El fallecimiento de la reina Isabel II, ocurrido este jueves cerca del mediodía (hora argentina), volvió a poner en debate muchas de las cuestiones que hicieron a su largo reinado. En nuestro país, como no podía ser de otra forma, uno de los hechos a recordar fue la Guerra de Malvinas, que se libró en 1982.
Según relata el historiador Dominic Sandbrook, la reina Isabel fue poco proclive a los comentarios sobre la guerra, que tuvo como protagonista a Margaret Thatcher, entonces primera ministra británica. Sin embargo, según Sandbrook, sí hay registro de un aval explícito a la agresión imperialista. Fue durante una visita del presidente norteamericano Ronald Reagan a Gran Bretaña.
La información, consignada en el sitio History Extra, indica que “cuando, al final de la campaña militar, el presidente estadounidense Ronald Reagan visitó el Castillo de Windsor, sus comentarios en el banquete estatal fueron muy reveladores. Gran Bretaña, dijo la Reina, estaba de pie ’por la causa de la libertad. El conflicto en las Islas Malvinas nos fue impuesto por una agresión abierta y, naturalmente, estamos orgullosos de la forma en que nuestros combatientes están sirviendo a su país".
A pesar de la desastrosa preparación -política y militar- por parte de los militares genocidas, en aquel enfrentamiento, la Argentina representaba a una nación dependiente y semicolonial que enfrentaba a una potencia opresora. Desde este punto de vista, fue una guerra de defensa nacional frente a la agresión imperialista británica.
|