El Gobierno informó este viernes a través de Flavia Royón, secretaría de Energía, que la semana que viene” se oficializará el nuevo esquema tarifario para el gas y la electricidad acordado con los empresarios y a pedido del Fondo Monetario Internacional.
El nuevo tarifazo en materia de servicios esenciales, debía anunciarse el pasado jueves, pero se postergó al difundirse el índice de inflación. La idea era no dar ambas “malas noticias” para las mayorías populares juntas y dejar así nuevamente en evidencia que el Gobierno pretende junto a los empresarios, que la crisis la paguen los trabajadores, recortando el gasto público como piden desde Washington y demonizando a quienes luchan por trabajo genuino.
El esquema, según informó Royón incluirá especificaciones sobre la segmentación como el tope de consumo por zona y sector. Prometen que “tendrán en cuenta el clima” y que los nuevos valores mantendrán la tarifa vigente a los niveles 2 (de menores ingresos) y 3 (de ingresos medios). Pero cómo el consumo que supere los 400 kwh no será subsidiado, gran parte de la población deberá pagar un fuerte aumento.
Frente a este nuevo ataque al bolsillo, es necesaria una suba de emergencia de los salarios, las jubilaciones y los planes sociales. Para que los salarios no sigan perdiendo mensualmente contra la inflación reapertura de paritarias libres, y clausula gatillo que se actualice automáticamente mes a mes.
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