Entre los días 15 ,16 ,17 de mayo, la empresa de capital estadounidense estuvo despidiendo trabajadores, esto debido a que los trabajadores cuestionaron el tema del reparto de utilidades. Y es que la empresa mañosamente no les entregó utilidades, por lo que los trabajadores hicieron paro laboral al no haber obtenido respuesta a su cuestionamiento.
Hubo violación en el proceso de reparto de utilidades en todo el procedimiento que exige la ley del trabajo en sus artículos del 117 al 127 que, para la empresa, claramente son letra muerta. Para empezar, la empresa no les entregó la copia de la declaración anual y no hubo una comisión de trabajadores que fueran a verificar dicho papel, en pocas palabras la empresa demostró su verdadero rostro de explotadores violando este derecho constitucional y laboral.
Derivado de esos reclamos, la empresa utilizó tácticas de represión e intimidación para someter a los trabajadores, una de ellas fue despedir trabajadores intimidándolos con personas ajenas a la empresa y guardias de seguridad, les quitaron celulares en la oficina de recursos humanos y a muchos trabajadores los privaron de su libertad hasta que firmaran la renuncia.
La licenciada Natalia Peñuelos, en complicidad con la representante sindical Mercedes Pérez, son las primeras responsables de este acoso a los trabajadores. La idea es que renuncien para evitar liquidarlos con lo que se merecen.
Aunque el tema de los despidos y el paro laboral de Tighitco fue muy mencionado en los medios de comunicación locales, el titular de la Secretaría del Trabajo de San Luis Potosí, Néstor Eduardo Garza Alvares, no hizo nada al respecto, siguiendo con la tradición de las administraciones anteriores, de ser fieles serviles a los empresarios.
En esta empresa hay un férreo control por parte de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), y el charro César Lara Rocha es quien lleva las negociaciones de los trabajadores. Este charro sindical, al igual que la mayoría, nunca ha trabajado en una empresa, este cargo lo obtuvo por herencia familiar violando el derecho de la democracia sindical, para vender a los trabajadores por sueldos miserables a los empresarios.
Para combatir estos males los trabajadores tenemos que empezar una organización desde las líneas de producción, empezar a tener una conciencia de clase para combatir estas injusticias, ya que solo la fuerza de las y los trabajadores que es una fuerza grande e imparable, es la que puede combatir estas injusticias. Es claro que las instituciones de gobierno solo son organismos que defienden los intereses de los capitalistas.
También es necesario recuperar las direcciones de los sindicatos y echar fuera a todos estos burócratas sindicales como César Lara, que lo único que hacen es vivir del trabajador. Alto a los despidos y al acoso en Tighitco. |