Resultados en Elections législatives 2022 Ministère de L’Intérieur
Tras las elecciones presidenciales, la primera vuelta de las elecciones legislativas de 2022 confirma, en un contexto de abstención histórica, la profunda recomposición del paisaje político francés. Si 2017 había allanado el camino para el colapso de los partidos tradicionales Republicains y Parti Socialiste, 2022 marcó la tripartición de la vida política ahora dividida en tres polos: el polo de "centro-derecha" liderado por Macron, compuesto por la coalición Ensemble! formada por LREM, MoDem y Horizontes; el polo de "izquierda" encarnado por el NUPES, que reúne detrás de Mélenchon una nueva unión de izquierdas que se extiende a Los Verdes y al Partido Socialista; y el polo de extrema derecha representado principalmente por Rasemblement National.
La abstención mayoritaria: expresión de una desconfianza cada vez mayor en la clase política
Como era de esperar, tras una campaña legislativa marcada por un desinterés muy fuerte por parte de la mayoría del mundo laboral, las clases trabajadoras y los jóvenes, la abstención en la primera vuelta de las elecciones legislativas alcanzó el nivel histórico del 52,50%. Aunque no es nuevo que este tipo de elecciones se vean afectadas masivamente por la abstención -del 31% en 1993 al 51,3% en 2017- este nuevo récord no es ni mucho menos insignificante. Con el anterior récord de 2017, es la segunda vez que la abstención es mayoritaria en unas elecciones nacionales en la historia de la V República.
Esta abstención es una expresión más de la creciente desconfianza en la clase política. De hecho, casi el 40% de la población considera que la Asamblea Nacional "no es útil", según una encuesta encargada por la propia institución en noviembre de 2021, es decir, 27 puntos más que en 1985. Es un paso más en el descrédito de las instituciones en el marco de una crisis de régimen que se prolonga desde la década de 2000.
Macronismo en dificultades, fracaso relativo del Rasemblement National, Les Republicains en declive
Para Macron, lo que está en juego en estas elecciones legislativas es clave. Reelegido en abril con una débil legitimidad, el hecho de obtener una mayoría relativa o una pequeña mayoría absoluta jugará un papel crucial para el resto del quinquenio.
Desde este punto de vista, el resultado del 25,8% obtenido por la coalición Ensemble!, si bien le permite potencialmente conservar la mayoría de los escaños (entre 270 y 310) en la Asamblea Nacional, conlleva un riesgo importante de no obtener la mayoría absoluta. Sin embargo, la configuración de la Asamblea Nacional será decisiva en el seno de la coalición Ensemble! /MODEM/Horizons, donde la debilidad del macronismo podría ser aprovechada tanto por Edouard Philippe como por François Bayrou, especialmente maltratados en la constitución del gobierno Macron II y en el reparto de circunscripciones en las elecciones legislativas. Esto se combina con el deseo de Edouard Philippe de suceder a Emmanuel Macron. A nivel externo, probablemente hará alianzas y compromisos con les Republicains necesarios.
Al quedar en segundo lugar en las elecciones presidenciales, el Rasemblement National de extrema derecha, que esperaba obtener un centenar de escaños, sufrió un relativo fracaso. El partido de Marine Le Pen obtuvo el 19,1% (+7%) de los votos, lo que representaría entre 15 y 30 escaños en la Asamblea. Queda por saber si será capaz de formar un grupo parlamentario, que requiere un mínimo de 15 miembros. Resultados por debajo de sus buenos resultados en las elecciones presidenciales, especialmente vinculados a la altísima abstención de la base electoral de RN, sobre todo entre las clases populares, a la ausencia de una campaña nacional, pero también a las contradicciones estructurales de RN, a su electorado volátil y a su falta de presencia en los territorios.
Para Les Republicains (11,10%), el partido que encarna a la derecha tradicional, la primera vuelta de las elecciones legislativas es la continuación de su amargo fracaso en las elecciones presidenciales, donde Valérie Pécresse no consiguió ni siquiera alcanzar el 5%. Pasó de ser la primera fuerza de la oposición en la Asamblea Nacional, con 97 escaños, a ser un grupo parlamentario débil, con potencialmente entre 33 y 53 escaños. Sin embargo, el partido, cuya dirección llama por el momento a no votar en la segunda vuelta ni a LREM ni a Rasemblement National, podría aprovechar la debilidad del macronismo para monetizar su apoyo a la coalición Ensemble! y preservar su existencia en la escena política nacional.
NUPES: una victoria en términos de porcentajes, a pesar de una abstención récord
Los excelentes resultados del NUPES (26,2%) en la primera vuelta confirman su condición de primera oposición al bloque de Macron, con la posibilidad de obtener entre 170 y 220 escaños en la Asamblea, al estar presente en más de 500 circunscripciones en la segunda vuelta. Un resultado que convierte a la coalición de izquierdas en la ganadora, en términos de porcentajes, de esta primera vuelta, y que le permitiría multiplicar por tres su presencia en el hemiciclo.
Sobre todo, este resultado refuerza las expectativas del NUPES, que ha hecho de la perspectiva de ver a "Mélenchon como primer ministro" el objetivo a alcanzar. Tanto es así que el propio líder de la France Insoumise no se presentó a las elecciones legislativas. Por todo ello, la perspectiva sigue siendo un objetivo que será difícil de alcanzar debido a los mecanismos de la Quinta República.
A pesar de esta victoria, la apuesta por continuar la dinámica de las elecciones presidenciales, movilizando a los barrios obreros y, más ampliamente, a los abstencionistas, en favor de una amplia movilización en torno al voto NUPES, queda por debajo de lo que la coalición de izquierdas podía esperar. En Seine-Saint-Denis, la participación no llegó al 30%.
En cualquier caso, el éxito del NUPES podría empujar a LREM, debido a su débil base parlamentaria, a tener que entenderse con la derecha tradicional, encarnada por Les Republicains. Esto puede limitar la capacidad de NUPES para jugar la estrategia de "guerra de guerrillas parlamentaria", a través de enmiendas y contraenmiendas. Una estrategia que, en última instancia, no puede detener el proyecto de guerra social del gobierno.
Hacia una segunda vuelta decisiva
La segunda vuelta sólo será objeto de un puñado de elecciones triangulares. Debido a la abstención récord, la posibilidad de reunir el 12,5% de los votantes registrados ha hecho que esta configuración sea excepcional. Ya en 2017, solo una circunscripción tuvo tres candidatos en la segunda vuelta.
En la mayoría de las circunscripciones, la segunda vuelta será un duelo entre Ensemble! y el NUPES. En este contexto, uno de los retos de Macron será convencer a los votantes de derechas del "voto útil" contra los NUPES. Es en este sentido que el Presidente de la República ha tratado de demonizar a Mélenchon, en torno al miedo al "peligro rojo" y a la inseguridad, en torno a sus declaraciones sobre la policía. Una dinámica que se profundizará de aquí a la segunda vuelta.
Para Mélenchon, la cuestión de la movilización de los abstencionistas volverá a ser fundamental para conseguir el máximo número de escaños. Podría volver a un discurso dirigido a los "indignados no fascistas", con el objetivo de movilizar en torno al voto anti-Macron a una parte de los votantes de Rasemblement National, mientras sigue movilizando a la "gente de izquierda" que constituye la mayoría de su base social.
La segunda ronda promete estar llena de incertidumbres. En primer lugar para Emmanuel Macron, que se juega su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, mientras que el NUPES tendrá que transformar el juicio para constituir la mayor oposición parlamentaria posible. El resultado de estas elecciones será una de las variables determinantes para responder a la pregunta: ¿hacia dónde irá el macronismo?
Traducción: Jorge Remacha |