Luego de poco más de dos años de que Lucas muriera a manos de los oficiales de la bonaerense finalmente empezará el juicio contra los policías Cintia Benitez y Ezequiel Duarte. Será en el Patio de las Américas de La Universidad Nacional de la Matanza.
Los dos agentes del orden están imputados por el "homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego" en el caso de Lucas, y por la "tentativa de homicidio" en el caso de Gonzalo.
Gonzalo es el amigo de Lucas que iba con él en moto aquella noche cuando Lucas festejaba sus 18 años y salieron a comprar una gaseosa, pero se encontraron con dos asesinos uniformados que terminaron con la vida de Lucas y casi lo hacen con la de Gonzalo.
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Cabe destacar que todas las pruebas fueron aportadas por la familia, vecinos y organizaciones de DDHH que estuvieron desde el primer momento peleando para que este caso no quede impune. Porque desde el Estado ya habían puesto en marcha un aceitado mecanismo de encubrimiento que incluyó tomarle declaración a Gonzalo dentro de la comisaría de González Catán sin un adulto - siendo que Gonzalo al momento era menor de edad - y lo obligaron a decir que estaban robando.
Recordemos el asesinato de Lucas ocurrió en el marco de la cuarentena represiva establecida por el gobierno qué envalentonado a las fuerzas de seguridad para actuar con absoluta impunidad. El ministro Sergio Berni - quien semanas atrás declaró que puso su renuncia a disposición de Kiciloff y no fue aceptada - había estado un día antes en La Matanza haciendo sus pantomimas de corte militar con los policías bonaerenses.
El caso de Lucas Veron es un caso más de gatillo fácil en manos de la bonaerense, un caso más de impunidad. Hace más de 2 años Lucas, luego del festejo de sus 18 años, viajaba en moto con un amigo a un kiosco de Villa Scasso. En ese viaje la policía los persiguió a los tiros y disparó por la espalda asesinando al joven de la Matanza. Un caso de fusilamiento, de gatillo fácil de la maldita bonaerense.
Esta impunidad fue la misma que actuó contra los sectores populares durante todo ese periodo, teniendo casos emblemáticos como Facundo Castro también en la provincia de Buenos Aires y Luis Espinoza en Tucumán.
Pero esta impunidad no es porque sí. Darle poder al aparato represivo es parte de un gobierno que descarga los costos de la crisis sobre el pueblo trabajador y sabe que habrá respuesta, por eso se prepara para reprimir. Por eso desde la juventud del PTS denunciamos fuertemente la decisión del gobierno y la oposición de derecha de pactar un claro rumbo junto al FMI, porque sabemos que esto implica un deterioro mayor de las condiciones de las y los trabajadores y que recae fuertemente en la juventud que ya sufre la precarización laboral y la desocupación.
Mientras los jóvenes no consiguen empleo genuino, las puertas para ingresar a la policía u otra fuerza represiva siempre están abiertas con un sueldo en blanco, obra social y demás beneficios. El ajuste del Estado nunca se aplica a las fuerzas del orden.
Por eso es fundamental este 16 y 17 ser miles de jóvenes, trabajadores, familias en el juicio por Lucas. Porque como dice su madre, cada vez que tiene ocasión “esto no es sólo por Lucas, es por todos los pibes caídos por el gatillo fácil, y para que no le vuelva a ocurrir a ninguno, nunca más”. Desde La Izquierda Diario estaremos presentes para acompañr a la familia y difundir el resultado de este primer juicio.
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