Una vez más las mujeres tomaron las calles de Caracas este miércoles 28 de septiembre en el Día de Acción Global por derecho al aborto, manifestándose por centenas en una marcha que partió de la Plaza Morelos hasta la Asamblea Nacional, haciéndose sentir con fuerza el reclamo generalizado tanto por la despenalización como por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
La movilización, convocada con motivo del Día de Acción Global por el Aborto Legal. El punto de concentración fue la emblemática Plaza Morelos donde desde tempranas horas de la mañana se fue nutriendo de organizaciones y movimientos feministas, así como movimientos sociales y organizaciones de izquierda, de derechos humanos, de la comunidad LGTBIQ+ junto a múltiples activistas por la causa del derecho al aborto legal. La convocatoria central fue realizada por la Ruta Verde, donde confluyen los diversos movimientos feministas, en el marco de avanzar en la mayor unidad en las calles por la causa del derecho al aborto en Venezuela.
Pero no solo se hicieron presentes mujeres de Caracas, también llegaron desde el estado Anzoátegui, Lara, Mérida, La Guaira y de otros lugares del interior del país para que este día tuviera la fuerza del reclamo nacional, en un país donde el aborto es penado por ley en todas sus causales con penas que van de 3 a 20 años de cárcel, en un país donde son miles las que mueren por abortos clandestinos.
Luego de diversas representaciones musicales y performances de los diversos movimientos, donde se hacía expresar el reclamo por el derecho al aborto tanto por su despenalización como por su legalización plena, así como los llamados a sumar fuerza por esta causa que ha tomado auge luego del impulso en el continente de la marea verde originada en Argentina, recorriendo todos los países de América Latina, se dio inicio a la movilización que tuvo un recorrido de casi cuatro kilómetros partiendo de la Avenida México, Avenida Universidad para llegar hasta la sede de la Asamblea Nacional. En la calle se mostró la fuerza que tiene el movimiento de mujeres y la relevancia que ha tomado la demanda por el derecho al aborto en todo el país.
La legislación sobre el aborto es obsoleta y reaccionaria, impuesta por el Estado en contubernio con la jerarquía de la iglesia católica, sin modificaciones desde principios del siglo XX, sin siquiera contemplar legalizar el aborto en caso de embarazo producto de violación, como ocurre en otros países donde el aborto no es legal, pero contemplan esas excepciones. La Iglesia Evangélica ha ido tomando también cada vez más fuerza para negar este derecho en total vínculo con el Estado y el gobierno, por ello también no dejó de estar presente consignas como ¡Fuera la Iglesia de nuestros ovarios!, ¡Iglesia y Estado, asuntos separados! Las mujeres venezolanas son conscientes que el derecho al aborto legal solo podrá ser conquistado movilizadas y en las calles, y que nada vendrá desde arriba. El ejemplo de Argentina donde se conquistó el derecho al aborto legal en las calles, es tomado con más fuerza, y se expresó en el recorrido por las calles de Caracas.
La discusión sobre la despenalización y la legalización estuve presente también en la marcha, así como en el acto de cierre central. Un sector importante de la Ruta Verde, busca recolectar más de 21.000 firmas de votantes del registro electoral en apoyo del Proyecto de Ley Orgánica de derechos sexuales y reproductivos, donde se contempla la derogación de los artículos 430, 431, 433 existentes y 434 del Código Penal, que criminalizan la interrupción voluntaria del embarazo. Es decir, centrado fundamentalmente en la despenalización del aborto.
Sin embargo, otros sectores entre los que se encuentra Pan y Rosas, Mujeres en Lucha, Juntas y a la izquierda, y otros movimientos y activistas, plantean que si bien la derogación de los artículos del Código Penal sería sin duda un avance para la realidad de las mujeres en Venezuela, sobre todo por al gran atraso que sufre el país con respecto a este tema, sin embargo, señalan que la despenalización no significa que el Estado regule o autorice dichos servicios para garantizar la seguridad de la práctica. Esto significa que el Estado no garantiza. Solo significa que no puede ser sancionada la persona que se lo practique, por eso solo sería un primer paso. Legalizar sería diferente, porque significa otorgar estatus legal y de derecho a algo, y con ello entonces aplicar normas jurídicas positivas a actividades que antes estaban excluidas del orden positivo. Es decir, si se legaliza el aborto, el Estado debe proporcionar un marco legal que permita que la práctica se realice de manera segura al mismo tiempo que garantice que sea gratuito en todos los hospitales de la red de salud pública. Si solo se despenaliza pero no se legaliza ni se garantiza que sean gratuitos en los hospitales, las operaciones se realizarán en clínicas privadas, volviendo al punto de partida: fuera del alcance de las mujeres más pobres y trabajadoras precarias.
Así lo hizo saber Suhey Ochoa del movimiento Pan y Rosas, planteando que la exigencia central sea por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y que la despenalización solo puede verse como un punto inicial pero no como eje central del reclamo por el derecho al aborto. Así mismo, planteó que es necesario crear y promover un verdadero movimiento de mujeres para que tengamos la fuerza de miles de mujeres, jóvenes y trabajadoras, que conciba el crecimiento por abajo (en los lugares de trabajo, de estudio, las comunidades) y la movilización combativa, como la estrategia para lograr nuestras demandas. Con las lecciones de la marea verde sabemos que sólo será el resultado de nuestra acción en las calles. Por eso necesitamos un movimiento de masas que sacuda al país.
