Alejandra Mizala, ex directora del departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, remitió el año 2014 un oficio dirigido a el director económico y administrativo de la facultad, para que autorizara el horario de entrada que finalmente fue impuesto a Margarita y a su compañera; el cual comenzaba a las 5.30 de la madrugada. Hoy, tras la asunción oficial de Rosa Devés Alessandri como nueva rectora de la casa de estudios, se conoció que Alejandra Mizala fue nombrada prorrectora.
En medio de celebraciones grandilocuentes, que ponían al centro la importancia de que la Universidad de Chile tenga por primera vez en su historia a una mujer a la cabeza de la institución, se conoce que Rosa Devés nombró a una de las principales responsables políticas de la muerte de Margarita Ancacoy, como nueva prorrectora de la Universidad de Chile.
Entre quienes celebraron la asunción de Devés a la rectoría, se encuentra el Partido Comunista en el gobierno, que a través de la ministra Camila Vallejo celebraron el simbolismo que envuelve que una mujer encabece por primera vez la Universidad de Chile. Sin embargo, nada dicen respecto a si esto efectivamente implica un cambio para las más precarizadas al interior de la Universidad, o sólo se trata de que entren mujeres a cargos de poder para que todo siga igual.
Desde la Agrupación de amigas y colegas por justicia para Margarita Ancacoy, nos comentan “fue una sorpresa, pues ella (Mizala) también es responsable -junto a las demás jefaturas- de que tuviéramos que entrar a las 5.30 AM, lo cual terminó por costar la vida de nuestra Margarita”.
Hasta hoy, la U. de Chile no se ha hecho cargo de establecer responsabilidades al interior de la institución; por exigirle a Margarita y a su compañera entrar a las 5.30 AM, sin ningún tipo de resguardo en un barrio conocidamente peligroso.
Es importante recordar que la elección de autoridades al interior de la Universidad de Chile se realiza a través de un voto censitario, donde sólo un sector de académicos tiene la posibilidad de participar, dejando fuera a la totalidad de los y las funcionarias y al estudiantado. Por ello, nuevamente se torna relevante cuestionar la falta de democracia al interior de la Universidad, para que puedan decidir todos y todas quienes la componen.
Se necesita un sistema triestamental de elección, dónde cada integrante de la comunidad universitaria pueda participar y elegir a sus autoridades. Un sistema de democracia directa, con cargos revocables, y que sus sueldos no superen los sueldos de trabajadores calificados, no es posible que las autoridades universitaria hoy ganen como gerentes. | 
