Rodney fue detenido el 17 de junio del año 2011 siendo inocente, inculpado por un crimen que no cometió, actualmente se encuentra con libertad plena, y le exige al Estado venezolano reparación, reenganche e indemnización por todos estos años en los que los derechos tanto de él como de su familia fueron violentados. El Estado y los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro son responsables por todo este injusto encarcelamiento, y debe ser resarcido en todos sus derechos y reparaciones materiales y políticamente.
“Estuve privado de libertad durante 11 años injustamente por un delito que yo no había cometido, fui tomado como chivo expiatorio sin ningún tipo de pruebas, fui encarcelado”, declaró Rodney Álvarez en una reciente declaración a los medios de prensa. “Funcionarios del Cicpc me decía que me declarara culpable porque desde mi detención ya había sido condenado”.
Rodney demanda su reincorporación laboral y el pago de salarios. “Pido es volver a mi puesto de trabajo, eso es lo que pido, y que se me paguen mis salarios caídos, los cuales dejé de percibir y los beneficios que dejaron de gozar mis hijos”, exigió. “Quiero reincorporarme para poder suplir y generar el ingreso diario para mis hijos, así como vivienda, alimentación, educación y demás necesidades básicas que ellos necesitan y yo tengo que cubrir”.
El obrero ferrominero relató que la mañana del lunes 27 de junio acudió a la estatal para entregar la solicitud de reenganche, solicitud que fue recibida, firmada y sellada. Le dijeron que el lunes 4 de julio recibirá respuesta a su petición.
Álvarez trabajó por tres años en la compañía como electricista antes de ser arbitrariamente apresado y luego encarcelado por el homicidio de Ronny Rojas, otro trabajador de Ferrominera Orinoco. Tras su encarcelamiento, la estatal lo despidió y su familia dejó de percibir los beneficios laborales.
“Fui detenido ilegalmente, sin ningún tipo de pruebas. Después de casi 11 años se verificó mi inocencia y por eso pido a la empresa CVG Ferrominera Orinoco que cumpla lo que consta la contratación colectiva: yo puedo ser reenganchado en mi puesto de trabajo siempre y cuando no me haya declarado culpable, y así pasó”, señaló.
“Sufrí tortura, maltrato, represión, violencia desatada de todo tipo en prisión. En dos oportunidades fui apuñalado y solo por cuidar de un espacio para intentar dormir. Lo que se respira y vive en las prisiones venezolanas es inhumano, todo es violencia, maltrato y corrupción”, ha manifestado Rodney. Por tal razón, Álvarez padece constantes dolores de cabeza, restricción de movilidad en el brazo derecho tras recibir una puñalada en la cárcel, fémur izquierdo dislocado y dolor en ambas rodillas.
Con la lucha incansable de muchos, comenzando por la propia entereza y firmeza de Rodney, hemos logrado arrancar de la cárcel a uno de los nuestros, de nuestra clase. Por ello es que para los trabajadores la libertad plena de Rodney Álvarez es una victoria que moraliza la lucha de los trabajadores por reivindicaciones laborales en Guayana y en el país. Por un salario igual a la canasta básica indexado según la inflación, por las convenciones colectivas, por la libertad de todos los trabajadores presos por luchar.
Voceros de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) declaran que Rodney Álvarez debe ser reincorporado inmediatamente a su puesto de trabajo, con todos sus derechos, con la justa indemnización, y el pago de todos los salarios, derechos y beneficios de los casi 11 años de injusta cárcel. |