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· El programa anterior de El Círculo Rojo hablamos sobre producciones infantiles y roles de género en las cosas diseñadas “para nenas”.
· Hoy es más fácil identificar los estereotipos alrededor de las mujeres y lo que se señala como femenino. Es parte de los debates y la movilización de los últimos años.
· Sabemos que los roles asignados a los géneros están relacionados con los valores alrededor de los cuales está organizada la sociedad.
· En una sociedad machista, no es lo mismo ser varón que ser mujer, pero los estereotipos también actúan sobre los varones.
· Porque no alcanza con discriminar un género, señalarlo como inferior. También hay que decirle al otro cómo actúa el que domina, el que manda. Nada de esto es natural.
¿Qué es un varón? Primeros pasos
· Hoy hay varias discusiones sobre el machismo pero hablamos menos de la masculinidad y qué imágenes se reproducen alrededor de cómo deberían comportarse los varones.
· El antropólogo David Gilmore dice en su libro Haciéndose hombre que el código masculino, el culto a la masculinidad, incluye un elemento de dominio que presupone que el hombre es superior a la mujer. Por eso, las imágenes que se reproducen a su alrededor refuerzan esa idea.
· Ser varón significa, primero, no ser mujer. Y esto significa eliminar determinadas sensaciones, comportamientos y sensibilidades. Es más frecuente que las mujeres hagamos cosas etiquetadas como masculinas o no estrictamente como femeninas, no porque estemos menos influidas por los estereotipos sino porque nadie se burla o se ríe de “lo masculino” pero sí “de lo femenino”.
· Algo de eso explica que a un varón muy joven le parezca atractivo pintarse las uñas o jugar a acunar un bebé. Pero deja de hacerlo cuanto más socializado está porque empieza a darle vergüenza. En ámbitos como la escuela o un cumpleaños los varones no quieren ser confundidos con una mujer.
· Aunque hoy circulan mucho más discursos alrededor de la igualdad, en el día a día hay muchos mensajes que dicen que no es tan así. Casi en cualquier momento de su vida, a un varón le llega una imagen de que los varones son fuertes, alguien te dice que no debe actuar “como una nena”.
· El ideal masculino, el “verdadero hombre”, incluye varios comportamientos, entre ellos la fuerza, el coraje, sigue incluyendo la heterosexualidad. De lo contrario, la sociedad o el grupo de pertenencia lo sanciona. ¿Cómo? Asociándolo a las mujeres, que ya se intuyen como no iguales y tienen asociadas imágenes de debilidad e inferioridad.
· Entre varones muy jóvenes la sanción tiene mucho peso. ¿Cuántas veces escucharon “corre como una nena”, “llora como un maricón o una chica”, “es poco hombre”? Y para demostrarlo, el código masculino conlleva agredirse o disciplinarse entre sí.
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Los mundos de ellos
· Existen otras imágenes, que en sí mismas no dicen nada malo, pero funcionan en un contexto. Es lo que pasa con los juegos y juguetes, que en general brindan a los varones muchas opciones: juegos al aire libre, deportes, aventuras, al infinito y más allá.
· Los personajes y las historias nos muestran mundos posibles, nos dan una idea de lo que podemos ser y hacer. Por eso muchas críticas feministas señalan la falta de variedad en los personajes femeninos. Y tienen razón, pero no desconocen las implicancias.
· En 2022, cuando existen muchas opciones de entretenimiento y producciones infantiles siguen reproduciéndose imágenes asociadas a un género y a otro. La mayoría de los superhéroes siguen siendo varones, las mujeres son creadas a partir de tramas donde los protagonistas eran ellos. Hoy hay muchas más pero siguen siendo minoría o están pensadas para un público femenino. ¿Cuántos varones se disfrazan de Capitana Marvel?
· Hoy existen muchos debates alrededor del género, pero sigue siendo más probable que un varón reciba una pelota de fútbol y no un muñeco de bebé. En la mayoría de las jugueterías, los juegos asociados a destrezas físicas o aventuras se encuentran en la sección de varones y los electrodomésticos en la sección de mujeres. Sobre esa elección que parece accidental se van a construir imágenes e ideas y desembocan en estereotipos más complejos.
· La masculinidad tradicional atraviesa hoy varios cuestionamientos. Como suele pasar, todo es más lento en las jugueterías y del otro lado de la pantalla. Por eso nunca es demasiado temprano para salirse del guión y aprovechar la amplitud de historias que existen y pensar qué dicen las producciones masivas.
· Las mujeres llevamos mucho tiempo pensándonos, la desigualdad y lucha contra la opresión invitan o empujan a hacerlo. Los varones se deben más reflexiones, es un poco más lento pero hoy los debates acompañan a los que quieran repensar su lugar. | 
