Andrés “Cuervo” Larroque es ministro del gobernador Axel Kicillof, a cargo de “Desarrollo de la Comunidad”. En la mañana de este jueves fue entrevistado por El Destape Radio y dejó algunas declaraciones. “Gobernar es enfrentar al poder económico y se necesita una política fuerte que lo regule para permitir el desarrollo del país y garantizar la justicia social”, dijo. Pero Larroque tiene su propio prontuario como ministro bonaerense, que incluye un hecho emblemático. La represión y el desalojo a las familias sin techo de Guernica, para que en ese terreno se construya un country privado, canchas de golf y lagunas artificiales. La “política de regulación” fue rápida para defender un negocio inmobiliario, a pesar de las dudosas “credenciales” sobre la propiedad de esos terrenos. A las familias, mujeres que escapaban de situaciones de violencia con sus niños y niñas, les respondió con represión, y todavía sigue sin darles respuestas.
Hace pocos días las familias de Guernica se movilizaron en La Plata para reclamar al propio Larroque, quien los recibió con un operativo policial. El gobierno bonaerense incumple hace más de un año, las actas donde aseguraban que iban a entregar lotes. La situación es desesperante, y las vecinas apuntaron al ministro. “Basta Larroque, no te conozco la cara, quiero verte a vos y que me des la solución, porque vos firmaste las actas, no tus secretarios”.
En la entrevista radial, Larroque insistió: “nuestra misión es representar los intereses populares”. Pero una cosa es el discurso, y otra cosa son los hechos. El ministro en Guernica dejó en claro que representó los intereses del negocio inmobiliario.
El Frente de Todos, Cristina y la moderación
El dirigente de La Cámpora aseguró que “la fase moderada está agotada”, en referencia al experimento del Frente de Todos. “Se intentó y no ha funcionado” agregó, mostrando disconformidad con los resultados económicos de su propio gobierno. Pero Larroque hace agua a la hora de plantear una alternativa: “frente a una situación tan gris en materia económica, la única manera de recuperar la esperanza es a través de la política”. Una frase que deja entrever que no está pensando en atacar los problemas estructurales que atan al país como el acuerdo con el FMI que legitimó la deuda fraudulenta contraída por Macri. O una matriz económica en manos de unos pocos grupos empresarios extranjeros, que saquen los recursos hacia sus países o con destino a paraísos fiscales. O los servicios esenciales que son un negocio en mano de empresas privatizadas. La informalidad laboral, herencia neoliberal que no se toca… y así la lista podría seguir.
Nada de eso. Larroque habla de una “solución política” que estaría encarnada en la figura de Cristina Fernández. Es decir, pensando en una salida electoral que “genere esperanza”. Las personalidades o individualidades poco podrán hacer con un país atado y condicionado por décadas a la bota del FMI.
También es curiosa la afirmación de que “la moderación está agotada”, cuando los propios pasos de la vicepresidenta están dando señales de continuidad. ¿Qué expresa sino el nuevo acercamiento con Daniel Scioli o la alianza con Sergio Massa? ¿Y con Jorge Capitanich de Chaco? ¿Qué decir de sus elogios a Juan Manzur en el discurso en Avellaneda? ¿Por qué sino la vicepresidenta viene reactivando la “liga de los gobernadores” más tradicionales del PJ? El reclamo de dejar de “tercerizar” los planes sociales fue también respondiendo el pedido de intendentes y gobernadores.
A las señales de Cristina se le suman otros encuentros emblemáticos: con el embajador y la jefa del Comando Sur de Estados Unidos. Hace pocos días con el titular de la CGT, Héctor Daer: garantía para evitar un paro o la movilización de las y los trabajadores que siguen sin recuperar lo perdido con el macrismo. Y otro que generó más ruido: el ex funcionario macrista, Carlos Melconian. Como analizó el periodista Diego Genoud en La política online. “El más amplio consenso para un nuevo ajuste de shock es lo que busca Melconian y que CFK lo haya recibido sugiere de por sí cuáles son las ideas dominantes para aplicar en la etapa que viene".
Las declaraciones de Andrés Larroque siguen atrapadas en un peronismo de manos vacías. Por eso, la lupa debería estar más puesta en lo que se hace, y no tanto en lo que se dice.
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