La desfachatez e incluso quiebra moral del neorreformismo queda latente una vez más: en lugar de tratar de combatir, al menos discursivamente, a la extrema derecha, para algunas es más fácil asumirlo. Con alguna alusión a la clase trabajadora, eso sí, para que parezca izquierdista.
No podemos negar que los medios de comunicación, las instituciones del régimen del 78 y el legado sociocultural que dejaron 40 años de dictadura franquista promuevan la expansión de la extrema derecha. Pero tampoco podemos negar que la debacle del gobierno neorreformista (de UP y PSOE), sus promesas -firmadas- incumplidas (no derogación de la Reforma Laboral o de la Ley Mordaza, entre otros) y, como colofón, las felicitaciones del presidente del gobierno a las fuerzas represoras del estado de Marruecos tras el asesinato cometido a decenas de personas en Melilla sin duda alimentan y fortalecen al discurso de la extrema derecha. De esta manera una gran parte de la clase obrera termina perdiendo la confianza en la "izquierda" al verla incapaz de solucionar sus problemas.
Ahora, desde Más Madrid, van un paso más allá: asumir abiertamente una parte del discurso de la extrema derecha. Lejos de tratar de desmontar estos planteamientos reaccionarios, una parte de la izquierda del régimen prefiere no solo alinearse con él, sino exagerarlo para ver si así consiguen un puñado más de votos. En un clasismo repugnante Rita Maestre considera que el principal problema de los vecinos de Villaverde no es la subida de la inflación y los tipos de interés, que no se corresponden con los salarios, o en general la carestía de la vida; sino unos supuestos narco pisos.
Pero Rita nunca ha manifestado en cambio un problema con el consumo de drogas en barrios como el de Salamanca, donde la cocaina es el pan nuestro de nuestros jóvenes " emprendedores" cada fin de semana. Evidentemente no estamos en contra de los planteamientos moralistas sobre el consumo de drogas, pero si llama la atención la doble vara de medir de Mas Madrid.
Tampoco negamos que para una parte de la clase obrera y de los barrios populares la adicción a las drogas es un problema grave. Pero sabemos ver, con un mínimo de conciencia de clase, que es el resultado de un sistema socioeconómico que nos condena, especialmente a los sectores más pobres de barrios obreros, a la más absoluta miseria.
Sin embargo para Mas Madrid parece que lo más importante no es la situación de los vecinos de barrios como Villaverde sino que comienza la campaña electoral y Rita Maestre está buscando apoyarse en eslóganes y discursos reaccionarios ¿Cuáles serán los siguientes, Rita? ¿Que la culpa es de las personas migrantes que huyen de sus países en busca de un futuro? |