En medio de las turbulencias generada por los recambios en el Gabinete y con el objetivo de seguir saciando el apetito de los especuladores, el Banco Central anunció una suba de la tasa referencial Leliq para el plazo de 28 días pasando del 52% al 60% anual previo. Se trata de un aumento de 800 puntos básicos con los que la entidad monetaria busca responder al pedido de los “mercados” y del FMI. Se trata de la séptima suba de tasas de referencia en lo que va de 2022, de esta manera se espera que el rendimiento se siga aproximando a ser positivo, como exigen desde el Fondo.
La medida de Pesce va en línea con la adoptada previamente desde el Tesoro de la Nación, que decidió pagar por la Letra a Descuento (Lede), una Tasa Nominal Anual (TNA) del 70% con el objetivo de evitar una mayor sangría de divisas vía el Contado con Liquidación.
De esta forma la recién llegada Ministra de Economía, Silvina Batakis, logra captar en su segunda licitación una suma de $318.200 millones. Logrando además patear el 70% de los vencimientos para el año que viene.
Esto se traduce en una Tasa Efectiva Anual (TEA) superior al 90% lo que sin dudas significará un cambio en la orientación de la política monetaria, dado que se estaría inaugurando un período de tasa de interés real positivas si tenemos en cuenta la tasa de inflación proyectada para el corriente año.
El total del financiamiento recibido se compone de la siguiente cartera de instrumentos: el 64% ajustable por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), el 29% a tasa fija (Lede) y el 7% bonos dólar linked los que se ajustan de acuerdo con la cotización de esta divisa (C3500 tipo de cambio mayorista).
Las subas de tasas en un contexto inflacionario, no son exclusivos de Argentina, este miércoles la Reserva de los EE.UU. en 0,75 puntos y la apreciación de la divisa estadounidense en consecuencia.
Señales que da un Gobierno a los especuladores para que sigan amasando grandes fortunas mientras al mismo tiempo el conjunto de la población sigue sufriendo la caída de su poder adquisitivo con una inflación que no parece encontrar aún su techo.
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