El pasado sábado 28 de mayo se realizó la votación de recambio de autoridades en un nuevo congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires. La Franja Morada y sus aliados asumieron la conducción, en una instancia vaciada de participación estudiantil y debate. Se consolida la FUBA del rectorado.
La convocatoria pública para el nuevo congreso de la FUBA fue realizada con un solo día de anticipación. Se hizo a puertas cerradas en la facultad de Económicas. Y con "puertas cerradas" no estamos haciendo ninguna analogía, si a algún estudiante no agrupado se le ocurría presenciar la asamblea se iba a encontrar con una patota que decididía quien entraba y quien no, pasando lista. Desde la Juventud del PTS repudiamos éstos métodos que se parecen más a la práctica de las burocracias sindicales de la CGT que a las tradiciones del movimiento estudiantil.
Los resultados fueron los siguientes: la lista encabezada por la Franja Morada que nuclea a radicales y a la UES reunió 75 votos afirmativos de los 130 delegados acreditados. El segundo lugar le pertenece al kirchnerismo (La Mella y La Cámpora) que, con 32 delegados, afianzó su retroceso reflejado en las últimas elecciones de centros de estudiantes en la mayoría de las facultades. Por su parte, las organizaciones que integran el FITU se ubicaron como tercera fuerza con 15 delegados, conformando un polo diferenciado tanto de la Franja Morada, como de las agrupaciones kirchneristas.
La nueva presidenta de la FUBA será Lucille Levy, integrante de Nuevo Espacio y militante radical de la agrupación Evolución, cuyos referentes principales son el senador Martín Lousteau y el diputado y vicedecano de Ciencias Económicas, Emiliano Yacobitti. Éste último aportó su “grano de arena” para el triunfo del reformismo: durante las últimas elecciones universitarias, la gestión de la Facultad de Económicas se encargó de enviar mails institucionales a las y los alumnos explicando cómo y dónde votar, con la insignia de “Votá Lista 1, Nuevo Espacio”.
La FUBA seguirá siendo presidida entonces por parte de las agrupaciones estudiantiles representantes de los que hoy cogobiernan la UBA -alianza entre radicales, peronistas y el PRO- responsables de la precarización en la universidad más importante del país, sostenida por docentes sin cobrar salario, mal llamados "ad honorem", con un presupuesto que por el ajuste por la vía de la inflación que viene llevando a cabo el gobierno del Frente de Todos y el FMI ya se cobró más de un 34% de recorte en los últimos cuatro años y medio.
¿“Bolsa de empleo centralizada” o mayor injerencia de las empresas?
En su discurso, Levy destacó la creación de una “bolsa de empleo centralizada”, con el supuesto fin de acercar a los estudiantes al mundo laboral. “El trabajo, nos da autonomía y la educación nos ofrece un mejor trabajo”, definió durante el congreso. Este discurso, que se apoya en una problemática sentida por decenas de miles de estudiantes de la UBA que mantienen la cursada mientras trabajan de forma precarizada o no tienen trabajo, presenta muchos interrogantes.
Desde la aplicación de la Ley de Educación Superior durante el menemismo, los convenios entre empresas multinacionales y la UBA aumentaron exponencialmente e implican un financiamiento que no es gratuito para la universidad: a cambio, establecen un sistema de pasantías precarizadoras o incidiendo directamente en los contenidos, como los laboratorios, las empresas del agronegocio, etc.
Sin ir más lejos, durante junio del 2020 el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales aprobó un convenio para el doctorado de Ciencias Geológicas con la multimillonaria contaminante Shell. Se trata de un proyecto para investigación de las formaciones Vaca Muerta, Los Molles y Agrio en Neuquén, de interés para las empresas petroleras.
Este tipo de convenios, junto a pasantías como las de la facultad de Económicas e instituciones financieras como HSBC Bank Argentina S.A y JPMorgan Chase Bank N.A. -ambas acusadas de ser las principales responsables de la fuga de capitales- o Monsanto S.A con la facultad de Agronomía, nos dan la pauta de que el objetivo de las autoridades de la UBA y sus agrupaciones viene siendo avanzar en poner a la universidad al servicio de las necesidades del mercado, disfrazandolo como un beneficio para lxs estudiantes con discursos como el de la flamante presidenta de la FUBA.
La lógica del mercado en la UBA también ve reflejada en los datos que arroja la última cantidad de matriculados al CBC por facultad. La Facultad de Ciencias Sociales volvió a caer un 29% respecto al 2021, perdiendo, en comparación al 2016, 1.500 estudiantes. Algo similar sucede con Filosofía y Letras, con retrocesos en la cantidad de inscriptos en casi todas sus carreras. Según Infobae, esta caída está relacionada “en primer lugar, a la poca demanda de esos perfiles en el mercado laboral”. No se piensa a la universidad y su conocimiento en función de las necesidades sociales en medio de la crisis sino en función de la ganancia capitalista.
Por su parte, el kirchnerismo lejos de cuestionar este modelo, se encargó, junto a las agrupaciones del radicalismo, de que la vuelta de la presencialidad encuentre a los Centros de Estudiantes paralizados. Durante las elecciones universitarias buscaron despolitizar la discusión tratando de evitar todo tipo de cuestionamiento que pueda surgir por abajo y escondiendo su vinculación a la coalición que gobierna el país.
Por más que intenten posar de oposición, los lazos entre el kirchnerismo y el radicalismo en la UBA son evidentes: La Cámpora integra la lista de graduados de Gelpi (futuro rector de la UBA) en la facultad de Medicina y fue parte de las agrupaciones que votaron al decano radical en la facultad de Derecho junto a la Franja Morada.
Hay que refundar la Federación
La necesidad de cambiar este modelo de Federación heredado de la Franja Morada en los 90’ que relega el rol de nuestras herramientas a meros engranajes del régimen universitario y el Estado para sostener una universidad precarizada y un movimiento estudiantil pasivo es urgente. Como planteó Brenda Hamilton durante el último congreso “Esta FUBA se parece más a la CGT, porque no se moviliza y no está en ninguna lucha”.
Cómo planteamos en ésta declaración: Para hacerle frente a este modelo, necesitamos una poderosa alianza con les trabajadores y sectores populares, que solo lo puede expresar una lista de independencia de los partidos de los empresarios. Por eso llamamos a los compañeros del PO, MST, IS, NMAS y el resto de organizaciones de izquierda a formar una lista que sea un polo diferenciado tanto de la Franja Morada, como de las agrupaciones kirchneristas. Creemos que esta lista se tiene que basar en un programa 1-En base a la independencia política de la Federación de todos los gobiernos y la iglesia y las autoridades de la universidad 2- Contra el FMI 3-Junto con los trabajadores en sus luchas 4- Por un cambio en los estatutos y la práctica de la Federación que fomente la participación estudiantil y la toma de decisiones en asambleas, cuerpos de delegados, y comisiones, retomando las mejor experiencias del movimiento estudiantil. 5- Por la democratización de los órganos de cogobierno en base a la mayoría estudiantil y el claustro único docente.
Durante las últimas elecciones, en ocho facultades (Filosofía y Letras, Sociales, Psicología, Medicina, Derecho, Económicas, la FADU y Exactas) impulsamos frentes comunes junto a compañeres independientes y las agrupaciones de los partidos que integran el FITU. La consolidación de un polo que sostenga el programa político del FITU, la independencia de las variantes de los empresarios y las autoridades y la pelea para poner en pie espacios de autoorganización en cada facultad es fundamental para pensar las tareas dentro del movimiento estudiantil hoy.
En contraposición al modelo de universidad del rectorado y sus agrupaciones, peleamos para desarrollar el intercambio en nuestros cursos por el conjunto de nuestros reclamos, poniendo en pie espacios de organización y debate en todas las facultades para poner nuestros conocimientos al servicio de la clase trabajadora y los sectores populares. Que distinto sería que en la facultad de Económicas, por ejemplo, en vez de que existan solamente las variantes dolarizadoras de la economía también exista con fuerza la que plantea la reducción de la jornada laboral a 6 horas y 5 días, con un salario que alcance como mínimo para pagar la canasta familiar.
Por otro lado, nos llama la atención la falta de balance por parte de lxs compañerxs del Partido Obrero respecto a su actuación al frente de la FUBA durante 18 años. Lejos de haber un “contraste con la Fuba piquetera que tuvo a la UJS como presidencia del 2001 al 2019”, como sugiere éste artículo de Prensa Obrera, fue esta última la que se opuso a iniciar un proceso estatuyente que democratice la federación y cambie los estatutos heredados de la Franja Morada como propusimos y proponemos desde la Juventud del PTS. Durante el 2018, en pleno "hay 2019" y desvío hacia las urnas por parte del peronismo, los compañeros de la UJS -frente a la crisis de no lograr quórum para elegir autoridades por el boicot de la Franja Morada-, optaron por afianzar su alianza con el kirchnerismo (La Mella y La Cámpora) con un programa de “Unidad contra Macri” en vez patear el tablero con un proceso estatuyente que siente otras bases de organización democráticas y ponga a la FUBA como organizador estudiantil en medio de la crisis.
Tenemos que refundar la federación, basada en los cuerpos de delegados, asambleas y buscando coordinar con el movimiento de desocupados, trabajadores ocupados y precarizados. Que la FUBA y los centros de estudiantes sean las herramientas de debate y organización para pelear para que nadie se quede afuera de la universidad y enfrentar el acuerdo con el FMI. Para discutir de forma democrática a dónde destinar los conocimientos que se producen en nuestras facultades y no a puertas cerradas como la discusión por la reforma del plan de estudios que pretende hacer el decano Biglieri en Psicología dejando por fuera a estudiantes y docentes.