Cómo parte del cronograma de actividades la Marcha del Apagón, que conmemora el operativo represivo que detuvo, torturó y desapareció obreros y estudiantes en Libertador y Calilegua y exige juicio y castigo para el empresario Blaquier indicado por decenas de víctimas y testigo como responsable civil de estos crímenes de lesa humanidad, se realizó esta mañana el acto de conmemoración de los estudiantes detenidos desaparecido de la escuela Normal de Libertador.

La actividad por la memoria y el juicio y castigo a los responsables civiles de las noches de los Apagones, que ocurrieron desde el 20 al 27 de julio de 1976, contó en esta oportunidad con la presencia de ex presos políticos de la dictadura que fueron estudiantes secundarios de la escuela normal de Libertador y luego estudiantes universitarios en Tucumán, docentes ex detenidas, como asi también ex presos que al momento de sus detenciones era trabajadores del Ingenio Ledesma y Altos Hornos Zapla.

Los testimonios de los estudiantes de la Escuela Normal, hijos de trabajadores que adherían a las luchas del sindicato azúcarero, y de los mismos obreros de Ledesma y Zapla detenidos ilegalmente en la dictadura dio cuenta de que el golpe militar, cívico y eclesiástico, y las Noches de los Apagones en Libertador, Calilegua y El Talar, tuvieron el objetivo de barrer a la vanguardia de lucha obrera y estudiantil, y sembrar el miedo en una comunidad eminentemente obrera que adhería y simpatizaba con lucha que libraban los trabajadores desde el sindicato azucarero de Ledesma y el sindicato de obreros del campo y múltiples oficios de Calilegua, y los estudiantes desde el centro de estudiantes de la escuela normal.

Entre los compañeros ex detenidos que tomaron la palabra estuvieron los estudiantes ex detenidos Ernesto Saman, Oscar Alfaro, Raúl Bartoletti, la docente ex detenida Dora de Weiz y la referente de Familiares de ex detenidos y desaparecidos, Inés Peña, compañera del desaparecido Pampero Alvarez García. Quienes no solo recordaron a sus compañeros desaparecidos, sino también denunciaron la responsabilidad militar, civil y eclesiástica en las noches de los Apagónes y las torturas, tormentos y vejaciones que padecieron en centros clandestinos y cárceles, y llamaron a continuar luchando en la actualidad contra la infiltración y allanamiento a las organizaciones de desocupados, porque es una práctica que llevaban adelante los gobiernos dictatoriales y golpista, y que por consiguiente hay que desterrar, en defensa de las libertades democráticas, como el derecho a la protesta y a la libertad de pensamiento y expresión.