La foto es cruda: una mujer censa con su hijo/a. La mayoría de los participantes, lejos de la épica que intento generarse alrededor del censo, acudió a la convocatoria para reforzar sus ingresos. La jornada duró alrededor de 10 h. de trabajo casi sin descanso. El gobierno no garantizó en esas horas ningún refrigerio o almuerzo.
En un contexto de crisis y con cifras inflacionarias (un 5,1% solo en el mes de mayo) que no paran de crecer, el gobierno nacional adeuda a los censistas urbanos un monto de $6.000 y a rurales $8.000; $13.000 a jefes y jefas de radio; $18.000 a asistentes de fracción y $50.000 a jefes y jefas de fracción. Números que a la fecha ya no tienen el mismo valor.
Esto se enmarca dentro de un avance general de la precarización laboral, donde el Estado no solo precarizó a miles de personas sino que tampoco garantizó el pago en tiempo y forma, despreciando las necesidades de miles de personas. Como denuncia la legisladora (MC) por el PTS - FITU Noel Argañaraz en este tuit, el INDEC solo envió un mail asegurando que “la plata está” sin fecha exacta de pago.
Se convierte entonces en un ejemplo más de la precarización laboral que se vive en la juventud que debe tomar changas y múltiples empleos sin derechos y mal pagos para llegar a fin de mes. El gobierno debería pagar inmediatamente a todos los participantes del censo actualizando los montos a la inflación acumulada desde el 18 de mayo a esta parte.
El censo
El miércoles 18 de mayo se llevó a cabo el censo 2022 que se desarrolló en modalidad “hibrida”, es decir, presencial y virtual para quienes tuvieran acceso. Los resultados provisorios ya se publicaron (como el número de habitantes y porcentaje por sexo). El resto de los datos se darán a conocer en un plazo de 90 días desde la realización del censo. |