Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública, solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que se destinen 72 millones 495 mil 184 pesos para la compra de mobiliario para las 42 escuelas de educación superior a cargo de la SEP, pues el actual fue comprado en las décadas de los 80 y 90.
En total se busca sustituir 18 mil 728 equipos que constan de sillas, pupitres, archiveros, escritorios, mesas para computadores, pizarrones, extinguidores, anaqueles y ventiladores. Esta petición responde a que, según la secretaria, la condición actual de las escuelas de media superior entorpece los procesos académicos y administrativos y de no mejorar la situación “se corre el riesgo de no poder ofrecer servicios de calidad, lo que impactaría en el índice de absorción de estudiantes, disminuyendo la matrícula de la Educación Media Superior”.
Esta medida se da después de diez años de que la Educación Media Superior fuera decretada como obligatoria, cuestión que fue reiterada por el gobierno de la 4T y ampliada a la educación superior. Sin embargo entre el 2019 y 2020 el 28% de los adolescentes en edad de asistir al bachillerato, no tenía acceso a este derecho.
Si bien el equipamiento de las aulas es urgente, pues esto permitirá mejores condiciones tanto para los estudiantes como para los propios docentes, el problema del acceso a la educación superior, tan prometido por el actual gobierno, no se resuelve sin la construcción de más escuelas y la implementación de becas para todos y todas sin ningún tipo de condicionamiento.
Según el Inegi, en el ciclo escolar 2020-2021 la matrícula de educación media superior fue de 4,985,005, para el 2022 se ofrecieron 410,000 becas para el Bienestar Benito Juárez para dicho nivel educativo, estas becas son de 3,600 pesos al bimestre, es decir, 1,300 pesos al mes. Para las y los jóvenes que deben elegir entre trabajar y estudiar, esta cantidad no representa un incentivo real para continuar con sus estudios, pues es completamente insuficiente para garantizar aspectos básicos de la vida, aún más frente a la inflación y el encarecimiento de la vida.
Se requiere de un aumento urgente al presupuesto educativo que para el 2022 solo tuvo un aumento de 4.1%, insignificante frente al 7% de aumento en la inflación, tanto para poder adquirir mobiliario actualizado cada que sea necesario y que este recaiga sobre el gobierno y no la cooperación de los padres y madres de familia y las y los docentes.
Pero también para construir más escuelas que permitan tener una cobertura del 100% sin hacinamiento en las aulas ni grupos de 30 estudiantes que quedan a cargo de un solo docente.. |