“Está muy difícil la situación, no hay trabajo”, dice una señora que vende juguetes con una manta sobre la vereda en la feria de libertad. Y es ya van casi 8 años consecutivos de ajuste, que viene pagando el pueblo trabajador. Y con la asunción como superministro de un hombre de las grandes corporaciones y la embajada yanki como Sergio Massa, no va sino a empeorar.
Precisamente por lo apremiante de esta situación desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad se lanzó una campaña en todo el país con 6 medidas urgentes para que los trabajadores no paguemos esta crisis. Y desde la Asamblea permanente que tal espacio político impulsa en Merlo, decidieron hacerla llegar a la feria de Libertad y conversar con quienes se acercaron allí como feriantes o buscando algún artículo a precios bajo para llevar a su casa.
“Yo soy jubilado, cartonero y feriante… y aún así no llego a fin de mes”, dice otro de los trabajadores mientras intentaba vender algunas de sus cosas. “Yo veo que el gobierno está gobernando más para los que tienen plata que para los pobres. Tienen que generar trabajo, que no hay”, remata.
“Si vos prestás atención, vas a ver que hay cada vez más feriantes ¡porque laburo no encontras! Y si encontrás, son laburos de porquería que no te alcanzan” nos cuenta un joven mientras señala los demás puestos. Y sigue: “yo voto a la izquierda porque los conozco de cuando estuvieron apoyando a la familia de Ismael Sosa (el joven originario de Merlo muerto por la policía en un recital de La Renga). Tienen buenas ideas, ojalá puedan llegar”, dice.
Otra joven, mientras vende medias en un puesto que pusieron con su familia, nos cuenta: “yo tengo 18 años y trabajo desde los 13… eso ya muestra que la situación está mal. Mi mamá tiene títulos, estudios y no consigue trabajo o los que consigue te pagan $2”. Cuándo le consultamos qué opinaba sobre la propuesta de reducir la jornada laboral y repartir las horas de trabajo, respondió “Ojalá lo podamos lograr, porque es lo básico que necesitamos para que puedan trabajar todos. Y para que tengamos una vida después de trabajar y no tener que trabajar todo el día”.
Una enfermera kinesióloga estaba también con su manta vendiendo para poder llegar a fin de mes. Su hermano, que estaba con ella, nos contaba que muchos de sus compañeros de la secundaria dejan la escuela para ir a trabajar y ayudar a su familia. Ambos se mostraron muy interesados por las propuestas de la izquierda, por ver una alternativa a los que ya gobernaron y nos trajeron hasta acá.
Este tipo de conversaciones que aquí reproducimos son solo algunas de las tantas de quienes reclaman que aún trabajando todos los días no llegan a fin de mes, de quiénes van a la feria a vender lo poco que les queda para poder comer, de muchos que confiaron en el actual gobierno pero se vieron decepcionados porque continuó el ajuste.
Todos trabajadores y trabajadoras que no se resigna a dejar de llevar un plato de comida a su casa y la siguen peleando día a día. Entre ellos caen muy bien las propuestas de la izquierda, porque están hartos de ver como siempre se gobernó para los poderosos, para los empresarios y organismos como el FMI. Y reclaman su derecho a una vida digna para las grandes mayorías. Con ellos la izquierda se propone formar una gran fuerza social para enfrentar las políticas de ajuste y que los trabajadores tomen el control de los recursos para que sirvan a todos y no a unos pocos como hoy en día.
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