Sandra y Rubén habían ido temprano para garantizar que los pibes pudieran tener su mate cocido caliente cuando entraran a la escuela, como hacían cotidianamente, sosteniendo la educación pública a pulmón.
Cuando nos enteramos del crimen social de Moreno muchas y muchos de nosotros estábamos trabajando en nuestras escuelas y nos llenamos de odio, bronca y tristeza al conocer la noticia.
Esa bronca impuso el paro provincial de los gremios docentes y también una medida de fuerza de gremios estatales, desde las primeras horas del día 3 de agosto, un día después del crimen social de Sandra y Rubén.
La denuncia por la existencia de una fuga de gas en la institución había sido realizada por lo menos en 8 ocasiones. La muerte de Sandra y Rubén fue un crimen social que destapó la aguda crisis que atraviesa la educación pública desde hace décadas.
Responsabilidad estatal y años de desinversión educativa
La explosión podría haber sido evitada si las autoridades provinciales con la ex gobernadora Maria Eugenia Vidal a la cabeza, el entonces ministro de educación Sanchez Zinny y el municipio de Moreno –dirigido por el kirchnerista Walter Festa- hubiera priorizado la educación pública con presupuesto e inversión en infraestructura.
Hoy seguimos peleando contra la impunidad y exigiendo castigo a los responsables políticos del crimen de Sandra y Rubén. El Estado es responsable.
En 2021 otra escuela volvió a explotar. Esta vez fue en Neuquén, una de las provincias más ricas del país basada en el extractivismo contaminante de Vaca Muerta y la persecución a los pueblos originarios. Nicolás y Mariano fallecieron mientras realizaban tareas de mantenimiento en la escuela albergue nº 144 de Aguada San Roque. Mónica Jara, una maestra que se había recibido hace muy poco, fue trasladada al hospital, no se pudo recuperar y murió el 12 de julio.
En 2018, en el distrito de Moreno y en otros lugares de la provincia transcurrieron días y meses antes de que retornaran las clases en muchas escuelas. Los arreglos prometidos se hicieron lentos y en muchos casos incompletos. María Eugenia Vidal, que se había llenado la boca diciendo que “por culpa de los paros se pierden días de clase”, en esta ocasión no pareció importarle que miles de estudiantes no pudieran asistir a las escuelas por su propia responsabilidad.
Los que caminamos a diario por las escuelas siempre supimos que se perdían decenas de días de clase a causa de los graves problemas estructurales que sufren las escuelas.
Este año, en el inicio del invierno y en medio de olas de frío, hubo centenares de escuelas donde se suspendieron las clases por falta de calefacción y condiciones para trabajar.
Con la conducción de Suteba totalmente borrada, desde cada escuela y en unidad con la lista Multicolor, se organizaron movilizaciones y asambleas exigiendo presupuesto y arreglos inmediatos. En Quilmes , La Plata y La Matanza docentes, auxiliares, familias y estudiantes ganaron las calles.
El estado calamitoso de miles de establecimientos educativos de la provincia que viene desde los noventa, pasando por los gobiernos de Scioli y Vidal, no fue ni es una novedad ni para los trabajadores de la educación, ni para los estudiantes, ni para las familias. Hay un sistema educativo provincializado , que fue la base de la desinversión en educación pública y que fue mantenida por todos los gobiernos, incluso con la Ley de Educación Nacional del 2006, bajo el gobierno de Néstor Kirchner.
Mientras se siguen destinando millones para pagar una deuda ilegal e ilegítima y se favorece al agropower vemos como las escuelas públicas se vienen abajo. A la vez que se profundiza el ajuste contra el pueblo trabajador, en medio de una descomunal crisis política y económica que sacude al kirchnerismo.
En el acuerdo paritario 2019 con el gobierno de la provincia de Buenos Aires se incluyeron los 12 puntos de infraestructura de Escuelas seguras, que toman en cuenta las recomendaciones de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Ninguna de ellas se cumplió en su totalidad.
Es necesario un aumento de presupuesto educativo y un plan de lucha nacional por todas nuestras demandas.
La semana pasada lxs docentes de Mendoza protagonizaron una movilización histórica con más de 25 mil personas. A su vez en Santa Fe, La Rioja, Chubut y Santa Cruz también se viene desarrollando un proceso de paros y asambleas exigiendo aumento salarial y contra el ajuste. En la provincia de Buenos Aires lxs docentes ATR vienen exigiendo la creación de cargos con plenos derechos.
¿Y la Ctera? y el Suteba?
A 4 años del crimen social de Sandra y Rubén Suteba Moreno ni siquiera convoca a paro. Mucho menos un paro provincial y un plan de lucha para que arreglen las escuelas, contra la precarización laboral y por la reapertura de paritarias.
Lxs compañerxs de la Lista Multicolor de Moreno participarán de la movilización exigiendo asambleas y plan de lucha. Desde Suteba Tigre se convoca a una asamblea y jornada de lucha, en el marco del aniversario del crimen social de Sandra y Rubén.
A su vez, vemos como la CGT y también Yasky le dan la bienvenida a Massa. Ya sabemos la tarea del nuevo superministro; viene a continuar con un plan: aplicar el ajuste que pide el FMI.
Mientras se profundizan las huelgas docentes, la Ctera mira para otro lado. Hoy es necesario, más que nunca pelear por un paro nacional que unifique todas las luchas provinciales, en unidad con el conjunto del pueblo trabajador, por todas nuestras demandas, para que las escuelas dejen de caerse a pedazos, por aumento de presupuesto educativo y reapertura de paritarias. |