El 10 de agosto, contra viento y marea, más de 1500 docentes votamos para nuestro sindicato. Como se sabe existieron dos convocatorias, una la realizada por la burocracia de Montero entregador de nuestras conquistas y otra por su antigua Secretaria Adjunta que rompió con él, Gabriela Giagante.
Montero, burócrata atornillado hace años quiso autoproclamarse “ganador”, sin haber hecho elecciones en base al fraude y la proscripción. El Ministerio de Educación y de Trabajo de Morales, recibieron públicamente a Montero cuando se proclamó ganador y se negó a dar el aval a la elección del 10 de agosto.
Sin embargo, sufrieron una derrota dada por cientos y cientos de docentes. Sin posibilidad de contar con licencias para fiscalizar, sin autorización para usar las escuelas para la votación, con amenazas de sanciones hechas por el propio Montero, usando en algunos casos las salas de profesores, gacebos y autos cómo cuarto oscuro fuimos a votar. Los fiscales tuvieron que perder en muchos casos el presentismo o días de descanso para poder ser parte. Así y todo las y los docentes fuimos masivamente a las urnas para darle un golpe a Montero y a su amigo Morales.
También se expresó el descontento con la Violeta encabezada por Giagante, que fueron parte de dejar pasar los ataques de los últimos años que llevaron a nuestro salario a niveles de pobreza. La alta participación se da en un marco de luchas de docentes en muchas provincias del país, con masivas movilizaciones en Mendoza y Rosario en el marco de un paro nacional de CTERA del que por responsabilidad de estos dirigentes no fuimos parte como deberíamos. La elección y la alta participación es una demostración del rechazo de la docencia a la situación a la que nos han llevado y es un paso importante para ponernos de pie, como en muchas otras provincias, para recuperar todo lo que perdimos en estos años.
En este marco, la mayoría de los docentes votaron por la lista Morena, siendo un golpe para la Violeta que durante años fue piel y uña con Montero. Este resultado debe ser reconocido por la Junta Electoral que conduce la Violeta.
Junto con esto es necesario dar la pelea para que la elección y las autoridades que surgen de ella sean formalmente reconocidos por las autoridades ministeriales y puedan discutir nuestro salario y condiciones de trabajo, ya que para eso necesitamos el Sindicato. Es necesario convocar a asambleas y organizar una pelea seria porque el Ministerio posiblemente se niegue a aceptar la voluntad de los y las docentes. La nueva directiva tiene la posibilidad de ponerse a la cabeza de organizar esta pelea indispensable. La voluntad de los y las docentes se vio el día 10 y en ella nos tenemos que basar para ganar esta pelea por el reconocimiento del Sindicato y para impedir cualquier tipo de intervención por parte del Ministerio o los gobiernos.
La Lista Bordó, que se presentó por primera vez, obtuvo alrededor de 100 votos, saliendo segunda en Ledesma y con buenos resultados en San Pedro donde tenemos mayor militancia y presencia. De esta forma comenzamos a poner en pie una corriente clasista, de total independencia del gobierno provincial y nacional, que impulsa las asambleas como método de participación y resolución para luchar por nuestras demandas en el gremio gracias a la militancia de muchos y compañeros y compañeras que difundieron nuestras propuestas llegando a cientos y cientos de docentes.
Desde este lugar, exigimos que la Junta no dilate la difusión de los datos que dan ganadora indiscutible a la Morena y pondremos nuestra fuerza para imponer que la nueva directiva sea reconocida oficialmente. |