“Recuerdo la memoria del presidente Eduardo Frei Montalva, quien tempranamente en 1980, en nuestro periodo más oscuro, alzara la voz llamando a una asamblea constituyente”. Así partió la cadena nacional del presidente Boric a las 21 hrs de ayer lunes, para darle el vamos al plebiscito de este 4 de septiembre que decidirá si las y los votantes aprueban o rechazan la Nueva Constitución.
Un mensaje en vivo y en directo a sus aliados, o con quienes gobiernan, como los rastrojos de la Concertación que se pasean por La Moneda y sus ministerios, como el PPD o el PS, pero también a la DC que hoy se encuentra dividida por que hacer, presionada por la burguesía que ya se decidió por el rechazo.
Boric en su cadena se ubicó esta vez muchos más desde el apruebo, dijo: “Nuestro deseo es que a partir del 4 de septiembre se inicie un camino de cambios y reformas, que permitan no sólo el reencuentro de chilenos y chilenas, sino que instalen los pilares de un Chile con más justicia, más equidad y más dignidad, y con una mejor y más amplia democracia”.
Sus palabras también estuvieron cargadas de institucionalidad; república, republicanismo, tradición, se escucharon innumerables veces, dialogando también con ese sector al que le habla la derecha, en especial para combatir la tesis refundacional que le achaca la derecha a la Convención, señalo entre otros: "Somos un eslabón más de la larga historia republicana de nuestra patria". Lo que no resulta muy difícil de decir, ya que como decíamos en esta nota (ver acá), aunque varios cambios no le gusten a la derecha, se mantienen los pilares del sistema económico y social heredado de la dictadura.
Términos equivocados para defender una Republica que en 200 y pico de años, solo le ha servido a un puñado de familias, en donde el resto de la población solo parece estar viva para crearles la riqueza, y que no es casualidad que tenga esa misma Republica varias masacres contra el pueblo en sus manos.
Entre otra de las alusiones importantes, Boric volvió a recalcar el rol de desvió que significó el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, dejando en las manos de la institucionalidad heredada de la dictadura, lo que debían resolver los trabajadores y el pueblo que salieron a las calles, señalando: “Debemos sentirnos profundamente orgullosos. Cuando nos enfrentamos a la crisis social, institucional y política más difícil de las últimas décadas, nuestra manera de resolver como país fue con más democracia, no con menos”.
Sigue este link para ver como quedo el texto definitivo |