El 31 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que convierte al IMSS Bienestar en un órgano público descentralizado y autónomo. Esta propuesta para la centralización y federalización de los servicios de salud hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), comenzó a implementarse mediante programas pilotos desde 2019 en hospitales de Nayarit, Tlaxcala, Colima y otros estados del país, generando con ello múltiples protestas entre trabajadoras y trabajadores del IMSS y la Secretaría de Salud, pues hay mucha incertidumbre en cuanto a las condiciones laborales y el tema del presupuesto destinado a dicho programa.
¿Y qué están haciendo los sindicatos?
La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), encabezados por los priístas Joel Ayala Almeida -quién está en el cargo desde 1998 a la fecha- y Marco Antonio García Ayala respectivamente, asistieron a mesas de trabajo con Zoé Robledo director del IMSS, Adán Augusto López por la Secretaria de Gobernación, Juan Ferrer director del INSABI y representantes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Secretaría de Salud (SSA), para legitimar la creación del nuevo organismo descentralizado. Sin campañas informativas ni asambleas democráticas en las secciones y sindicatos que representan, estos lideres sindicales charros decidieron que no era necesario involucrar a las trabajadoras y trabajadores de la salud en la conformación del organismo.
En dichos espacios y conferencias de prensa, han afirmado que los derechos laborales del personal de salud estarán garantizados en el IMSS Bienestar y que colaborarán activamente con las autoridades para la federalización de los servicios de salud. Por su parte, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS (SNTSS), Arturo Olivares Cerda, aseguró que con la implementación del IMSS Bienestar se lograría la basificación para el personal de salud eventual y subcontratado, que en muchos casos, llevan años y hasta décadas laborando sin los derechos elementales y bajo condiciones muy precarias como se mostró en la pandemia.
El cinismo optimista en las declaraciones y promesas de los líderes sindicales del FSTSE -que aglutina a 90 sindicatos estatales y concentra a miles de trabajadoras y trabajadores en todo el país- , SNTSA y SNTSS, se da en el marco de elecciones para la renovación de las dirigencias seccionales y de Comité Ejecutivo Nacional, así como de niveles de inflación y violencia históricos que están golpeando duramente los bolsillos de las familias trabajadoras. Sus afirmaciones se desmienten con las reglas de operación para el IMSS Bienestar publicadas el 24 de diciembre de 2021, pues el gobierno y las autoridades de salud ahí reconocen que habrá diversas formas de contratación “legales y civiles” para el personal de salud. Con este decreto pretenden mantener la división y precarización entre personal de base, confianza, honorarios, sustitución y otras formas de contratación precarias y violatorias de los derechos humanos, manteniendo así la existencia de trabajadores de primera y de segunda y restringiendo el acceso a derechos laborales, seguridad social, prestaciones, vacaciones, etc.
Además, especialistas en derecho laboral alertan sobre la transición de “contratos colectivos de trabajo” a “condiciones generales de trabajo”, pues el decreto señala que el régimen laboral para trabajadoras y trabajadores del IMSS Bienestar estará regulado de acuerdo a lo establecido en el artículo 123 de la Constitución, apartado B. Aunque históricamente las y los trabajadores del IMSS y otras instituciones de salud han estados regulados por el apartado A del 123, en el IMSS Bienestar el régimen laboral no contempla el voto universal ni la democracia sindical que tanto exaltaron AMLO, Morena y los partidos de la 4T luego de la reforma laboral aprobada como parte de los acuerdos del T-MEC.
Presupuesto a la salud ¿de dónde se obtendrá?
En el tema del presupuesto, este nuevo organismo que pretende dar atención médica para 800 millones de personas que no cuentan con servicio médico ni seguridad social, requeriría entre 200 y 500 millones de pesos de acuerdo con análisis del Instituto Farmacéutico México (INEFAM). Sin embargo, el financiamiento del IMSS Bienestar no será en base a un modelo tripartito de aportaciones entre trabajadores, patrones y gobierno como el del IMSS; el nuevo organismo dependerá de los recursos federales y estatales, liberando así a los patrones y empresarios de su obligación social y responsabilidades para con la atención de salud y seguridad social para sus trabajadores, que también ven en la salud un negocio muy redituable a explotar desde el sector privado.
Como escribimos aquí, todo apunta más hacia una nueva reforma laboral en detrimento de los derechos de trabajadores de la salud, que hacia un fortalecimiento y mejora de la salud pública para el pueblo pobre y trabajador. Ante este nuevo ataque a los derechos laborales y la salud pública es urgente que enfermeras, médicos, trabajadoras sociales, químicos, trabajadores administrativos y operativos, sindicalizados y no sindicalizados del IMSS, INSABI y Secretaría de Salud, así como todos los trabajadores y trabajadoras usuarias de los servicios, levantemos la voz y exijamos a los dirigentes del SNTSS y el SNTSA que convoquen a asambleas democráticas entre las bases en cada hospital, instituto y centro de salud desde el norte hasta el sur del país, para discutir un plan serio de lucha y enfrentar esta situación.
Lejos de la creación de un nuevo organismo de salud, necesitamos organizarnos y pelear en las calles por un Sistema de Salud Público y Universal, que realmente atienda gratuita y dignamente a toda la población en el territorio nacional. Para lograr esta titánica tarea, necesitamos recursos y presupuesto suficientes, que bien pueden venir del dinero que actualmente se destina a la Guardia Nacional y al pago de la ilegítima deuda externa. Hoy más que nunca necesitamos hacer alianzas con otros trabajadores, usuarios y derechohabientes para echar a los charros enquistados durante décadas en los sindicatos de salud, que han colaborado cínicamente con los gobiernos en turno, ya sean de la derecha o de la 4T. Para lograr plenos derechos laborales y la salud pública para todas y todos, necesitamos recuperar nuestros sindicatos y utilizarlos como herramientas para la lucha sindical y social.
Si laboras en el sector salud y te interesan estas propuestas, te invitamos a sumarte a la próxima reunión electrónica entre enfermeras, médicos, investigadores, trabajadoras y trabajadores del IMSS, SSA y otras instituciones de salud en diferentes ciudades del país. La cita es el próximo martes 20 de septiembre a las 6:00 pm hora centro por la plataforma ZOOM (https://us02web.zoom.us/j/81502073518?pwd=Z0RYZ1ZwY2txYXlINzd4R0puL09yUT09).
¡Trabajadoras y trabajadores de la salud, unidos! |