En lo que va del año las cinco principales entidades bancarias obtuvieron utilidades positivas interanuales, siendo Banco Chile, el banco perteneciente al grupo Luksic la que se ubicó en primer lugar ganando más de $291 mil millones durante el primer trimestre [1], generando ganancias de un 79,5% en comparación al año pasado, y parte de esto se debe a la alta inflación que sigue enriqueciendo a la banca.
Aún así, desde su filial que opera en la bolsa, Banchile Inversiones han mostrado su total desprecio a las y los trabajadores, quienes han iniciado la primera huelga en la historia de la corredora, ya que hasta ahora desde la gerencia, presentada en Hernán Arellano, sólo habrían respondido a uno de los siete puntos que se encuentran exigiendo los huelguistas.
Durante este primer día de huelga, el sindicato que agrupa al 52% de los trabajadores se concentró a las afueras de la gerencia general con 200 trabajadores y trabajadoras para reclamar por el cumplimiento del petitorio que se encuentran llevando adelante. Además las y los trabajadores recibieron saludos desde otras organizaciones sindicales como la CUT y la Confederación Bancaria, donde la presidenta de este organismo y dirigenta del sindicato BCI, planteó que las demandas legítimas de las y los trabajadoras son las mismas en la rama, haciendo una llamado a la urgencia de la negociación ramal.
José Faúndez, presidente del sindicato de trabajadores de Banchile Inversiones expresó que “Recogimos el mensaje de la asamblea y la prioridad del sindicato es, ha sido y será velar por los beneficios permanentes, que aseguren el bienestar de todos y todas las trabajadoras, de todos nuestros sueños por cumplir”.
Y es que son concreto los puntos que entrampan un acuerdo por la nula voluntad de la empresa de Luksic, los cuales se encuentran relacionados principalmente con la modalidad y las asignaciones por teletrabajo; bono por reemplazo de jefatura, mantención de otras asignaciones, cupos sindicales y contingencias legales. En ese sentido la denuncia que hace Faúndez es que “No aceptamos que una empresa como Banchile, con este rango de utilidades, no quiera e insista en no compartir el éxito con quienes somos los principales artífices de estos resultados”.
Por su parte Banchile Inversiones redujo su pronunciamiento a que mantiene sus operaciones en funcionamiento a través de los trabajadores no sindicalizados y los equipos de emergencia, además de la atención a través de las plataformas digitales.
Toda la solidaridad por el triunfo de las demandas de las y los trabajadores de Banchile Inversiones
Desde La Izquierda Diario Chile, nos solidarizamos y apoyamos la lucha de las y los trabajadores de Banchile Inversiones, la filial que opera en la bolsa del Banco Chile perteneciente al clan multimillonario de los Luksic.
En momentos donde la inflación golpea fuertemente a las familias trabajadoras y de los sectores populares, es necesario que todas las luchas que surjan se fortalezcan en un sentido único para que la crisis la paguen los empresarios.
El grupo Luksic que durante décadas ha amasado grandes fortunas, que aumentaron inescrupulosamente sus ganancias durante la pandemia y que son conocidos en el mundo del trabajo por utilizar métodos fraudulentos como el multirut y las prácticas antisindicales, es un enemigo no sólo de las y los trabajadores de Banchile Inversiones, sino del conjunto de la clase trabajadora, por eso hay que rodear de solidaridad la huelga de las y los trabajadores contra el principal magnate del país que se hace más rico con la inflación mientras nuestras familias son las que cargan en sus hombros las consecuencias de la crisis.
A la vez, que toda huelga y lucha que se dé en este marco de aumento de la carestía de la vida, donde en julio la inflación anual llegó al 13% devaluando los sueldos de millones, sobre todos en sectores estratégicos como son las y los trabajadores ligados a la banca, es necesario exigir a la CUT, más allá de los saludos que pueda dar, impulsar desde las bases asambleas entre sindicalizado y no sindicalizados junto a los sectores populares para discutir un plan de lucha y un pliego único de demandas para que la crisis la paguen los capitalistas y no nuestras familias, luchando por el aumento generalizado de salarios y pensiones de $650 mil pesos, basta de salarios y pensiones de hambre por debajo de la línea de la pobreza; por el impuesto progresivo a las grandes fortunas para financiar un IFE para todos los cesantes; reajuste mensual de sueldos y jubilaciones según el costo de la Canasta Básica de Alimentos; nacionalización de las empresas de servicios como el Agua, Luz y Gas, terminando con lucro en los servicios de primera necesidad; control de precios en supermercados y grandes distribuidoras, la especulación con los alimentos debe terminar; y por la nacionalización de la banca y monopolio del comercio exterior, los grandes empresarios y familias más ricas del país no pueden seguir fugando capitales al extranjero donde se encuentra sus paraíso fiscales.
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