En medio de la campaña por el plebiscito constituyente- a dos semanas de la votación- se reunieron tanto la UDI como RN, en la región de Valparaíso, mientras la UDI, se centró en analizar el impacto de la opción “rechazo” ya dando como ganadora esa opción, por su parte RN se concentró en qué opciones tener después del plebiscito del 04 de Septiembre, donde se debaten entre un posible nuevo proceso constituyente o panel de expertos, luego del triunfo del rechazo, en lo cual coincide con la UDI. Este último punto no estuvo muy por fuera de lo que ya viene ofreciendo el oficialismo, en donde el mismo Gabriel Boric, ya habla de seguir extendiendo el acuerdo que ya fue tomado por el oficialismo, incluyendo a la Derecha, llamándola a que envíen sus propuestas respecto al plebiscito. Es decir, no solo continuando la cocina, sino que ampliándose directamente con los sectores del Rechazo.
A dos semanas de la elección, lo cierto es que existen más incertidumbres que certezas, respecto a cuál será la opción ganadora. Los diversos partidos y el régimen político siguen moviendo sus cartas, para favorecer una u otra opción, pero también para garantizar gobernabilidad en un Chile profundamente golpeado por la crisis económica y donde las demandas exigidas en la rebelión de octubre de 2019 no han sido resueltas.
Es en este marco, que surgió la cocina oficialista, donde desde el Partido Comunista hasta Socialismo Democrático, entraron a esta, para así buscar responder a los pedidos de la derecha de comprometerse a moderar aún más la Nueva Constitución, donde el apruebo “a secas”, ya no existe, porque se ingresarán reformas, en el caso de que gane esta opción y será el Congreso quién decida el texto final. Esta ubicación del gobierno, de ceder, ceder y ceder, sólo envalentona a quienes defienden la constitución Pinochetista, quienes se apropian de discursos de cambio, para que realmente nada cambie y que sean los mismos políticos y partidos neoliberales de los últimos 30 años quienes decidan. La receta de la política de los consensos, parece ser, no solamente parte de la educación política de Gabriel Boric, sino que también su forma de comprender su programa de gobierno, y es que, desde que llegaron al poder, han tomado decisiones que le llevan agua al molino a los sectores del rechazo y fortalecen sentidos comunes a derecha, como son la continua militarización del Wallmapu- igual que Sebastián Piñera- , o la defensa de la agenda securitaria tirándose con todo contra el comercio ambulante, desde alcaldes, gobernadores y ministros- igual que Piñera- en un país donde el 46,4% del empleo recuperado desde la pandemia, es empleo informal, por lo que podemos inferir que muchos de quienes se encuentran en ese porcentaje, hoy se encuentran laborando en el comercio ambulante.
Aún está por verse, qué pasará con la propuesta del Gobierno, de recibir las propuestas de la Derecha, todo parece indicar que la Derecha, hará propuestas posterior al 04 de Septiembre, para medir la cancha y su propia correlación de fuerzas con el Gobierno.
En medio de los muñequeos y movimientos del régimen político, que solo buscan beneficiar a los mismos de siempre y sostener los pilares del Neoliberalismo, es necesario levantar una voz independiente de la clase trabajadora. Una alternativa que se proponga dar solución a los problemas estructurales que aqueja al pueblo trabajador, luchando por medidas básicas para enfrentar la inflación y la recesión como la fijación de precios, salarios y pensiones no inferiores a 650 mil pesos. Hay que poner fin a los despidos, y fin al robo de las AFP y las pensiones de hambre. Todo esto, ligándolo a soluciones de conjunto, como la nacionalización de los recursos naturales bajo gestión de las y los trabajadores y comunidades. |