En la asamblea convocada en planta, la comisión interna informó que el día 8/9 se presentó ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires la denuncia por los despidos de 13 trabajadores, y por la implementación de una modalidad abusiva y fraudulenta en la contratación. Los trabajadores afectados se presentaron a trabajar el lunes 12/09 y la empresa les negó el ingreso de forma ilegal, incumpliendo la conciliación obligatoria dictaminada por el ministerio de trabajo.
A pesar de recibir una licitación multimillonaria para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, y ser uno de los empresarios más ricos del país con un patrimonio de 3.900 millones de U$S, Paolo Rocca es parte de los empresarios que quiere aplicar la reforma laboral de hecho, o sea mayor flexibilización. Los trabajadores han tenido que pelear largos meses por sostener el premio de producción, el cual le han arrebatado parcialmente; y ahora ven como la totalidad del nuevo personal es contratado de forma temporaria, donde la empresa tiene plena libertad de aplicar despidos sin costo alguno, tratándolos como material descartable.
Mientras tanto la nueva directiva de la UOM nacional no ha tomado medidas de lucha al respecto. La directiva de Furlán esta alineada firmemente con el oficialismo de Cristina, Alberto y Massa, y es parte de los gremios que se han sumado al llamado de “paz social” tras el intento de asesinato que sufrió la vicepresidenta. Una cosa es repudiar fuertemente los ataques de sectores de la ultra derecha, y otra muy distinta es acordar la paz social de los sindicatos cuando los empresarios como Paolo Rocca le declaran la guerra a los trabajadores.
El escenario de ajuste que impone el régimen del FMI, hace que los trabajadores vean licuar sus salarios ante la inflación, sufran tarifazos, aumentos en el transporte, realidad que contrasta con la de empresarios que ven aumentar en récord sus ganancias. Se impone la necesidad de que la UOM tome medidas de lucha para enfrentar los despidos, pelear por la efectivización de todos los contratados y defender el salario. Para eso es necesario construir fuertes agrupaciones clasistas en las fábricas para imponer desde las bases este reclamo. |