A casi un mes del asesinato de Ezequiel Guillermo Castro (21 años), a manos de la policía, familiares y amigos se movilizan al Ministerio de Justicia exigiendo justicia y que se investigue el caso.
Ya casi ha transurrido un mes desde el asesinato de Ezequiel y la Justicia todavia no da respuestas ante la abrumadora cantidad de irregularidades del caso. Familiares y amigos, junto al FAL, se movilizaron exigiendo justicia y que se investiguen las circunstancias de su detención y posterior traslado al CPA (Centro Psico Asistencial) ubicado en la UCA (Unidad de Contención al Aprehendido), donde fue golpeado a tal punto que debió ser internado en el Hospital Misericordia, nosocomio en el que finalmente falleció el 14 del mes pasado.
Ezequiel fue detenido la noche del miércoles 8 de junio a pocas cuadras de su casa cuando había salido con un amigo a tomar una coca, los motivos por los que se lo llevaron no son claros. Esa misma noche y en los días siguientes, su mamá Lorena que había sido avisada de su detención, intentó comunicarse reiteradamente con la Policía y Tribunales sin obtener respuestas. Desde el Poder Judicial le habían dicho que estaba en el Establecimiento Penitenciario n° 9, UCA pero cuando se contactó con esta unidad no había registros de que su hijo hubiera ingresado. Finalmente la respuesta fue que se contactara el lunes siguiente, nadie podía dar constancia del paradero de Ezequiel. El lunes 13 por la madrugada, la familia fue informada de que su hijo había sido internado en el Hospital Misericordia en estado grave. El ingreso fue registrado por un oficial de apellido Quevedo, proveniente de la UCA, bajo el motivo de “problemas respiratorios”. Pero Ezequiel había recibido una golpiza brutal y tenía un cuadro grave de deshidratación. En Tribunales, cuando sus familiares fueron a exigir respuestas, no había información del traslado al Hospital Misericordia, según la información oficial el viernes ya había sido firmada su libertad. Se desconoce públicamente lo que realmente ocurrió ya que rige por el momento el secreto de sumario.
¿Cómo es posible que al día de la fecha sus familiares y amigos no tengan ninguna información sobre lo que ocurrió realmente? No hay otra respuesta que una Policía a la que se le ha dado rienda suelta con la complicidad e impunidad que le ha brindado la Justicia. En la misma UCA donde la familia de Ezequiel denuncia que se produjo la tortura que lo llevo a la muerte, funciona desde el 2020 una nueva “Unidad de la Defensa Pública” que depende del poder judicial, con el fin de “(...) garantizar el acceso a la justicia, en el entendimiento de que cumple un papel relevante en la construcción de la accesibilidad. De esta manera, se busca hacer efectivos los derechos de las personas vulnerables, que carecen de recursos económicos, como lo establece el Acuerdo Reglamentario. n° 924”. Ezequiel le dijo a los médicos que no le dieron ni agua por dos días. Es decir, la igualdad ante la ley no tiene nada que ver con las desigualdades que muestra la realidad, donde el Estado a través de la Policía y con el visto bueno de la Justicia asesina a jóvenes trabajadores y de sectores populares como Ezequiel, mientras que defiende los intereses de un selecto grupo de amigos empresarios y la casta política.
En conversación con este medio, Guillermo, padre de Ezequiel, expresó su preocupación porque “no es la primera vez que pasa esto en el CPA, nos contaron de otros casos similares. Queremos que nos digan quienes son los responsables de que sigan pasando estas cosas”. Además, remarcó que su hijo trabajaba y no tenía consumos problemáticos ni ninguna adicción o motivo por el que debiera ser trasladado a esta unidad, lo cual muestra la arbitrariedad del accionar policial, y que por eso no dejarán de luchar “hasta que se sepa lo que pasó y se haga Justicia”.
Las consignas de la convocatoria fueron, entre otras:
Justicia por Ezequiel Guillermo Castro.
Basta de Gatillo fácil.
Basta de violencia ESTATAL E INSTITUCIONAL.
Basta de portación de rostro.