El Ministerio de Salud de la provincia confirmó en el día de la fecha 8 nuevos casos relacionados con el brote de legionella en Tucumán. Como es de público conocimiento, el origen de las infecciones se dio en el conocido sanatorio Luz Médica. Según datos oficiales, se trata de dos agentes sanitarios, un paciente y cinco cuidadores de internados. De esa forma, el número de afectados ascendió a 22 desde el inicio de los contagios, alrededor del 18 de agosto pasado: seis muertes, diez pacientes con seguimiento médico ambulatorio en sus domicilios y seis internados (tres con asistencia respiratoria mecánica).
El orígen y las condiciones de insalubridad
La infección por legionella puede ser adquirida fundamentalmente en dos grandes ámbitos: el comunitario y el hospitalario. En ambos casos, la enfermedad puede estar asociada a varios tipos de instalaciones y de edificios con malas condiciones de higiene, y puede presentarse en forma de brotes o casos agrupados, de casos relacionados y de casos aislados o esporádicos.
En términos generales, su contagio puede producirse a partir del contacto con el vapor de agua contaminado con bacterias o con las mezclas de tierra para macetas. En el entorno del hogar o lugares que frecuentamos, este vapor infectado suele provenir de bañeras o de duchas calientes; en grandes edificios, de unidades de aire acondicionado. Pero en cualquier caso se debe tener en cuenta que las bacterias no se transmiten de una persona a otra
“Ya con una etiología conocida de este brote de neumonía, vinculado al sanatorio privado (Luz Médica), vamos a difundir hoy un cambio de criterio de inclusión de pacientes”, expresó el titular del SIPROSA Luis Medina Ruiz, en una conferencia de prensa realizado en el hospital Centro de Salud, donde fueron reubicados las personas que estaban internadas en el centro privado.
Lo cierto es que este sanatorio durante la pandemia fue foco de innumerables denuncias por las condiciones de insalubridad. Trabajadores denunciaron que no les brindaban elementos de protección ni existían protocolos de seguridad. A la vez denunciaban la enorme precarización laboral en la que se encontraban.
Nuestro sistema de salud es tripartito: salud estatal, salud privada y la mediada por las obras sociales que contratan a clínicas y sanatorios. PAMI es la obra social de los jubilados y su servicio consiste en contratar a sanatorios para la prestación de salud, y generalmente son clínicas y sanatorios con edificios viejos o con poco mantenimiento. En Tucumán los sanatorios que atienden PAMI son CIMSA, Pasquini, Regional, Roca, Galeno, Sanatorio Argentino y Luz Medical entre otros.
Estos sanatorios reciben mes a mes un dinero fijo que corresponde a la cápita de PAMI, independientemente de la cantidad de pacientes que se internan o les brindan prestaciones. De esta forma funcionan como un seguro privado que se combina con salarios bajos y reducción de servicios para abaratar costos. El lucro de los sanatorios privados está legitimado por el Gobierno y sus funcionarios que ven en la salud un negocio hasta en las situaciones más extremas, como ya se demostró en la pandemia.
En el caso del brote de Legionela es innegable la responsabilidad del SIPROSA que no realiza controles periódicos a través de la Fiscalización Sanitaria, más allá de que a última hora se estén llevando a cabo los peritajes en el sanatorio Luz Medical.
Desde la Agrupación Salud desde las Bases planteamos siempre la necesidad de pelear por un sistema de salud universal, unificado. Para evitar el mal manejo de los recursos es necesario que las y los trabajadores de la salud se hagan cargo de la gestión del sistema de salud, en conjunto con los usuarios. Es necesaria la estatización de este sanatorio, como condición para su reapertura, bajo control de sus trabajadores y usuarios, que son los principales interesados en el correcto funcionamiento del mismo. Es importante que se terminen los negocios de la salud a través de las obras sociales que desvían fondos y recursos estatales a las clínicas privadas como sucede con PAMI. |