrios y en las escuelas, solidariamente, se busca dar respuesta a esta triste realidad.
Mendoza es la quinta provincia más pobre
En 8 años se ha duplicado la cantidad de personas bajo la pobreza y hoy es la quinta provincia más pobre del país. Los datos se desprenden del informe del INDEC del segundo semestre del año 2021 donde muestra que el 44,6% de las personas son pobres y el 7,2% indigentes en la provincia. Ubicándose un 8% por encima del promedio nacional. Entre las más afectadas se encuentran las personas menores de 15 años. Pese al efecto rebote de la economía, en Mendoza se exhibe una tendencia al aumento de la profundización de la pobreza.
El problema se agudiza, hace unos días junto al frío, MDZ Diario tituló una nota donde expresó que “con zapatillas rotas y desabrigados, así cientos de chicos van a la escuela cada día”, incluso en el artículo explicaron que “en algunos colegios están organizando colectas, ferias y roperos comunitarios para responder”.
"Tenemos un promedio de tres niños por cada grado a los que vamos ayudando con lo que podemos o con lo que vamos juntando. Notamos que muchos chicos llegan a la escuela muy desabrigados y con falta de calzado adecuado también. Ahora que se siente mucho más el frío esta situación nos mantiene muy preocupadas", asegura Liliana Carrión, directora de la escuela Padre Llorens, ubicada en el barrio San Martín.
Con hambre no se puede estudiar
La sintonía de un país cogobernado por el FMI es esta. Por eso, desde la Corriente nacional 9 de abril/ Lista Bordo en el FURS del SUTE, como corriente político sindical de trabajadores y trabajadoras de la educación, se viene denunciando el hambre que se visualiza en las escuelas.
El planteo es que es necesario pelear por una salida de conjunto, entre los sectores ocupados y desocupados, precarios o en blanco. La exigencia de aumento en los planes sociales, mientras se sigue peleando por trabajo genuino, es urgente. Y más de fondo pelear por trabajo para todos y todas, mediante el reparto de las horas de trabajo, con reducción de la jornada a 6hs, sin afectar el salario.
En Argentina, hay una parte de la clase trabajadora que debe trabajar cada vez más para llegar a fin de mes, otra parte no tiene trabajo y debe conformarse con subsidios del estado que son más que insuficientes. Todos estos reclamos ante la sobreocupación, y la desocupación, por otro lado, es decir, por las condiciones laborales de cada vez mayor explotación y la pobreza creciente, por aumento de salarios generalizado y de forma urgente, se tienen que unir para dar un fuerte mensaje a los gobiernos y a las cúpulas sindicales que son cómplices de toda esta situación: no hacen nada.
Hay que dejar de pagarle al FMI y que se destinen esos miles de millones para las necesidades sociales. Es urgente.