Luego de cinco prórrogas al estallamiento de huelga por “Revisión Contractual”, el Sindicato de Telefonistas (STRM) acordó con Telmex un aumento a prestaciones de 1.1% y un incremento salarial “diferenciado”, de 4.5% para trabajadores que perciben igual o más de $1,122 diarios y de $50 a quienes rebasan ese tope.
Meses de maniobras para los trabajadores
A mediados de febrero el STRM definió que solicitaría un aumento salarial de 14.46%, la contratación de 1,942 vacantes ya acordadas y la cobertura de 14,350 puestos más; entre otras demandas de tipo administrativo. Estableciendo el 25 de abril como la fecha del estallamiento de huelga por “Revisión Contractual”.
El mes de abril y a tres días de cumplirse el emplazamiento, la empresa argumentó no tener finanzas sanas para aumentar el salario ni para contratar las vacantes acordadas, insistiendo en reformar la jubilación para el personal de nuevo ingreso.
A pesar de la actitud intransigente y provocadora de la empresa, la dirección sindical solicitó la primera prórroga del proceso, recorriendo la huelga al 28 de abril para platicar más con el director de la empresa.
Así, el 25 de abril el patrón presentó su primera propuesta económica de 2.8% al salario y 0.2% en prestaciones, votada en contra por la comisión revisora del Contrato Colectivo y la Asamblea General de Representantes (ANR).
Dos días después la empresa realizó una oferta salarial “diferenciada”, de 3.25% a quienes perciben de $1,028 diarios hacia abajo y de $31 fijos a los trabajadores que superan ese límite, con 0.4% en prestaciones; también desechada por la ANR a un día de estallar el conflicto. Pero la dirección del STRM volvió a retroceder y propuso aplazar la fecha del emplazamiento para el 4 de mayo, argumentando ser llamada por la Secretaría del Trabajo (STPS) junto al patrón para resolver el conflicto.
El 3 de mayo la empresa presentó su “última y definitiva propuesta” en la Secretaría del Trabajo, con un aumento nuevamente “diferenciado”, de $40 a los trabajadores que ganan más del tope establecido y 4% a quienes no superan dicha cantidad, más un 1% a prestaciones. Pero tanto la comisión revisora como la ANR decidieron rechazar el bajo incremento porcentual, en medio de una “inflación” creciente en el país que ronda el 7%, y el criterio divisorio respecto al salario que busca afectar principalmente al personal jubilado.
A pesar de lo anterior, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del sindicato encabezado por Francisco Hernández Juárez, recorrió una semana más el estallamiento, del 4 al 11 de mayo. Notificando a la base que necesitaba tiempo para votar la “última y definitiva propuesta” a nivel nacional y cubrir legalmente el movimiento.
Pero en esos días de "preparación" de la huelga, mientras la base votaba en actas su decisión de estallarla, Hernández Juárez acudió a otra cita con el patrón en la Secretaría del Trabajo el 9 de mayo, a petición de la titular Luisa María Alcalde. Ahí Telmex presentó una nueva propuesta económica, de 4.4% a salarios inferiores al tope asignado y de $44 a los superiores. Oferta que también fue declinada por la ANR, afirmando la decisión nacional de irse a la huelga, aunque la dirección sindical anunció una nueva reunión en la STPS.
Al día siguiente, después de entrevistarse con la titular de la STPS, Hernández Juárez propuso a nombre de ella a la ANR una prórroga de huelga más para el 7 de junio, supuestamente para discutir las diferencias con Telmex sobre la división salarial y su constante negativa a cubrir vacantes sin reformar la jubilación. Petición que fue aceptada en una votación muy dividida y se aplazó tres semanas el estallamiento de huelga, con la promesa de solucionar definitivamente la negociación en una mesa de “altísimo nivel”.
Sin embargo, el 3 de junio la dirección sindical anunció que la negociación seguía estancada y, sin ninguna garantía de la empresa otra vez propuso una quinta prórroga, para el 29 de junio. Enfocada, según dijeron, en lograr mejorar la propuesta económica y alcanzar un 5% directo al salario como a los trabajadores de TELNOR1, pero sin insistir en la negativa al aumento salarial “diferenciado” para lograr destrabar la negociación y enfocarse posteriormente en las vacantes y el problema del “pasivo laboral” de la empresa.
Finalmente, el 13 de junio es presentada ante la STPS por Telmex un incremento a prestaciones de 1.1% y un aumento salarial “diferenciado”, de 4.5% para trabajadores que perciben igual o más de $1,122 diarios y de $50 a quienes rebasan ese límite. Incremento que fue aprobado, en medio de maniobras del CEN, primero por la comisión revisora, la ANR y posteriormente por el resto del sindicato, justificando que era lo mejor para poder enfocarse en los temas pendientes hacia el 29 de junio y dando por terminada la “Revisión Contractual”.
Lecciones hacia adelante
Son ya varios años en los que el patrón viene imponiendo al STRM aumentos salariales “diferenciados”, para gastar menos en el personal jubilado sindicalizado de Telmex. Del que el 9º hombre más rico del mundo, Carlos Slim, intenta deslindarse por ser un “gran peso” para sus finanzas (“pasivo laboral”).
Esto es congruente con su intención de reducir su gasto en jubilaciones y pensiones, argumentando falsamente que Telmex se encuentra en “números rojos” a causa de ello y de las “medidas asimétricas” impuestas por el IFT desde el 2013.
Aún cuando las ganancias de su consorcio internacional América Móvil (controladora de Telmex y Telcel) siguen creciendo exponencialmente y de que tan solo en los últimos dos años de pandemia su fortuna personal aumentó en 30%, regresándolo a la lista de los primeros 10 de la lista de Forbes.
También tiene mucho tiempo que el sindicato no conquista incrementos salariales superiores al aumento de los precios de la canasta básica (“inflación”), desde las últimas huelgas que realizó en los años 80´s. Cuestión que provoca que los sueldos de la base telefonista continúen perdiendo poder adquisitivo, en una acción consciente por parte del patrón para obligar a los trabajadores a cumplir con su “modelo de productividad” para reponer las pérdidas en sus salarios.
El rol de la dirección del STRM, de aliada del patrón para contener el rechazo que la base llega a expresar hacia sus planes, es evidente. Imponiendo desvió tras desvío, bajo “argumentos” que rayan en la ridiculez, con la intención de desgastar el ánimo de lucha y terminar por imponer los intereses de Slim disfrazándolo de “triunfos” sindicales.
De ahí su férreo control sobre la ANR. Evitando lo más posible que los representantes de base se expresen y debatan libremente, “satanizando” a las voces más críticas del patrón y encubriendo su control burocrático sobre la organización. Para tener la primera y última palabra que influya a la base a nivel nacional.
Después de una veintena de “prórrogas” desde el 2017 al 2020, para evitar que el STRM estallara la huelga contra la “separación funcional” de Telmex, y de otras tantas desde el 2020 a la fecha para impedir que la base luche por conquistar salarios dignos y el cubrimiento de vacantes - mientras Telmex abierta y descaradamente contrata personal tercerizado mediante anuncios en diarios nacionales -, queda claro que esta táctica sindical tiene la finalidad de ayudar al patrón a evitarle una huelga y pérdidas en sus ganancias. Situación que en serio afectaría sus intereses y lo presionaría mucho más a ceder ante las demandas de la base.
El STRM necesita discutir profundamente sobre los resultados de estas tácticas “conciliadoras”, impuestas antidemocráticamente por un reducido número de funcionarios sindicales “permanentes”, aliados del patrón y de los distintos gobiernos en turno para preservar sus privilegios de casta. Tácticas que además llevan los conflictos hacia la confianza en las instituciones (como la STPS) garantes históricamente de las ganancias de los capitalistas, terreno donde el patrón es más fuerte como se ha visto.
Tanto la conquista de vacantes como la defensa de la cláusula jubilatoria, sin ningún condicionamiento patronal, obligando a la familia Slim a ceder parte de las gigantescas ganancias que los trabajadores y las trabajadoras de Telmex le han hecho ganar, dependerá de la lucha que la base esté dispuesta a dar. Decidiéndolo democráticamente por encima de los intereses mezquinos del patrón y la burocracia sindical. |