Este miércoles el Indec publicó el informe Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Del informe se desprende que el índice de pobreza de las personas llegó al 36,5 % en el primer semestre del año, esto significa que hay alrededor de 17,3 millones de pobres en todo el país. Además, hay casi 4,2 millones de indigentes en el país. Ambos índices aún están por encima de los niveles de 2016 y de 2019.
Las consecuencias del ajuste del Frente de Todos: mientras el Gobierno concede beneficios a las patronales como el dólar soja y cumple con las exigencias del FMI, los sectores populares padecen el ajuste.
El "Modo Mendoza" tan promocionado por el gobernador Suárez y con el que busca diferenciarse del Gobierno nacional, no tiene nada que envidiarle al ajuste de Fernández y Massa: la pobreza en la provincia supera a la media nacional. En Mendoza el 38,6 % de las personas y el 29,1 % de los hogares son pobres y el 4,6 % de la población indigente. Esto quiere decir que sólo en el Gran Mendoza, 401.617 personas son pobres y casi 50.000 indigentes.
Los efectos del ajuste viene golpeando fuerte sobre las familias trabajadoras de la provincia. Mientras desde el Gobierno provincial y algunos medios afines se destaca que el índice de pobreza se redujo con respecto al segundo semestre del año pasado, lo cierto es que la aceleración de la inflación de los últimos meses, y en especial del incremento de los alimentos, volverá a sumergir a millones en la pobreza en el país y la provincia.
Los aumentos de precios se acumulan de manera acelerada y en Mendoza la Canasta Básica aumentó más de $ 10.000 en los últimos dos meses. Con una inflación acumulada del 58 % en lo que va del año, una familia mendocina necesitó ingresos superiores a los $ 112.129,77 para no caer en la pobreza en agosto.
Los ingresos requeridos para cubrir la Canasta Básica no contemplan el costo de un alquiler cuando se estima que en Mendoza hay entre 300 y 400 mil inquilinos, quienes necesitan ingresos muy superiores a los medidos para no caer en la pobreza. Según el informe elaborado por la Junta Interna de ATE Indec, estimó que la canasta de consumos mínimos al 31 de agosto fue de $ 192.651. Este valor se compone de $ 65.741 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $ 126.910 para acceder a otros bienes y servicios básicos. Estos valores superan ampliamente los ingresos de la mayoría de trabajadores y trabajadoras, jubilados y quienes perciben planes sociales: el 60% de los trabajadores gana menos de $70.000.
En Mendoza los y las trabajadoras de la educación protagonizaron una masiva e histórica pelea por el salario que despertó la simpatía y apoyo de todos los trabajadores y trabajadoras de la provincia, dejando en claro que hay fuerzas para enfrentar el ajuste. Hoy, junto a los y las prestadoras de discapacidad que se vienen organizando contra el ajuste en la salud y educación, en las viñas y bodegas también se hace sentir el reclamo por un salario que cubra el costo de la Canasta Básica.
En este marco, la lucha de los trabajadores del neumático es una lucha testigo que hay que rodear de solidaridad en el camino de unir todas las luchas para enfrentar el ajuste. |