La cifra de palestinos muertos en la Franja de Gaza por la ofensiva militar del Estado de Israel ascendió el domingo a 31, tras una nueva noche de bombardeos. Además, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, ya son 253 los palestinos heridos. Esta cifra incluye alrededor de cien niños, lo que desarma el argumento de las autoridades israelíes de que solo apunta a objetivos militares. La estrategia del Estado sionista ha sido histórica y sistemáticamente la de aterrorizar a la población palestina y así lo confirmó hoy el primer ministro israelí, Yair Lapid al declarar que “Esta operación continuará todo el tiempo que sea necesario”.
Sin embargo, tras haber alcanzado un objetivo clave con el magnicidio de dos altos mandos del grupo palestino Yihad Islámica Palestina (YIP), Israel se apresta a firmar un alto el fuego. La YIP anunció que "Se están llevando a cabo esfuerzos en el más alto nivel para alcanzar un cese al fuego en Gaza". Poco antes, medios locales habían informado que los esfuerzos de mediación por parte de Egipto habrían logrado importantes avances para implementar un cese de hostilidades esta misma noche.
El medio digital israelí Ynet reveló este domingo que el Ejército del Estado sionista considera que los objetivos de la actual ofensiva ya fueron alcanzados y por ende se habían intensificado los contactos en vistas de un alto el fuego. Poco después, Egipto anunció que una delegación de alto nivel de su gobierno llegó la tarde de este domingo a la Franja de Gaza para buscar la aprobación de la Yihad Islámica Palestina (YIP) a unas condiciones para una tregua que ya fueron aceptadas por Israel.
Tras una sangrienta jornada de violencia el sábado, el Ejército israelí continuó bombardeando sobre la Franja durante la noche y la madrugada del domingo e informó que atacó 140 objetivos del grupo palestino Yihad Islámica Palestina (YIP). Uno de estos ataques, mató a Jáled Mansur, líder del comando sur del brazo armado de la YIP en Gaza y segundo alto cargo del grupo muerto desde el comienzo de la ofensiva militar tras la muerte el viernes de Taysir al Yabari, que lideraba el comando centro y norte. Estos magnicidios son otro de los instrumentos terroristas que utiliza el régimen sionista que decide “preventivamente” asesinar figuras políticas o militares sin juicio ni derecho a la defensa.
Por otra parte, las alarmas antiaéreas continuaron sonando en las comunidades israelíes colindantes con Gaza tras el lanzamiento de más cohetes por parte del grupo palestino, que se estima ya disparó unos 600 proyectiles desde la noche del viernes. El sábado algunos de ellos alcanzaron la zona de Tel Aviv y este domingo se activaron las sirenas de alarma en las inmediaciones de Jerusalem. Se trata de cohetes de baja precisión (la mayor parte caen en zonas despobladas) y escaso poder de fuego, muy fáciles de interceptar por las modernas defensas israelíes que en muchos casos consiguen destruirlos poco después de su lanzamiento.
Según informó el Ejército israelí, su sistema de misiles tierra-aire Cúpula de Hierro mantiene una efectividad del 97%. De esta manera, hasta el momento no se han registrado víctimas mortales en Israel, que contabiliza 21 heridos leves, en su mayoría originados por las corridas hacia los refugios antibombas.
Además de las muertes, los heridos y destrucción de infraestructura, la ofensiva israelí ha agravado aún más la crisis humanitaria que vive la Franja de Gaza. Tras el cierre de los cruces fronterizos como medida punitiva el pasado martes, se quedó sin el combustible necesario para operar su única central eléctrica, por lo que los más de dos millones de habitantes de Gaza cuentan únicamente con cuatro horas de electricidad al día y los servicios básicos operan de manera muy limitada.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza informó este domingo que "En 48 horas, los servicios de salud se detendrán, tras la interrupción del funcionamiento de la central eléctrica y el agotamiento del suministro de combustible en los generadores de los hospitales". Estos cierres de frontera, corredores por donde ingresa ayuda humanitaria (alimentos, medicamentos, combustible), constituye otro de los crímenes sistemáticos que lleva adelante el régimen israelí y que demuestra que sus objetivos no se limitan al magnicidio de dirigentes, sino que se trata de un hostigamiento constante a la población palestina.
Además, el Ejército israelí está realizando operaciones en Cisjordania ocupada, donde esta madrugada sus fuerzas detuvieron a unos 20 palestinos bajo sospecha de pertenecer a la Yihad Islámica.
La ofensiva del régimen sionista comenzó el viernes con fuertes ataques "preventivos" sobre objetivos de la Yihad en Gaza (pero también civiles como vimos) ante lo que el Ejército describió como una "amenaza inminente" de ataque del grupo tras el arresto el lunes de uno de sus líderes en Cisjordania ocupada. En realidad, la detención se trató de una burda provocación del gobierno de Yair Lapid -que no resultó porque la Yihad no realizó ninguna acción violenta-, seguida de la ofensiva militar unilateral y sin excusas.
Al repudio formal que realizaron varios países árabes y la Liga Árabe, este domingo se sumó el de la Unión Africana cuyo presidente, Moussa Faki Mahamat, condenó "de manera enérgica" los "continuos ataques aéreos" del Estado de Israel en la Franja de Gaza, que "han matado a más de treinta civiles palestinos". Asimismo, repudió “la continua ocupación ilegal de los territorios palestinos” y reafirmó su apoyo a Palestina.
En cuanto a las versiones de negociaciones por un alto el fuego, la organización Hamas que gobierna la Franja, anunció que envió una delegación a El Cairo para participar de negociaciones con ese objetivo. En los tres días de ataques israelíes Hamas se limitó a declaraciones formales en un intento por mantenerse al margen de la situación y continuando su política de conciliación con el régimen sionista. |