El 10 de agosto, a pesar de todas las dificultades para llevar adelante la elección, votando en la vereda, sin autorización para usar las escuelas, con amenazas de sanciones, sin licencias para los fiscales, las y los docentes votaron para darle un golpe a Montero y a Morales. Votó un 45, 73% del padrón, decidiendo que la lista Morena sea la nueva conducción con 641 votos.
Montero, burócrata atornillado hace años quiso autoproclamarse “ganador”, sin haber hecho elecciones en base al fraude y la proscripción. El Ministerio de Educación y de Trabajo de Morales, recibieron públicamente a Montero cuando se proclamó ganador y se negó a dar el aval a la elección del 10 de agosto. Sin embargo, sufrieron una derrota dada por cientos y cientos de docentes.
Desde la agrupación 9 de abril – Lista Bordó manifestaron que "la elección fue masiva y un claro pronunciamiento contra todo tipo de maniobras de Montero y el gobierno. Es necesario convocar a asambleas y organizar una pelea seria porque el Ministerio posiblemente se niegue a aceptar la voluntad de los y las docentes. La nueva directiva tiene la posibilidad de ponerse a la cabeza de organizar esta pelea indispensable, nosotros pondremos todas nuestras fuerzas para que sean formalmente reconocidos por las autoridades ministeriales y puedan discutir nuestro salario y condiciones de trabajo, ya que para eso necesitamos el Sindicato". |