Como parte de la jornada por los ocho años de la desaparición de los normalistas, se han estado realizando actividades desde el día siete de este mes para exigir el esclarecimiento de lo sucedido la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 así como el juicio y castigo a todos los implicados.
La represión protagonizada por la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, comandada por Omar García Harfuch —- a quien el gobierno de la 4T se ha negado a reconocer como responsable de la desaparición de los 43 y de la elaboración de la verdad histórica —- y a cargo de Claudia Sheinbaum, se da tan solo 2 horas después de que los normalistas fueran desalojados del plantón que mantenían en Av. Reforma y Av. de los Insurgentes, acción que cobardemente fue realizada en la madrugada.
Los padres y madres de los normalistas han declarado no estar conformes con el informe expedido por Alejandro Encinas, pues no se señala a todos los culpables — conveniente se deja fuera a personajes como Omar García Harfuch — y sigue sin haber claridad sobre el destino de sus hijos, pues continúa siendo una hipótesis que fueron cremados en distintas funerarias.
A esto se suma que, a pesar de que se avanzó con la detención y aprehensión de Murillo Karam y que se ha procedido legalmente contra el coronel José Rodríguez Pérez y otros dos implicados; al mismo tiempo se ha absuelto, desde que se dio a conocer el informe de la Comisión de Verdad y Acceso a la Justicia (Covaj), a por lo menos 24 implicados, entre ellos José Luis Abarca, exgobernador de Iguala.
Mientras en la mañanera el gobierno de la 4T declara que irá tras el juez que absolvió a Abarca, manda a reprimir dos veces en un solo día a los normalistas y padres y madres de Ayotzinapa que durante ocho años han exigido verdad y justicia. Esta es la doble cara del gobierno de López Obrador y de Claudia Sheinbaum. | 
