"Es de suma urgencia que dejen de matarnos, hay vecinos con cáncer por los químicos que utilizan a metros del barrio” denuncia Erika Gebel, referente de la Asamblea de Vecinos contaminados por el glifosato que se movilizaron a las puertas del Concejo Deliberante durante la sesión. Exigieron qué traten el proyecto de ordenanza para evitar el uso de agrotóxicos de parte de los dueños de los campos de soja en zonas habitadas por miles de personas.
Desde las bancas del FITU vienen acompañando las medidas votadas por la asamblea de vecinos, que junto a concejales del FITU elaboraron el proyecto de ordenanza contra el uso de glifosato en La Matanza, presentado en el Consejo Deliberante y que fue enviado a comisiones. Además, Nicolas del Caño desde las bancas del PTS en Congreso de la Nación presentaron el reclamo de informes al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié.
La Asamblea de Vecinos Envenenados por Glifosato de La Matanza realizaron una radio abierta donde se escucharon voces de vecinas que contaban la terrible realidad qué viven. El uso de pesticidas provoca el envenenamiento de sus hijos, a lo que se suma la problemática alimentaria que atraviesan los barrios. Es una paradoja que se garantice la ganancia por sobre la salud y la alimentación de los vecinos. Hacen parte del reclamo el urgente acceso al agua potable en los barrios y libres de contaminación.
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De la movilización participaron vecinos del Barrio Nicole , El Triunfo, Bicentenario, La Fortaleza, 20 de Agosto, Oro Verde, entre otros. También se sumaron organizaciones solidarias, políticas, ambientales que fueron tomando la palabra denunciando complicidad del municipio y los diferentes gobiernos, a las vez que se solidarizaron con los vecinos y su lucha.
Estás sustancias en el organismo humano generan desde problemas dermatológicos, respiratorios o intestinales, hasta cáncer y malformaciones. Se trata de un herbicida utilizado para los cultivos con semillas transgénicas que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es probablemente cancerígeno. En Argentina esas siembras comenzaron a fines de los años 1990 y desplazaron paulatinamente la cría de ganado.
Al cierre de junio de 2018 había 18 millones de hectáreas sembradas, que rindieron una producción de 35,8 millones de toneladas y ubican a Argentina como el tercer mayor productor mundial, detrás de Estados Unidos y Brasil. Pero esa cosecha implica millones de litros de glifosato vertido en el suelo nacional. |