El juicio que investiga la causa “Vialidad” continúa con las audiencias de alegatos y este martes fue el turno de la defensa de José López, ex secretario de Obras Públicas bajo el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. La vicepresidenta hizo su defensa la semana pasada, tomando la palabra el viernes junto a su abogado Carlos Beraldi.
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Su abogado defensor, Santiago Finn, afirmó que López "no tuvo ningún rol criminal, no creó una matriz de corrupción y no mantuvo sistema de direccionamiento de obra pública" en la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015. En este juicio está acusado por los fiscales Luciani y Mola de ser parte de la asociación ilícita para defraudar al estado por la supuesta adjudicación de obras viales de forma ilegal a Lázaro Báez en Santa Cruz, por lo cual pidieron una condena de diez años de prisión. Pero López ya cuenta con una condena por “enriquecimiento ilícito” a raíz del hallazgo de bolsos con nueve millones de dólares y un arma que intentaba ocultar en un convento.
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Finn intentó desligar a López de los manejos en las obras viales en dicha provincia diciendo que “No fijó los procedimientos de Vialidad Nacional ni de la provincial, no designó a funcionarios que estaban en los puestos claves y no tenía contacto ni poder sobre ellos” y que “hacer un control concreto y personalizado desde las secretaría de Obras Públicas sobre un ente descentralizado era materialmente imposible”.
Además, objetó la incorporación como prueba en el juicio de los mensajes extraídos del celular de López: “fue una injerencia arbitraria en la vida privada de López y una flagrante violación al derecho de defensa” y agregó que “Me opuse porque señalé en su momento que era tardía la incorporación y que al ser información confidencial constitucionalmente protegida no podía ser tratada simplemente como una fotocopia de una causa”, dijo el abogado. Por esto pidió la nulidad de la prueba que utilizaron los fiscales en su acusación para mostrar, según ellos, lo que fuera el plan “limpiar todo”.
En las conversaciones del ex funcionario, según los fiscales, se organizaba terminar y ocultar las maniobras fraudulentas con las obras viales antes de que Macri asuma la presidencia, realizando pagos a Báez. La defensa dijo que los mensajes fueron malinterpretados, que López estaba buscando saldar lo adeudado con los trabajadores de Austral Construcciones en el contexto del atraso en el pago de sus sueldos: “se pretendía eliminar los conflictos de la calle” dijo, y no beneficiar a la empresa. También agregó que “Todos le reclamaban el pago de certificados. No eran actos criminales”.
Sin embargo, la normalidad que argumentó el abogado en todas sus tareas como ex-funcionario no explican la familiaridad con distintos empresarios de la construcción, como mostró incluso Cristina Kirchner para responderle a Luciani y Mola con Nicolás Caputo, ni mucho menos pueden explicar ni negar que López fue encontrado intentando esconder bolsos con nueve millones de dólares en un convento. La parcialidad del juicio por la causa Vialidad y todas las irregularidades procesales dejan en claro que la casta judicial no puede ser quien investigue la corrupción bajo el kirchnerismo, sin embargo, también deja a la vista la cartelización de la obra pública y los negociados de empresarios de la construcción así como la corrupción que atraviesa a peronistas y macristas, como un elemento estructural de los gobiernos capitalistas.
Para finalizar, Finn negó la existencia de la maniobra por la cual es acusado de la asociación ilícita y que “No hubo administración fraudulenta porque él no manejaba los fondos ni hubo perjuicio al Estado”.
Las audiencias se reanudarán el próximo lunes 3 de octubre con la defensa del empresario Lázaro Báez, a cargo del abogado Juan Villanueva, quien usará las tres audiencias otorgadas por el tribunal para cada acusado. | 
