De aquí en adelante las fuerzas militares chinas realizarán ejercicios periódicos en la línea media del Estrecho de Taiwán según informó la televisión estatal China. Dichas acciones se dan tras el viaje de la presidenta de la cámara de representantes de EEUU, Nancy Pelosi, viaje que tensionó las relaciones políticas entre dicho país y China.
Tras de la visita exprés que realizó la congresista, varios aviones militares y acorazados chinos han marcado una fuerte presencia en la línea media, espacios que ha sido entendido como una suerte de “frontera” tácita de la que militares de uno y otro lado normalmente no cruzan. Según la prensa y autoridades taiwanesas, los ejercicios militares representan ejercicios de “simulación de ataque” contra la isla.
El viaje de Pelosi, si bien fue criticado entre funcionarios del gobierno de Biden, es parte de las disputas hegemónicas que se vienen dando a partir de la guerra en Ucrania y las señales de “confianza” que está intentando dar desde EEUU a diversos aliados regionales como fue la OTAN en Europa, Israel en Medio Oriente o Taiwán en la zona del mar meridional de China, donde EEUU tiene intereses estratégicos y que han estado disputando desde hace décadas.
En los hechos, los ejercicios militares del Ejército Popular de Liberación chino (EPL) buscan ensayar el bloqueo estratégico de la isla y demostrar de esta manera la capacidad operativa que tiene China para reaccionar a cualquier escenario de guerra.
Mientras desde Taiwán interpretaron el viaje de Pelosi como un apoyo al movimiento independentista, EEUU aún no aclara cuál será su política con la isla. Y la dificultad de proponer una línea clara, deviene de su política de “ambigüedad estratégica” que a través de la Ley de Relaciones con Taiwán, en el supuesto caso de un ataque, el país se compromete a proporcionar medios para su defensa, cuestión que choca con el reconocimiento de “una sola China” que es parte integral de las relaciones diplomáticas que mantienen EEUU y China desde hace décadas.
Debido a todo esto es que el viaje de Pelosi no cayó bien en la administración de Biden que suma un elemento más de presión al abanico de situaciones que tiene abierto el demócrata que entre la guerra en Europa, la inflación y la recesión, ahora ve como posible una escalada de conflicto con el gigante asiático.
De conjunto todos estos hechos no son aislados y representan el convulsionado escenario internacional que se vive en la actualidad, donde las principales potencias hegemónicas del mundo buscan diversos caminos para hacer frente a la crisis económica post pandemia, los altísimos niveles de inflación que se vive en cada país, a los cual ahora se suman la guerra, la posible falta de combustibles en el hemisferio norte y las tensiones geopolíticas entre EEUU y China. |