En primer lugar, las y los docentes de la antes Escuela de Derecho Ponciano Arriaga (EDPA), ahora sede Cuauhtémoc de las UBBJG, fueron los primeros despedidos injustificadamente en 2019, como una forma de represión para quienes se encontraban denunciando la precarización laboral y estudiantil. Sin embargo, en julio de 2021, estos despidos se volvieron masivos, para casi 150 docentes en 52 sedes, quienes no contaban con ningún derecho.
Este fue el caso del profesor Alejandro Águila, de la sede Xochimilco, quien declaró retrasos en sus pagos e incertidumbre laboral -sobre todo en la pandemia- al no contar con seguridad social; le aplicaron la “ley del hielo” y aunque resultó idóneo en la evaluación, el 21 de julio lo despidieron. Pero hay cientos de trabajadores en esas condiciones y con promesas incumplidas por las autoridades. Por ello diversos docentes han salido a declarar sobre los despedidos injustificados.
Estas condiciones son ilegales, según lo establecido por el propio decreto de creación, que establece: “Artículo 13. Las relaciones de trabajo entre el Organismo de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García y sus trabajadores, se regirán por el Apartado ´A´ del artículo 123 de la Constitución.”
La vía legal y la línea de las autoridades
La vía por la que ha optado la Coalición Nacional por los Derechos Laborales, con 41 docentes agrupados en las UBBJG es la vía legal. Sin embargo, a inicios de este mes, después de tres audiencias conciliatorias con autoridades de las UBBJG, denunciaron una pausa en la negociación, debido a la “falta de voluntad” de Raquel Sosa Elízaga.
Raquel Sosa alega que no hay despidos injustificados, debido a una contratación por “convenio de servicios educativos”, mediante el cual les negaba toda prestación social y los considera como beneficiarios de subsidios. Las y los docentes también trajeron a colación la supuesta regularización, que pese a haber transcurrido tres años no se ha realizado.
Además, insistiendo en el despido injustificado, denuncian que en las audiencias de conciliación Sosa ha declarado una “falta de idoneidad” de los docentes contratados.
Los profesores despedidos fueron contratados mediante un proceso de selección e indicaron que seguirían pugnando por el reconocimiento de sus derechos laborales y en la denuncia de la situación de docentes en las mismas condiciones de despidos injustificados, precarización y la negativa de derechos.
No obstante, la vía legal ha presentado algunos límites, como el retraso en la expedición de justicia. Por lo que es importante retomar la organización política como algo clave, pues la línea de precarización es un signo cada vez más común en los distintos niveles educativos del país, desde básico, medio superior y superior, que se expresa en el programa PRONI, preparatorias, en el IEMS, la UNAM, la UAM, la UACM, los IRC, la ENAH, el INEA, los Centros de Investigación y una lista larga de instituciones; una línea aplicada por funcionarios de la 4T como continuidad de las prácticas de los anteriores gobiernos.
Mesas de negociación: ¿con qué fuerza se cuenta?
Las mesas se derivan sólo de la vía legal ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pero este tipo de instancias se han mostrado pro patronales, así como el propio gobierno que designa a sus representantes.
Un ejemplo es lo que ocurrió recientemente en la negociación salarial entre el IEMS y el SUTIEMS, en la que la Junta Local jugó un rol pro patronal, al acudir a argumentos legaloides para declarar inexistente la huelga, de la cual se obtuvo una suspensión provisional, aunque posteriormente se promovió y se votó el levantamiento de la huelga.
A 2 años de los primeros despidos en las UBBJG, ¿qué lecciones podemos sacar las y los docentes, estudiantes y trabajadores? Ya tenemos la experiencia de que las autoridades tienen una línea dura contra las luchas, para no cumplir con las demandas legítimas. Por ello, hoy es importante ya no seguir confiando en que las mesas por sí solas van a resolverlas. Es necesario construir la unidad para conquistarlas, dentro y fuera de los sectores educativos, con plena independencia política respecto al gobierno y la derecha, y avanzar más que en solidaridad, en la unidad de las luchas para que nadie vuelva a quedar en la calle, como lo exigía la Asamblea de las y los trabajadores de la Cultura. Los sindicatos que se reivindican democráticos, además del discurso de la solidaridad, deben avanzar en retomar la lucha contra los despidos como propia.
Si eres trabajador de las UBBJG, te invitamos a sumarte a la Asamblea de Trabajadores en Lucha, por la reinstalación de todes les despedides y por plenos derechos laborales, así como al Encuentro Nacional de Trabajadoras y Trabajadores que venimos preparando desde este espacio para el 9 y 10 de julio. |