La hija de Patricia Dell´Orto y Ambrosio De Marco declaró por primera vez en un juicio por delitos de lesa humanidad. Crecer sabiendo su historia, aunque "siempre será poco lo que conozca de mis padres". Al 16 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, volvemos a publicar esta nota a propósito de la declaración de Mariana en el juicio llamado Arana II.
En la sexta jornada, el 30 de octurbre de 2021, por el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata contra Miguel Etchecolatz y Julio Garachico por los crímenes de Arana Cecilia, Gerardo y Mariana brindaron testimonio por primera vez sobre los secuestros de Patricia Dell´Orto y Ambrosio De Marco.
Los recuerdos profundos y vagos a la vez de los hermanos de Patricia y la reconstrucción de la hija de la pareja desaparecida, tuvo en común un nombre y apellido, que se repite a los largo de todas las audiencias, con el mismo fervor y el mismo pedido de justicia: Jorge Julio López.
Solo 25 días fueron los que pudo compartir Mariana con sus padres, la pareja fue secuestrada el 5 de noviembre de 1976. Creció junto a sus abuelos y tíos y desde chiquita supo su historia: "Fui conociendo como pude. La imagen que me creé fue de mis padres yendo a una guerra. A medida que crecía, iba entendiendo más las cosas, pero saber que no estaban lo supe siempre", relató con voz entrecortada.
La familia, que recorrió calles e instituciones junto a otras miles de familias que también buscaban a sus seres queridos secuestrados, no supo nada sobre el destino que la última dictadura cívico-militar-eclesiástica les había dado a Patricia y Ambrosio, hasta que recibió la visita de Pastor Asuaje. Fue un día antes de que Mariana cumpliera 15 años.
El compañero de militancia de la pareja llegó con un libro de regalo y una información que traería certezas: se había encontrado con Julio López, compañero de militancia de Los Hornos; él compartió cautiverio con los padres de Mariana y había presenciado su fusilamiento.
La certeza del asesinato al poco tiempo de haber sido secuestrados golpeó fuerte a la familia. La madre de Patricia lo borró por completo. Para Cecilia, quien estuvo en la casa de Villa Elisa el día del secuestro, fue un punto final a años de interrogantes: "Gracias al testimonio de Julio, supimos. Y para un familiar de desaparecidos saber es un montón. Ese saber le puso fin a esa incertidumbre que teníamos", declaró en la audiencia. Para Gerardo, que tenía 10 años y también presenció el secuestro, fue completar una historia que también tuvo que armar con recuerdos de otros.
El mensaje que López guardó comprometidamente en su memoria y cumplió en entregarlo, fue para Mariana. “López, no me fallés. Si salís, el único que puede salir de nosotros sos vos. Andá, buscalos a mi mamá o a mi papá, a mis parientes, a mis hermanos y deciles. Y dale un beso a mi hija, de parte mía”, le había pedido Patricia a López, antes de ser fusilada por la patota al mando de Etchecolatz. López cumplió.
Mariana pudo graficar en su testimonio el valor de esas palabras: “Escuchar a López en el Juicio por la Verdad y poner a mi mamá en un lugar de mamá fue fundamental. Me trajo esa imagen que no tenía, el lugar de madre de una nena a la que quiere criar, pensando en mí hasta el final".
Mariana y Julio López no pudieron conocerse. La primera vez que declaró en julio de 1999, López supo que Mariana estaba en la audiencia pero no quiso conocerla. “Sentada al fondo de la sala, con una amiga que me acompañó, yo lloraba como una nena. En ese momento me dijeron que él no quería verme porque le habían dicho que yo era muy parecida a mi mamá. Yo tampoco quise. No hubiera sabido qué decirle, qué preguntarle”.
En junio de 2006, en el juicio a Etchecolatz, Mariana no fue, recién había nacido su beba. Sí fue hasta los tribunales platenses el 18 de septiembre, el día de los alegatos. Ese día lo iba a conocer, pero López nunca llegó.
Mariana compartió sus sentimientos sobre cómo fue haber crecido sabiendo sobre sus padres: "Hay palabras que tienen otra connotación como proceso o desaparición, cuando las pronuncio busco sinónimos porque no puedo no ir al lugar de mis papás. Crecí rodeada de amor pero signada por la ausencia de mis padres. Cumplir 22 años y ser más grandes que ellos fue muy duro".
En el final de los testimonios, tanto Cecilia, Mariana como Gerardo agradecieron el compromiso de Pastor Asuaje y Julio López para con Patricia y Ambrosio exigieron juicio y castigo para los responsables del secuestro, tortura y desaparición de los 30 mil.
Al finalizar su declaración, Mariana rindió homenaje a quienes ya no están, leyendo unas conmovedoras palabras que aquí compartimos.