En esta oportunidad entrevistamos a PJ Armengou, periodista freelance especializado en Medio Oriente. Su trabajo lo llevó a realizar reportajes e informes desde Irak, en los tiempos de la ofensiva del Estado Islámico, Ruanda, España. Su permanencia en Jerusalén desde hace un año, le permitió conocer de primera mano la situación política de Israel y de las condiciones en la que viven las palestinas y palestinos, que diariamente soportan la ocupación israelí. Armengou escribe para el Diari ARA (de Cataluña), El Confidencial, Antena 3 y otros.
Israel viene hace meses con una ofensiva de su ejército, sobre todo en el norte de Cisjordania, en ciudades como Jenín y Nablus. Este último miércoles, incluso, la represión del Estado de Israel alcanzó uno de sus mayores picos cuando asesinó a 4 personas e hirió a más de 40.
¿Qué está pasando realmente en esas ciudades? Teniendo en cuenta que diariamente hay focos de conflicto, con el ejército haciendo incursiones hasta en las casas para arrestar palestinos.
Ciudades como Jenín y Nablus, pero sobre todo los campos de refugiados que se encuentran unidos a estas poblaciones, son lugares donde la Autoridad Nacional Palestina apenas tiene control. Hace tiempo las fuerzas de seguridad palestinas no entran en estos territorios, las condiciones de vida son malas y el clima general es de tensión. Esta situación viene agravada por el hecho que Israel hace incursiones casi diarias para detener a presuntos terroristas, y que en estas incursiones han muerto tanto civiles como presuntos militantes. También, en las últimas semanas, un soldado israelí. A raíz de ello y en previsión de que la situación en Palestina se agrave (la tensión Hamás vs. Fatah está en auge y el poder del presidente Mahmoud Abbas está muy cuestionado) ha hecho que muchos civiles se estén armando y formando grupos no afiliados con ninguna organización. Son ellos los que están liderando la respuesta a las operaciones israelíes en Jenín y Nablus.
Ejército de ocupación israelí en Jenín -Cisjordania-
Esta situación tiene el marco de las próximas elecciones en Israel, donde Netanyahu puede volver a ser primer ministro, y en esta campaña el régimen político se derechiza aún más. Pero hay una discusión más de fondo que está haciendo el Estado mayor de Israel, sus fuerzas armadas y de inteligencia, con el gobierno, que tiene que ver con la pérdida de influencia política de la Autoridad Palestina, de Abbas como su cabeza, para controlar sobre todo el norte cisjordano.
¿Hasta dónde llega esa pérdida de autoridad realmente, cómo se expresa?
El presidente Abbas está mayor y se rumorea que enfermo. Además, su figura está muy cuestionada por la corrupción del sistema político palestino, las pocas mejoras que ven los ciudadanos en su día a día, la aparente subyugación de Abbas a Israel y la falta de elecciones. Las últimas presidenciales fueron en 2005, poco después de la muerte de Yasser Arafat, y las ganó Abbas por ser su heredero natural. Pero ya en las parlamentarias de 2006 Hamás consiguió más votos que Fatah, el partido de Abbas. Desde entonces no ha habido más comicios, y la decisión de posponer los que estaban previstos para 2021 por el Covid-19 no sentó bien a la población. Paralelamente, Hamás ha ido ganando fuerza política, gracias en buena parte a ser el grupo más beligerante con Israel en los territorios palestinos.
La juventud palestina fue un factor casi determinante para llevar adelante la huelga del 2021 como respuesta al feroz ataque de Israel (con los 11 días de bombardeos a Gaza y los pogrom contra los palestinos israelíes que hacían los ultranacionalistas israelíes con la Policía y el ejército dejando correr o siendo parte). Ya en ese momento se hablaba del rechazo que tenía esa juventud hacia la Autoridad Palestina por ser cómplice.
¿Está surgiendo algo nuevo políticamente, sobre todo entre la juventud. Surgen grupos nuevos? Si es así, ¿sabes qué ideología tienen?
La población palestina joven está desencantada y desesperanzada. Y no es para menos. La ocupación hace imposible cualquier progreso económico y limita mucho la vida de niños, jóvenes y mayores. La situación política en el interior de Gaza y Cisjordania no ayuda, y son muchos los jóvenes que optan por afiliarse a movimientos armados como Hamás o la Jihad Islámica Palestina, pero también (y esto es un fenómeno relativamente nuevo) deciden crear sus propios grupos armados, destinados a la resistencia contra el ejército israelí dentro de Cisjordania. Los jóvenes consideran que la Autoridad Nacional Palestina (y por tanto Abbas y Fatah) no les protege de Israel, no les ofrece una alternativa a la ocupación y es pusilánime en sus posicionamientos políticos contra Israel.
¿Hay desprendimientos de Al Fatah, el partido que dirige la AP?
Tradicionalmente se ha asociado a las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa con Fatah pero, aunque siempre han sido autónomas, hace tiempo que actúan libremente o incluso en abierta disonancia con el partido y con la Autoridad Nacional Palestina, cuya posición oficial es siempre la de condenar los atentados.
Mahmoud Abbas
¿Hamás y la Jihad Islámica, pueden ocupar ese lugar que está dejando vacante la Autoridad Palestina, concita adhesión entre los jóvenes?
Tanto la Jihad Islámica como, sobre todo, Hamás, tienen un poder social mayor y más partidarios que Fatah y la Autoridad Palestina. De manera que, no es que puedan ocupar el lugar que ha dejado vacante la ANP, si no que ya lo han hecho. En lugares como Gaza, donde Hamás es partido de gobierno, es algo evidente. Pero en Cisjordania, de facto, quién moviliza a la población y suscita más adhesiones es Hamás.
En aquella huelga del 2021 se expresó un sentimiento de unidad nacional de los palestinos de Cisjordania, Gaza y los que tienen ciudadanía israelí. ¿Ese sentimiento de unidad persiste? ¿Cuáles son las diferencias entre esos tres sectores del pueblo palestino en torno a esa unidad?
El deseo de unidad nacional entre Cisjordania, Gaza y los palestinos en Israel, la idea de una Palestina “desde el Jordán hasta el mar” no deja de estar en los corazones de la mayoría de la población árabe. Sin embargo, es más fuerte y manifiesta en los gazatíes y cisjordanos que en sus hermanos en Israel, que sufren día a día la ocupación. A excepción de los árabes de Jerusalén Este, cuyo sentimiento palestino es especialmente fuerte, muchos árabes que viven en Israel tienen una identidad más difusa: se sienten ciudadanos de segunda, pero pueden tolerar vivir en Israel. Algunos incluso lo prefieren. Es en momentos como la huelga del 2021, o cuando Israel comete crímenes contra la población árabe (como los derribos de Sheik Jarrah o la muerte de la periodista Shireen Abu Akleh) cuando el sentimiento palestino es más unánime. En definitiva, cuando la opresión es mayor y donde la ocupación es más severa, el sentimiento nacional palestino es más fuerte.
Imagen sobre el muro separatista de la ciudad de Belén, en memoria de la periodista Shireen Abu Akleh asesinada en Jenín por el ejército israelí el 11 de mayo del 2022. Foto: Luigi Morris
Centrándonos ahora en el Estado de Israel y los territorios ocupados ¿Cómo está ahora el proceso de toma de tierras por parte de los colonos sionistas? ¿El gobierno israelí continúa avanzando?
La ocupación de tierras por parte de los colonos israelíes, considerada ilegal por la comunidad internacional, no para. Y no lo hará mientras no haya voluntad política en Israel. Y no la hay, ni parece que la vaya a haber. Es posible, de hecho, que según quien gane las elecciones (por ejemplo, Netanyahu) la ocupación de tierras y casas aumente. Y mientras se siga tomando palmo a palmo el territorio palestino, mientras haya colonias ilegales en Cisjordania, y mientras los colonos vivan por encima de la ley haciendo y deshaciendo a su antojo, no habrá paz en Palestina. Y tampoco en Israel.
El Estado de Israel tiene una crisis política que viene arrastrando hace unos años, crisis que se plasma entre otras cosas, en que ahora se disolvió el parlamento para llamar a nuevas elecciones –cinco elecciones en menos de cuatro años-. Ahora al estallar el gobierno de Bennet y con el gobierno de transición de Lapid. ¿Cómo ves este proceso, qué consecuencias puede traer otro gobierno de Netanyahu, tanto en su política colonial hacia el pueblo palestino, como en la región y en su relación con Estados Unidos? -que tiene varias crisis abiertas tanto internamente como en su política exterior –obviamente cruzada por la guerra en Ucrania- como para que estalle otro conflicto gracias a la reacción de su socio menor en Medio Oriente-.
Israel ha hecho en los últimos años un giro a la derecha y al nacionalismo que no hace ningún favor a la solución del conflicto. Políticos como Netanyahu, el favorito en las elecciones de noviembre, aunque sin fuerza para gobernar, traen entre sus propuestas la anexión completa de Cisjordania: una situación que, en el pasado, dio lugar a intifadas y décadas de violencia. A nivel internacional, un gobierno de Netanyahu no cambiaría mucho las cosas: no será tan amigo de Biden como de Trump, pero jamás se enemistarán y seguirá el acercamiento con las naciones árabes de la región (los Acuerdos de Abraham) que él mismo inició de la mano de Trump. Con todo, no se sabe lo que puede pasar en noviembre. No hay un claro ganador, y Lapid podría dar la sorpresa. Lo que es seguro, es que ningún partido gobernará en solitario, que el parlamento israelí seguirá tan dividido como hasta ahora, y que el conflicto con Palestina (y no las posibilidades de paz) serán recurrentes durante la campaña electoral.