Este viernes, alrededor de las 11 hs., la vicepresidenta Cristina Kirchner será seguramente la protagonista de la agenda política y judicial. Expondrá en lo que será el cierre de la semana de alegatos de su defensa, en el marco del juicio por la obra pública en Santa Cruz mientras era presidenta.
A diferencia de lo que ocurrió semanas atrás cuando hizo una transmisión en YouTube donde rechazó la acusación, ahora será escuchada por los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que vienen de pedirle al Tribunal Oral Federal N°2 que sea condenada a 12 años de prisión e inhabilitada de manera perpetua para ejercer cargos públicos.
Para poder exponer en el marco del juicio, la vicepresidenta debió constituirse como parte querellante en representación propia.
Cristina tiene identificados los puntos flojos que hubo a lo largo del proceso, los cuales ya señaló en oportunidades anteriores. Desde su reproche a la incorporación de nuevos hechos por parte de los fiscales en el alegato, hasta los motivos por los que cree que Luciani debió ser removido al igual que otros miembros del Tribunal.
En los últimos dos días, la vicepresidenta usó Twitter para destacar fragmentos del alegato de Beraldi. Allí dijo que su abogado "probó en forma documentada ue Luciani y Mola mintieron descaradamente. Él, por decoro profesional, lo llamó mala praxis".
En sus alegatos, Beraldi apuntó contra distintas acusaciones de los fiscales de la causa. Presentó pruebas que echarían por tierra algunos señalamientos por parte de la querella, como la supuesta reunión entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez en Santa Cruz. También, entre otras cuestiones, apuntó contra lo que consideró un nuevo juicio contra cosa ya juzgada, en referencia al juicio por Hotesur, en el cual los acusados quedaron absueltos.
Cristina Kirchner ya había solicitado realizar una ampliación de su declaración cuando finalizaron los alegatos de los fiscales por considerar necesario responder a acusaciones no presentadas anteriormente, y frente al rechazo del pedido, había realizado una exposición transmitida por redes sociales donde mostró algunas de las irregularidades procesales. Sin embargo esa exposición a su vez confirmó también que durante su gobierno hubo todo tipo de negociados en la obra pública.
El juicio que se lleva adelante contra la vicepresidenta, es fuertemente cuestionado desde distintos sectores por su parcialidad, al tener fiscales y jueces vinculados entre ellos y de cercanía al ex presidente Mauricio Macri. Motivo por el cual fueron recusados sin éxito por las defensas.
A la vez el juicio deja ver un direccionamiento político donde queda en evidencia la falta de intención en investigar la corrupción y negociados con la obra pública que hubo bajo gobiernos tanto kirchneristas como macristas, tal como denunció la izquierda. En el transcurso del juicio quedó a la vista la regularidad de los negocios entre funcionarios públicos y empresarios, y la cartelización de la obra pública. |