Tras dos paros de 48hs y 72hs y movilizaciones masivas de las y los trabajadores de la educación, el gobierno de Rodolfo Suárez tuvo que reabrir la paritaria que había cerrado por decreto. Una gran lucha, acompañada de las familias y estudiantes, logró que el gobierno de un paso atrás y tenga que proponer nuevos aumentos. Sin embargo, Suárez y Thomas pretenden engañarnos con campañas publicitarias cuando lo cierto es que lo que llevaron a la paritaria sigue estando por debajo de la inflación y busca reducir el impacto que tiene en nuestro sueldo en la zona y otros ítems. Veamos.
El decreto que estableció unilateralmente el gobierno establecía un 12% de aumento para agosto sobre la asignación de clase (el llamado “básico”), y un 6% para cada mes en septiembre, octubre y noviembre. Esto daba un acumulado para agosto de 37% de aumento en el básico, con una inflación del 47,9% con los datos de julio. Es decir, 10,9% por debajo de la inflación.
En relación al Estado Docente, un ítem de menor proporción dentro del sueldo y que solo impacta en el ítem aula y la antigüedad, el aumento del decreto establecía un 25% para agosto, 7% en septiembre y 6% para octubre y noviembre. Teniendo de esta forma un acumulado del 51% en agosto, apenas 3% sobre la inflación, que no compensa la pérdida que representa el atraso en la actualización de la asignación de clase.
Luego de la reapertura de la paritaria, el gobierno plantea una segunda propuesta que consiste en subir 35% el Estado Docente en agosto, 9,5% en septiembre, 7% en octubre y 7% en noviembre. Sin embargo, no plantea nada nuevo sobre la Asignación de Clase para Agosto, dejándola en el 12% establecido por decreto -que implica una pérdida acumulada en el año hasta el mes de julio del 10,9%-, un 7% para septiembre, un 8% para octubre y un 7% para noviembre.
POR DEBAJO DE LA INFLACIÓN
Según las propias simulaciones que difundió el gobierno, con la última propuesta una maestra con 10 años de antigüedad y 50% de zona cobraría en agosto un 43,19% más de lo que cobró en diciembre de 2021. Con una inflación a julio (ya que los datos de agosto se publican a mediados de septiembre), del 47,9%, implica una pérdida real del salario neto del 4,71%.
Maestra Diciembre Agosto Noviembre
10 años Antigüedad $ 54.150,89 $ 77.541,28 $ 87.982,45
50% zona 43,19% 62,48%
En el caso de una preceptora con 15 años de antigüedad y 50% de zona, el salario neto de agosto queda 4,36% por debajo de la inflación. Para el caso de las y los celadores con 10 años de antigüedad y 50% de zona, la propuesta implica un 5,48% por debajo de la inflación. En secundaria, las y los profesores, en el mismo esquema, cobrarían 1% por debajo de la inflación.
Preceptora Diciembre Agosto Noviembre
15 años antigüedad $ 56.813,80 $ 81.553,28 $ 92.603,03
50% zona 43,54% 62,99%
Celador Diciembre Agosto Noviembre
10 Antigüedad $ 40.213,76 $ 57.270,67 $ 65.261,36
50 Zona 42,42% 62,29%
24 Hs. Cátedra Media Diciembre Agosto Noviembre
15 antigüedad $ 62.814,92 $ 92.319,65 $ 104.383,13
60% zona 46,97% 66,18%
Solamente el aumento llega al 77% ubicándose un 29% arriba de la inflación acumulada cuando las y los docentes trabajan en escuelas con un bajo ítem zona o recién se inician, por la aplicación de la cláusula de garantía que debe asegurar el salario mínimo. Se trata de una política que, en vez de aumentar los sueldos del conjunto de las y los trabajadores de la educación, deja que la mayoría de los docentes pierda frente a la inflación y la distorsión de la escala salarial de su carrera docente, para aumentarle a una minoría que recién se inicia o trabaja en escuelas sin zona desfavorable, para hacer marketing político con publicidades engañosas. Aunque vale aclarar también, que aún en este caso, es pan para hoy y hambre para mañana, ya que lo que se aumente en los meses siguientes se descuenta de la cláusula de garantía. De esta forma en noviembre, según las proyecciones de inflación que establecen un mínimo del 90% anual, nuevamente los que recién se inician o no tienen zona van a estar por debajo de la inflación.
Maestro Diciembre Agosto Noviembre
0 antigüedad $ 40.189,35 $ 71.159,11 $ 71.648,07
10% zona 77,06% 78,28%
¿Por qué sucede esto? Porque la propuesta del gobierno se basa en dejar 10,9% por debajo de la inflación la asignación de clase, que es el básico sobre el cual se calcula la zona y otros ítems. Es decir, que, si la asignación de clase pierde 10,9% con la inflación, también pierden con la inflación los demás ítems que están atados a ese básico. Otros ítems, como el ítem aula y la antigüedad, se calculan también sobre el Estado docente, por lo cual la pérdida es menor -entre 1% y 3% según el cargo- pero también van a pérdida.
Por otro lado, no se plantea ningún aumento sobre el bono de compensación paritaria acordado con la nueva conducción del SUTE a principios de año, ubicado en $7200 desde Enero. Una suma fija que deja todos los ítems salariales de la carrera docentes planchados y que comparado con lo $6000 que se pagaron en Diciembre, en agosto tiene una pérdida real por la inflación del 27,9%.
LICUANDO LA ESCALA SALARIAL Y LA REZONIFICACIÓN
Cuando la conducción del FURS peleaba porque todos los aumentos estén en el sueldo básico (asignación de clase) y el estado docente, un logro que se había conquistado con las grandes luchas del 2018 y 2019 junto a la cláusula gatillo, y rechazaba la creación de ítems distorsivos, como el bono de compensación o la cláusula de garantía, buscaba justamente evitar estas maniobras del gobierno que destruyen la escala salarial devaluando la carrera y el esfuerzo docente que representan ítems tan justos como la zona desfavorable y la antigüedad, que además implican muchas veces reconocimiento a mayores gastos derivados de la actividad laboral.
Este segundo acuerdo que propone el gobierno al SUTE, luego del “bono paritaria” acordado a principios de año, licuará más todavía el impacto salarial de la importante conquista que tuvo el SUTE del FURS con al rezonificación de más de la gran mayoría de las Escuelas y la suba de los topes a la escala de Antigüedad en el 2019 y que -junto con el blanqueo de ítems que los Celadores todavía percibían en negro hasta ese año y la cláusula gatillo que garantizaba que lo ganado no se perdiera al mes siguiente con la inflación- representaron el primer incremento real de los salarios de la mayoría de los trabajadores de la educación en muchos años.
RECOMPOSICIÓN SALARIAL Y CANASTA FAMILIAR
Si el bono paritaria (7.200 pesos) y la cláusula de garantía para el cargo que recién se inicia (aproximadamente 25.000 pesos) se incorporasen en la asignación de clase, si los aumentos se calculasen sobre esa base y se equiparasen las asignaciones familiares entre nación y provincia, hoy tendríamos sueldos iniciales se aproximarían al valor de la canasta básica familiar de Mendoza, ubicada en los $105.000. Sin embargo, cada aumento otorgado, va quedando mayormente fuera de la escala básica salarial, con el objetivo de que el Gobierno pueda hacer propaganda diciendo que cumple con el salario mínimo que fija la paritaria nacional o presentar porcentajes vistosos que tendrá sólo una minoría mientras la mayoría sigue perdiendo poder adquisitivo. Y teniendo como resultado que cada vez más trabajadores de la educación se alejen de poder acceder a los bienes de la canasta básica.
RECHAZO Y CONTRAPROPUESTA
En este marco una propuesta que no parte de al menos un 23% de aumento del básico (un 11% más de lo que ofrece el Gobierno) para agosto, sino del 12%, es una propuesta por debajo de la inflación y que atenta contra el ítem zona, la antigüedad y otros ítems, y que debe ser rechazada con una contrapropuesta que implique no aceptar más pérdidas en los ya bajísimos sueldos que tenemos. No aceptamos la extorsión de Suárez y Thomas para aceptar la propuesta o nada. La paritaria debe seguir abierta y llevar una contrapropuesta.
Los plenarios habían aprobado la propuesta de la conducción exigiendo un aumento del 20% al básico. Luego de esto se publicaron los números de inflación de julio y el decreto del gobierno que volvió a fijar un aumento por debajo de ese índice. Por lo que incluir un aumento del 23% en el básico, es que lo nos garantiza no ya tener un aumento en términos reales, sino al menos dejar de perder. Además, debe equipararse el cobro de titulares y suplentes, ya que seguir cobrando estos últimos de forma atrasada, implica pérdidas reales con la inflación. El gobierno ha dado sobradas muestras de que cuenta con recursos para afrontar ese aumento.
Asimismo, la contrapropuesta debe sostener que no se firma ningún acuerdo que no contemple el no descuento de los días de paro.
Desde la agrupación 9 de Abril, lista Bordó del SUTE, llevaremos estas propuestas a las asambleas y plenarios.
Las escuelas ya votaron un paro de 96 horas, hay fuerzas para torcerle el brazo al gobierno, no perder con la inflación y seguir peleando por Más para Educación. |
