El superministro de Economía Sergio Massa se prepara para darles nuevos y mayores beneficios a las grandes patronales del campo. Así lo confirman medios con accesos tanto a fuentes del Gobierno como a sectores de las grandes patronales y al mundo financiero.
La decisión, de hacerse efectiva, tiene su lógica. El nuevo titular de Economía quiere lograr que las grandes patronales -rurales y de otros sectores- liquiden los dólares que tienen en su poder. Para el Estado nacional y el Banco Central se trata de un problema esencial.
El Cronista, en una nota de Esteban Rafele, consiga que “el Gobierno propone dos "zanahorias" al sector agroexportador para que traiga dólares. La primera, la extensión de los depósitos en pesos atados a la divisa estadounidense a todas las empresas que adelanten exportaciones (...) La segunda, más importante para las cerealeras, consiste en la posibilidad de permitirles conservar, en dólares, los billetes que traigan para prefinanciar exportaciones, en vez de tener que liquidarlos al tipo de cambio oficial. Además, el Banco Central pagará una tasa de interés por esos depósitos”.
Hoy la obligación legal de las empresas es liquidar esos dólares en 15 días. A partir de una medida de este tipo, podrían conservarlos y dejarlos depositados en el Banco Central. Si bien este no los podría usar como reservas de libre disponibilidad, pero aumentaría su caudal de reservas brutas. Al mismo tiempo, las patronales del campo recibirían un dividendo por esos depósitos.
Por su parte, Ezequiel Rudman de Ámbito, anticipó que el Banco Central y el nuevo secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, analizan una medida que apunta a la eliminación del plazo de 15 días que la autoridad monetaria dispuso para liquidar en pesos las divisas que ingresan por la exportación de las cosechas, tanto de cereales como de soja.
El Gobierno se prepara para nuevas concesiones a las patronales agrarias, que presionan por una devaluación tras beneficiarse por los elevados precios internacionales.
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