El sábado 23 de julio, en el Club Amistad Obrera, la tarde se llenó de charlas y opiniones en el marco de una de las asambleas abiertas que lleva adelante el PTS Córdoba, tal como lo resolvió el XIX Congreso.
Allí, trabajadores de distintos sectores, estudiantes y docentes universitarios, se hicieron presentes para discutir la crisis que se desarrolla nacionalmente, el rol del gobierno y los partidos patronales y las salidas necesarias de la clase trabajadora a esta situación. Además, sirvió para sacar conclusiones de las luchas recientes que vienen desarrollándose en Córdoba y mostró que hay fuerzas y ganas para enfrentar el ajuste del FMI y los gobiernos.
Entre las resoluciones que tomó la asamblea, se destaca la apertura de casas culturales socialistas en varios barrios de la ciudad, así como el impulso de un encuentro con Myriam Bregman y Nicolás del Caño, planificado para el próximo 19 de agosto, junto a Laura Vilches, que fue parte de la asamblea.
Cerca de las 16hs y para comenzar tomó la palabra Oscar Coria, dirigente del PTS y luchador del gremio de la alimentación, que hizo un breve repaso sobre la situación actual y la importancia de por qué desarrollamos estás asambleas abiertas: "El gobierno nos quiso convencer de que si no firmábamos con el fondo se venía la catástrofe económica ¿Y ahora no tenemos crisis? Vemos cómo sacan y ponen ministros, como atacan a los trabajadores y todo para profundizar un ajuste. Batakis vino a profundizar la línea de Guzmán, todas las medidas que toman son a favor de los empresarios y en eso no hay grietas, están todos de acuerdo, Milei, el PRO, el kirchnerismo. La CGT está en una tregua escandalosa, pero nada podemos esperar de esos burócratas, es por eso que los trabajadores tenemos que tener voz propia en la crisis. Para eso estamos impulsando estás asambleas abiertas en todo el país, para discutir, sacar conclusiones y pasar a la acción. Es importante que acá en Córdoba podamos sacar la conclusión de la unidad de los trabajadores, a partir del ejemplo de Bagley, dónde nos unimos, trabajadores desde adentro luchando, desocupados y juventud desde afuera apoyando, cortando, acampando. Esa unidad es la que temen los empresarios y queremos que se exprese y queremos impulsar abriendo locales y casas socialistas en diferentes puntos de Córdoba. Queremos expresarlo también por abajo, al igual que el Frente de izquierda lo expresa por arriba, siendo la fuerza política que los trabajadores saben que está siempre de su lado."
Luego diferentes compañeras y compañeros fueron haciendo uso de la palabra. Así, trabajadores de Bagley dijeron: "Muchos habrán seguidonuestra luchacuando la patronal quería meter un cuarto turno, algo que iba en contra de nuestro salario, por qué dejaban de pagar las horas extra y que nos cargaba aún más de trabajo. En respuesta a esto nos empezamos a organizar en asambleas, votamos pararle la mano a la empresa con medidas de lucha, demostrando que no íbamos a retroceder. Sabemos cómo actúa en estas cosas el ministerio, lentamente y en general a favor de la empresa que estaba dura, manteniendo su postura. Pedimos el apoyo del sindicato pero fue muy tibio lo que conseguimos, y nos dimos cuenta que en cada reclamo que hacíamos estábamos solos, sin apoyo, íbamos a reclamar al sindicato y nunca nos daban bola, la empresa ni nos escuchaba. Por eso fue clave la unión con las organizaciones sociales, los estudiantes, otros trabajadores, eso hizo que la empresa viera lo que se le podía venir, vio el apoyo que teníamos y que el conflicto se hizo conocido y tuvo que retroceder por ahora, con esa unidad le pudimos ganar. Estos espacios de discusión nos parecen importantes para unirnos, por qué los trabajadores vamos a tener que tener unidad y fuerza para pelear por preservar nuestros derechos."
Por su parte, Alejandra, vecina de Nuestro Hogar 3, obrera textil, actualmente desocupada, contó cómo conoció al PTS y por qué participó de la asamblea. El objetivo de poner en pie una casa de cultura socialista en el barrio fue uno de sus planteos centrales: “Yo vengo de un barrio con lucha, hace años, nosotros no teníamos ni una línea de bondi, y luchamos para no caminar casi un kilómetro para tener transporte para ir al médico o al centro. Cortamos la ruta, quemamos gomas con el barrio unido, entre inmigrantes de otros países extranjeros y nativos. El barrio creció muchísimo, y ahora necesitamos más bondis, hay niños con hambre, con frío, hay desocupación. Por eso, cuando conocí al partido el año pasado, a través de mi hermana que me invitó a una charla durante las elecciones el año pasado, en la casa de Herminia. Yo antes los veía por la tele y decía que a mí no me gustan las marchas, pero cuando conocí a la Asamblea por Trabajo y Vivienda, desde el momento en que fui a una reunión junto con compañeras y compañeros que también están en el PTS, entendí que tenemos que salir a luchar, entendí que tenemos derechos y que si no salimos a la calle, el gobierno se queda muy tranquilo y no nos escucha. Desde ese día, no me pierdo ninguna marcha salvo que esté enferma. Y ahora en el barrio queremos hacer una casa cultural socialista para organizarnos, tenemos muchas cosas para pelear, siempre fue un barrio que todo lo que consiguió lo consiguió peleando, entonces venimos hablando con Graciela, hablando de fundar una casa cultural socialista, para poder enfrentar la violencia machista, los problemas de salud, y organizamos para todo lo que necesitamos. Yo ya tengo un conocido que es médico para lo que necesitemos, charlas ahí en el barrio, juntamos los ocupados con los desocupados. Charlamos que vamos a sostener la casa con ventas de comida, con talleres de oficio, fiestas, y cuando lo inauguremos vamos a invitando a Laura Vilches y a todos los compañeros que nos quieran apoyar”.
Karina, trabajadora de limpieza despedida, integrante de la Asamblea por Trabajo y Vivienda dijo: “cuando yo trabajaba en la limpieza, estaba agotada, no sabía lo que era estar en mi casa. El día que me despiden, un poco sentí alivio, porque hacía mucho tiempo que no descansaba, no veía a mi hijo. Cuando me echaron, fuimos a pedir ayuda, y ahí conocímos a Laura Vilches, a Sergio, a Vicky. Yo no conocía nada, pero ellos nos prestaron un lugar para juntarnos, organizarnos con mis compañeros. Y mientras más conocí qué hacían ustedes, más agradecí, porque me gustó la unidad, yo también sentí esa unidad que hay ahora, y ese apoyo, por eso agradezco permanecer y estar hoy en esta asamblea”.
Luego de Karina, Mariela, también trabajadora despedida de limpieza, miembro de la Asamblea por Trabajo y Vivienda tomó la palabra: "Sabemos que a los trabajadores se les hace difícil luchar porque las burocracias de los sindicatos, en lugar de defendernos nos hacen echar. Yo tengo 50 años de trabajo, y no vivía, no podía disfrutar de las cosas, porque nos hacían trabajar 8 hs por un básico de 29 mil pesos. Yo aprendí que no nos trapeen, inclusive los del sindicato. Tenía prejuicios con los políticos, pero los políticos de la izquierda fueron los únicos que nos acompañaron. Yo estoy muy agradecida y mis compañeros también. El operario es el que menos gana, Salvo aquellos compañeros malos que mandan la frente a los compañeros con la empresa, pero los que siempre se benefician son los empresarios que se llevan la plata. Y yo sé que si no luchamos no tenemos nada, todo lo que tengo lo tengo por la lucha."
En la asamblea, también estuvo presente Coco Luna, militante setentista, dirigente de SITRAC-SITRAM y compañero de Agustín Tosco. En su intervención, señaló que quienes estaban en la asamblea son parte del “futuro” que tiene que proponerse “defender los intereses de las mayorías”. “Yo he visto muchas crisis, y a todas las crisis se las hacen pagar a la clase obrera. Por eso, antes que nada, nosotros primero somos hermanos de clase, tenemos que responder unidos a los reaccionarios, contra los sojeros, especulación y suba del dólar, contra los patrones, en una lucha permanente y profunda. Las tierras deben estar a mano de quienes la trabajan, contra los vivos atorrantes.”
Luego agregó: “yo les digo a todos acá, no sólo luchemos por el plan y por el bono por las necesidades domesticas que son importantes. Los obreros tenemos que luchar por tener el control. Hay que estatizar Bagley bajo control obrero, por ejemplo, para fabricar alimentos. La burguesía y el capitalismo está fabricado para que falte trabajo, que haya crisis. Los gobiernos que ponen parchecitos, Nosotros queremos sistema mejor que este, vamos por lo que merecemos, por un sistema socialista”.
Julia, trabajadora docente, por su parte, señaló: “En estos años se viene desarrollando un ajuste a la educación que se va a profundizar. Y como trabajadores tenemos que hacer política para evitar que la crisis la paguemos nosotros. En las escuelas se ve el ajuste, pero cuesta mucho organizarse y salir a luchar, aunque sabemos que en cualquier momento puede cambiar. Sin embargo, si solo pensamos como docentes en las escuelas, y está aún todo medio paralizado, pensemos como podemos aportar los docentes a organizarnos como clase trabajadora, no solo como colectivo docente. ¿Qué rol podemos jugar las y los docentes en las casas culturales socialistas? Si vemos lo que pasa en estos días con las protestas de los y las trabajadoras desocupadas, que van con la familia completa a la calle para reclamar, son nuestros estudiantes los que viven en esas familias que la pasan mal. Por eso, nosotros podemos organizarnos no sólo en las escuelas, también con las familias de los estudiantes. Y podemos unir lo que ni los gobiernos ni las conducciones sindicales quieren que esté unido: liguemos los barrios con las escuelas, con otros trabajadores y sectores. Porque lo vemos todos los días, hay gente que conocemos, familias, amigos, que acuerdan con las posiciones de la izquierda, pero todavía no tienen donde organizarse. Tenemos que proponernos llegar a esas personas, proponernos organizarnos en estas asambleas, en las casas culturales, y pensar cómo luchamos para que de una vez por todas seamos los y las trabajadoras las que decidamos nuestro futuro y no volver a pagar una crisis que no generamos.
Sergio Folcheri, dirigente del PTS y obrero de Volkswagen, dialogando sostuvo que hay algo que queda muy claro en lo que señalaron otros compañeros y es que “El gobierno es cómplice de las patronales porque les cede todo. En medio de esta pobreza, cada día estamos peor, vemos que se favorecen los sojeros, los empresarios, y siempre pagamos los platos rotos nosotros. La salida la debemos tener los laburantes somos los que generamos la riqueza y somos sobre quienes nos descargan los costos de las crisis. La crisis no es para todos, si vemos Arcor-Bagley, por ejemplo, es una empresa que ganó más que en los años anteriores, 140% más y sin embargo quiere quitarles conquistas a los trabajadores. Las empresas, van a querer que nosotros paguemos la crisis y es probable que haya cierres y despidos, y eso traerá más desocupación. No habrá salida para el pueblo si continúan gobernando los mismos que gobernaron hasta ahora. Les cuento otro ejemplo, VW que es una multinacional que sigue ganando plata suspendió a 150 trabajadores. Tenemos que discutir medidas de fondo para enfrentar la crisis, que son medidas lógicas para evitar que la paguemos los trabajadores: Dejar de pagar la deuda, para evitar que se sigan yendo dólares a las manos del FMI; que cada fábrica que cierre o despida sea estatizada y puesta bajo control de los trabajadores; que los salarios aumenten acorde a la inflación para dejar de perder mes a mes y que se repartan las horas de trabajo entre ocupados y desocupados con una jornada básica de 6 horas y 5 días a la semana sin afectar los salarios. Bagley muestra un ejemplo de cómo se conquistas estás medidas: Luchando, plantarse de mano contra las empresas. Es urgente que la CGT convoque a un paro nacional para evitar que ataquen nuestras conquistas, para imponer la huelga general con una salida a nuestro favor”.
Gonzalo trabajador de la construcción, vive en barrio Nuestro Hogar 3 y así se presentó: "Soy trabajador de la construcción y migrante desde Bolivia, hace rato que en la obra trabajamos mal. Inclusive en blanco las burocracias no hacen nada para controlar lo que pasa en las construcciones. Los burócratas y sus familias están hace años y los trabajadores estamos cada vez peor. Hay gente que dice que los sindicatos no sirven, están equivocados. Los sindicatos sirven de mucho, pero si los controlamos nosotros, no los burócratas. Nosotros podemos ponerlos a defender nuestros derechos. Y si podemos dirigir un sindicato o una fábrica, también podemos controlar lo que pasa en el país. Tenemos que hacer política, cómo Vilca, que es obrero y ahora es diputado, mientras Morales persigue a los trabajadores. Yo estoy desde el año 96 en argentina y siempre a las crisis las pagan los de abajo y los empresarios se benefician con todas las quitas de impuestos mientras los trabajadores cada vez pagamos más. Los planes sociales son una ayuda pero no alcanza para vivir, no alcanza ni para libros, por qué compras un libro y no tenés para vivir, lo de los ‘chalecos celeste’ en la ciudad es una muestra. Yo creo que podemos lograr estar mejor si nos juntamos, nos unimos, y debatimos que hacer, que cambios hay que hacer, que puede hacer la izquierda, todos pueden tomar la palabra. También queremos aprender sobre la historia de la izquierda y de la verdadera historia de los trabajadores, que no quieren que la conozcamos en las escuelas, no enseñan eso porque no les conviene que los trabajadores tomemos conciencia de nuestra clase. Si no tomamos conciencia de clase, nos seguirán gobernando los mismos de siempre."
Casi promediando la tarde, Carla, trabajadora de la limpieza sostuvo que "quería comentar algo que me quedé pensando sobre lo que se vio el otro día, cuando se viralizó un vídeo que mostraba un recorte de una mujer pobre que la recortaron hasta hacerle decir que no quería laburar, pero en realidad, cuando se vio todo lo que había dicho, decía que no quería laburar por 22 mil pesos del plan social, sino que quería laburar con derechos. Y los medios, pagados por los empresarios, la cuestionaron, como hacen con las mujeres pobres siempre, muchas de las cuales sostenemos la casa sola. Los medios discuten contra las mujeres y no contra los patrones, que pagan salarios de miseria. Piden auditorías contras las organizaciones sociales no a las empresas.”
Luego, Carla agregó: “Hoy estamos acá organizándonos por qué no nos van a venir a decir qué hacer, no nos van a callar como quieren. La mayoría de nosotras no podemos salir a disfrutar con nuestros hijos, al cine, a pasar el día del amigo o con nuestras amigas en el baile. Las trabajadoras pudimos entender que había otra salida, auto organizarnos para pelear por otra sociedad distinta, pelear contra una sociedad capitalista dónde el 30 de la producción de alimentos se desecha mientras peleamos para poder comprarle una milanesa nuestros hijos. Hoy compañeras contaron que recién cuando las despidieron conocieron a sus hijos, conocieron lo que les gustaba, pero ahí ya no tenían plata para poder hacer cosas con ellos. Contra esa sociedad peleamos. Y creemos que la pelea es común, con los compañeros de Bagley, de la asamblea. Las que están desocupadas. Queremos una vida mejor, una vida diferente.”
Jeremías, trabajador de un laboratorio, se acercó a la asamblea y pidió la palabra para agradecer el apoyo y acompañamiento que viene sintiendo desde el PTS para pensar cómo organizarse en su lugar de trabajo, frente al abandono del sindicato.
Los y las estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba también tomaron la palabra. Así, Victoria, estudiante de Sociología, se preguntaba: “¿cómo podemos aportar los y las estudiantes a la clase trabajadora que se quiere organizar?” Y señala que, para ella, en este sistema “está todo al revés” porque en lugar de “que se cubran las necesidades de los barrios, de las familias, sólo se garantizan las ganancias de los empresarios”. En la universidad, también está todo al revés porque los trabajadroes son quienes pagan con sus impuestos la universidad pública pero el conocimiento que allí se produce, no está al servicio de quienes garantizan la universidad sino de los ricos. La UNC tiene convenio con aceiteras, con EDISUR y los grandes negocios inmobiliarios. Y nosotros, no queremos estudiar para que en las empresas nos contraten para ayudarlos a aumentar la productividad del trabajo obrero y la explotación”. Cuando nos ponemos un poquito a repasar la historia, podemos recordar el ejemplo de la zona de Ferreyra, acá en Córdoba, donde en los 70, se coordinaban desde las fábricas con le barrio y los estudiantes para defender los derechos laborales y de la zona. Por eso nosotros creemos que la universidad, recordando esa historia, tiene que ayudar a poner en pie casas culturales socialistas desde las que podamos hacer relevamiento de las necesidades del barrio, los derechos de los trabajadores de la zona, y hacerlo con los propios trabajadores para mostrar la realidad que viven los compañeros de los barrios populares. Nosotros le queremos responder a la universidad desde ahí, queremos aportara a esa unidad de la clase trabajadora y fortalecer los espacios de organización.”
Jorge trabajador de la construcción, empleado por la Cooperativa Horizonte, agradeció al PTS por el apoyo a la lucha que dieron los compañeros por las condiciones de trabajo y el salario, y lo propio hizo Maxi, trabajador precario de la toma de barrio de Chingolo y la experiencia contra el desalojo y por el derecho a la vivienda. Una de las principales conclusiones que sacaban de esta experiencia es que “al pobre sólo lo ayuda el pobre”.
Finalmente, tras casi 3 horas de intenso intercambio y debate, Laura Vilches, legisladora y concejal (MC) del PTS, cerrando al asamblea, remarcó el orgullo que le generaba poder ser parte de esta instancia de organización, "donde se observaban avances en la conciencia y en la organización de la clase trabajadora y eso es alentador porque ante la crisis que hay, que es grande, los tiempos de ataque de los patrones, los gobiernos y las burocracias se van a acelerar. Frente a esto, hay que observar que en cada crisis, como contaba Coco Luna, la clase trabajadora, si no resiste, sale peor de cómo estaba porque con cada crisis, lo que quieren es quitarnos derechos. La juventud, hoy, que trabaja precarizada, sabe que no vive mejor que sus viejos, y ante cada crisis, ellos quieren que en lugar de tener más derechos, aceptemos que cada vez será menos a lo que podamos aspirar. Frente a eso, nosotros decimos NO. Y quienes militamos en el PTS queremos que estas asambleas nos permitan prepararnos, no sólo para intercambiar experiencias, conclusiones sino también para pasar a la acción."
Por eso, agregó, "estos próximos días tenemos una cita de honor, para defender a las organizaciones sociales planteando un salario de emergencia , aumento de los miserables planes. Acá está claro que todos queremos la unidad, la juventud poniendo el conocimiento al servicio de develar lo que viven los laburantes, unidos entre todos, para exigirle a las centrales sindicales que están mirando para otro lado, que convoquen a un paro nacional ya, que de inicio a un plan de lucha discutido desde las bases, que ponga un freno al ajuste".
"Es muy importante esto, porque profundizando la organización desde abajo, podemos pararles la mano, porque nosotros tenemos el control: en las fábricas producimos nosotros, nosotros debemos tener el control, en las escuelas estamos nosotros, nosotros las tenemos que controlar. Como decía Carla, no tenemos por qué ver cada día, ahora con el frío, cómo se queman las casillas porque tienen calefacción insegura, no tenemos que aceptar que los chicos no tengan ni derecho a comprarle un libro o disfrutar. Queremos que el salario nos alcance, queremos tener tiempo para vivir, y también queremos tener tiempo para organizarnos y debatir cómo ponemos en pie una sociedad distinta."
Luego, señaló: "quienes nos llamamos socialistas, peleamos por una sociedad distinta donde la riqueza que producimos sean para todos, por eso peleamos contra el capitalismo, contra los empresarios y sus gobiernos y mientras peleamos por conquistar derechos como la reducción de la jornada laboral, o el aumento de emergencia de los salarios y las jubilaciones, o el no pago de la deuda, pensamos que otra sociedad es posible. Porque inclusive, podríamos conquistar en algunas fábricas, luchando como los obreros de Bagley, algún derecho más, o tal vez en alguna rama de la producción podemos tener mejoras, pero ante cada nueva crisis del capitalismo, los empresarios vienen otra vez a querer quitarnos todo lo logrado. Y no es justo, queremos luchar para de una vez por todas, conquistar lo que nos merecemos porque somos la clase que lo produce todo, que mueve el mundo. Por eso somos socialistas. Y nosotros queremos imaginar con ustedes, toda la fuerza que se podría desplegar, con toda nuestra creatividad para organizar la vida distinta, para que todos tengamos tiempo para que cada uno se desarrolle en lo que más quiera. así como estamos acá reunidos, podríamos estar discutiendo como planificar nuestro tiempo, nuestra vida, como se reordena la producción para trabajar menos. Pero necesitamos ser más."
Para darle continuidad a esta militancia común, y retomando la propuesta que hiciera una trabajadora de limpieza en la misma asamblea, Laura Vilches observó: "Nos parece que seguramente, cada uno y cada una de ustedes conoce a alguien a quien le parece bien lo que decimos, lo que proponemos en la televisión o las radios, lo que escucha o lee en las redes sociales y los medios de comunicación, y queremos proponerles que inviten a nuevas personas, nuevos compañeros y compañeras que conozcan a las próximas asambleas. Se nos ocurría que como en un mes, en agosto, vienen a Córdoba los referentes Myriam Bregman y Nicolás del Caño, podamos aprovechar esa oportunidad para invitar a nuevos compañeros y compañeras. El próximo 19 de agosto, queremos hacer una cena y volver a encontrarnos para conversar, para charlar cómo seguimos con ustedes y estos compañeros, para que se sumen muchos más.” |