La polémica surge por una supuesta “fiesta clandestina”, cuando en realidad se trataba de una actividad por el aniversario de una carrera, que se estaba desarrollando dentro de las dependencias universitarias donde el horario límite fue hasta las 22:30hrs, lo que viene siendo una regla para cada instancia que se impulsa. Esta decisión fue tomada arbitrariamente por las autoridades, sin participación de estudiantes ni funcionarixs, como sucede con la mayoría de las cosas.
Esto evidencia la poca democratización de la Universidad, donde quienes deciden qué espacios se pueden ocupar, dónde se va a construir nuevos edificios o hasta el límite de horario que se pueden ocupar las dependencias de la UTA sigue cayendo en manos de la junta directiva y principalmente del Rector Emilio Rodriguez, el mismo que decidió sacar las rejas para dar pase a que entraran carabineros a reprimir la movilización estudiantil del 2011, también la destrucción del emblemático Tronkito o Colina, quienes se aprovecharon de la pandemia y la desorganización que se generó, para llevar adelante sus planes.
La mayoría de lxs estudiantes pasamos gran parte del día y toda la semana en las dependencias universitarias, ya que solemos tener clases en la mañana con una ventana para el almuerzo y luego nuevamente en la tarde, donde además debemos enfrentar una carga académica. No por nada el primer semestre se movilizaron distintas carreras de Ingeniería, de Educación, Salud y de las Ciencias Sociales por dos aspectos que se cruzan en esta problemática: la salud mental que afecta frente a responder con buenas calificaciones pero con una presión enorme y además de no contar con alimentación garantizada, como el acceso a un almuerzo y cena de calidad dentro del casino, beneficio que se quitó con la vuelta a la presencialidad.
Todo esto en medio de una inflación con un alza exponencial en el costo de los alimentos y la beca BAES que el Gobierno de Boric aumentó en insuficientes $4.800, lo que sigue estando por debajo de la canasta básica para un estudiante que tiene que comer de lunes a domingo, sobre todo quienes vienen de otras regiones. Esto muestra que las prioridades de las autoridades no van en sintonía con lo que necesitamos lxs estudiantes.
La necesidad de retomar las asambleas y plenos como método de deliberación y organización estudiantil, con la garantía de tener espacios adecuados para nuestro derecho al debate político y al ocio
Por un lado las autoridades ocupan como estrategia restringir cada vez más los espacios históricos en la UTA, ya señalados más arriba, porque no quieren nuestra organización si se trata de cuestionar el status quo que promueven que todo sea decidido en las “cúpulas”. A su vez, la mesa directiva del Consejo de Presidentes no ha promovido la defensa de estos espacios, ni tampoco busca desarrollar activamente instancias de plenos resolutivos para impulsar así asambleas donde podamos debatir frente a estas y más problemáticas.
El rol de las que son direcciones estudiantiles entonces se vuelve burocrático y potencia una pasividad que ya se viene dando en el movimiento estudiantil en gran parte del país. Debido a que también son los organismos como CONFECh quienes son parte del Gobierno, por tanto buscan desmovilizar y poner paños fríos a demandas no resueltas desde la rebelión y mucho antes.
Ante esto, se vuelve urgente retomar plenos y asambleas y que sean convocadas desde el organismo estudiantil que hoy dirige la Universidad y poner sobre la mesa estas problemáticas. Buscando así una articulación entre las distintas carreras que no han tenido espacios comunes para organizarse, por lo tanto las movilizaciones terminan aislandose, pero además también una unidad con sectores de trabajadores y trabajadoras quienes también sufren agobio, carga laboral y una serie de problemáticas que les afectan y donde es más difícil para ellxs reclamarlas porque hay más peligro a la persecusión.
Para ello, debemos avanzar a un cogobierno triestamental donde los organismos de nuestra institución educacional sean paritarios, triestamentales y que los estamentos tengan su organización propia, pero al participar de un organismo que sea también colegiado, responda a las decisiones que de este emanen. De esta forma, el poder no reside en una cúpula, sino en las bases de la comunidad universitaria. Porque la unidad con funcionaries y docentes es fundamental para la conquista de demandas que nos afectan de conjunto. | 
