Miles de trabajadores de otros sectores como estatales, salud, oficinistas, entre otros hemos recurrido a los Call Centers como única alternativa laboral tras la pandemia y sus implicaciones económicas con millones de despidos.

Miles de familias somos parte de uno de los sectores más precarios y explotados del conjunto de los trabajadores, con una baja oferta laboral la enorme rotación en los Call Centers o el paso temporal por los mismos son cosa del pasado, por lo que el problema de los bajos salarios que en la mayoría de las empresas no supera los dos salarios mínimos al mes comienza a ser un problema.

Las empresas aprovechan esta baja oferta laboral y la necesidad de nuestras familias para ir imponiendo condiciones cada vez más adversas: penalizaciones por retardos y faltas (muchas de ellas generadas por el cuidado de hijos e hijas) “malos procedimientos” o reglamentos internos que se encargan de “aumentar la calidad del servicio” dependiendo del giro de cada campaña, todo con el fin de reducir aún más nuestros salarios.

Cuando las empresas comienzan a imponer estas condiciones, la salida que se habla entre pasillos y mamparas es cambiar de trabajo, pero la situación no es particular de tal o cual empresa, sino de una situación económica nacional adversa para los trabajadores: en las últimas semanas hemos visto como nuestro salario cada vez alcanza para menos y es que estamos frente a una inflación en México que no se veía desde hace 21 años ubicándose en 7.68%.

Esto ha implicado que para que una familia pueda adquirir los 123 productos de la canasta básica se tenga que gastar $11,529 pesos a lo que habría que agregar el pago servicios (luz agua renta, etc.) es decir cerca de $22,182 pesos. En México 38 millones 670 mil 234 personas apenas perciben entre uno y dos salarios mínimos, que son los ingresos que regularmente se registran en los Call Centers, es decir, estamos hablando del 67.84% de la Población Económicamente Activa (PEA).

Lo anterior refleja que lejos de ser un problema de gestión de tal o cual campaña o empresa, es una situación generalizada que impacta a millones de familias y que, según las proyecciones para la inflación en el país, esta no va a disminuir por lo menos hasta el siguiente año.

¿Qué hacer frente a los bajos salarios y la creciente precariedad laboral?

Las empresas han aprovechado la rotación y precariedad en la rama de los Call Centers para imponer la idea de que es un trabajo de segunda mano o que somos desechables. Sin embargo, los Call Centers como parte del sector de las telecomunicaciones generan miles de millones de pesos en ganancias a partir de la precarización y explotación de miles de trabajadores en todo el país.

Por ello, lejos de ser desechables, los trabajadores de Call Center somos parte fundamental de las telecomunicaciones, pero nuestra enorme debilidad es nuestro tipo de contratación, muchas veces terciarizados o en el mejor de los casos con contratos individuales frente a la empresa lo que siempre nos desalienta a pensar salidas colectivas a la precariedad. Sin embargo, en Estados Unidos hemos visto como trabajadores bajo los mismos esquemas laborales y con condiciones precarias se han organizado en perspectiva de imponer a la patronal mejores condiciones laborales y salariales mediante negociaciones colectivas a partir de su sindicalización.

Es el caso de los trabajadores de Starbucks que en varias ciudades de Estados Unidos y más recientemente el triunfo de los trabajadores de Amazon, que le impusieron al hombre más rico del mundo Jeff Bezos, un sindicato para pelear por mejores condiciones laborales. Así como Hey LATAM, un call center en Argentina, recuperado y puesto en marcha bajo control de sus propios trabajadores organizados en asamblea.

Estos ejemplos son claves recuperarlos con el fin de abatir la idea que nos impone la patronal y el sentido común de que es imposible ganarle a las empresas.

Es necesario que los trabajadores de Call Center nos organicemos para poner en pie un sindicato democrático que responda a los intereses de las y los trabajadores, que imponga condiciones laborales dignas, que pelee con la fragmentación de nuestro salario con “bonos” que no deberían de estar condicionados por la empresa sino que deberían ser parte de nuestro salario, por menos tiempo de trabajo sin que esto impacte en nuestro salario.

Queremos llamar a los miles de trabajadores de los Call Centers a discutir de manera democrática cómo poner en pie un sindicato que responda a la base trabajadora, qué demandas construirían un pliego por empresa y gremio.

¿Un sindicato para qué?

Frente a la crisis económica y la inflación que no va a ceder es necesario que los trabajadores levantemos un reclamo generalizado: