No solo es la falta de medicamentos hormonales, sino fallas estructurales en los servicios de salud sexual, psicológica y reproductiva para personas disidentes a la heterormatividad.
Desde 2020 hombres trans, personas no binaries y transmasculinas han denunciado el desabasto de testosterona en el IMSS, ISSSTE y otras dependencias de salud.
Según la Secretaría de Salud, la suspensión de la compra de medicamentos hormonales fue autorizada durante la pandemia por la COFEPRIS, debido al desabasto internacional provocado por el cierre de laboratorios en China tras el cierre de sus fronteras.
El Sostenon y Primoteston (inhibidores hormonales inyectables) son los principales medicamentos faltantes, por lo que su precio ha aumentado hasta en un 200% en el mercado y comienzan a circular medicamentos sin la autorización correspondiente.
La interrupción en los procesos de transición hormonal en personas transgénero, es una grave violación a su derecho humano a la salud, así como una acción que vulnera sus condiciones sociales y/o laborales en un contexto ya de por si violento y machista contra las disidencias LGBTIQAP+.
A partir de abril del presenta año el desabasto de testosterona se agudizó a nivel nacional, por lo que colectivos de hombres trans, personas no binaries y transmasculinos se han manifestado en la CDMX, Nuevo León, Chihuahua, Puebla y otros estados del país para exigir a los gobiernos, que garanticen el abasto de medicamentos hormonales y su derecho a la salud. Mientras tanto, las Clínicas Especializadas en la Atención Integral para Personas Trans en la Ciudad de México, también hicieron público su desabasto de testosterona y anunciaron medidas para continuar con los servicios brindados a la población trans.
En un pliego petitorio de firmas impulsado por la asociación Impulso Trans, los y les afectades hacen un llamado a toda la comunidad y disidencias LGBTIQAP+ a apoyar su demanda por abasto de medicamentos, así como de servicios de salud públicos y dignos para la población disidente:
“Exigimos al Dr. Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, haga cumplir lo que establece la Constitución y la Ley General de Salud y se abastezca de inmediato este medicamento, ya basta de que se siga vulnerando y precarizando a nuestra población. El sector salud ha sido omiso en proporcionarnos nuestros tratamientos y ahora también nos impide la posibilidad de adquirirlos por nuestra cuenta.”, refiere el petitorio de Impulso Trans.
Sistemas de salud: heterosexuales, patriarcales y binarios
El reciente desabasto de testosterona es la punta del iceberg en una interminable lista de fallas estructurales en materia de salud pública para las personas trans y LGBIAQ+. Al desabasto de medicamentos hormonales e inhibidores, se suman también la falta de medicamentos antirretrovirales para personas con VIH, así como servicios de salud sexual, psicológica y reproductiva para las personas LGBTIQAP+.
No son pocos los casos y denuncias de personas LGBTIQIAP+ que vivieron situaciones de violencia y/o discriminación por parte del personal del IMSS o ISSSTE, lo que evidencia la falta de educación sexual integral de este sector, así como la urgente necesidad de personal médico y de salud capacitado en salud para disidencias sexogénericas.
Y es que histórica y culturalmente, los servicios de salud pública han sido diseñados a partir del supuesto cisgénero, binario, blanco y heterosexual de la mayoría de la población. En los últimos años las poblaciones disidentes han ocupado con mayor frecuencia espacios públicos, educativos, artísticos y culturales, no por buena voluntad de los gobiernos en turno, sino tras largas décadas previas de lucha y sangre por parte de luchadores y organizaciones LGBTIQAP+.
Ante el desabasto de medicamentos hormonales y la crisis de los servicios de salud pública para toda la población, incluida la comunidad trans y LGBIAQP+, es urgente unir la lucha de las disidencias a la lucha del pueblo y trabajadores que luchan por el derecho a la salud pública, gratuita y universal.
En la alianza de clase con la de trabajadores y trabajadoras que defienden la salud pública para las familias trabajadoras, esta es la fuerza para conquistar el abasto total de los medicamentos para el VIH, así de hormonas e inhibidores, proceso de reasignación sexogénerica y quirúrgicos gratuitos junto con la construcción de más y mejores clínicas especializadas en todo el país.
Exijamos que el Estado garantice de forma irrestricta y gratuita la distribución ininterrumpida de los insumos, que los tratamientos sean de calidad y que el seguimiento profesional y los controles médicos estén siempre disponibles. La salud no tiene que ser un negocio rentable, sino un derecho.
Si estás de acuerdo con esta perspectiva, te invitamos a participar en el Encuentro de la juventud para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras sexualidades, organizado por la Agrupación Juvenil Anticapitalista y Pan y Rosas México. El encuentro se realizará este próximo 16 de julio a las 3:00 pm de manera hibrida y te puedes inscribir aquí
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