Las protestas en Irán siguieron este martes y llegan a 19 días de manifestaciones en repudio por el asesinato de Mahsa Amini, una joven de 22 años que el viernes 15 de septiembre murió en el hospital después de ser detenida y golpeada en una camioneta de la policía en Teherán, la capital de Irán, por "usar mal el velo".
Las protestas se han expandido a 170 ciudades y las 31 provincias del país. Según los informes recopilados por la Organización Muyahidines del Pueblo de Irán, la represión dejó hasta el momento cientos de muertos y más de 20000 arrestos.
Las protestas del martes comenzaron con mítines y sentadas de estudiantes en varias ciudades. Los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Gilan, en la costa del mar Caspio, se manifestaron mientras sostenían pancartas que decían: “Liberen a los estudiantes encarcelados”, “La libertad es nuestro derecho”. Estas protestas tienen lugar dos días después de que las autoridades llevara a cabo una brutal represión de las manifestaciones de la Universidad Sharif de Teherán. Muchos estudiantes fueron golpeados y otros arrestados violentamente y llevados a prisión o lugares no revelados.
Ha aumentado la preocupación por la represión Universidad Sharif donde, según informaron los medios locales, la policía antidisturbios se enfrentó a cientos de estudiantes, y los agentes usaron gases lacrimógenos y pistolas con municiones de pintura y portaban pistolas de perdigones de acero "no letales". Muchos estudiantes fueron arrestados y llevados en autos policiales o ambulancias, mientras sus padres y otras personas acudían a rescatarlos.
También se extienden las protestas entre las estudiantes de escuelas secundarias. En un video publicado en las redes sociales el lunes, varias estudiantes de Karaj, una ciudad justo al oeste de la capital Teherán, obligan a un hombre que se cree que es el director de educación local a salir de su escuela al grito de "qué vergüenza".
En la ciudad sureña de Shiraz, decenas de estudiantes bloquearon el tráfico en una calle principal mientras agitaban sus pañuelos en el aire y gritaban "muerte al dictador", una referencia al líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, según informó la BBC. En Saqqez, al oeste del país en la frontera con Irak, las estudiantes marcharon por las calles y corearon “¡Sin miedo! ¡Estamos todos juntos!”.
En redes sociales se ven fotos de estudiantes también de pie en sus aulas con la cabeza descubierta. Algunos estaban levantando el dedo medio, ante los retratos del ayatolá Khamenei. Horas antes el ayatolá Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, rompió el silencio y se pronunció sobre las manifestaciones dando todo su apoyo a las fuerzas de seguridad, que han respondido a las protestas con una violenta represión.
Las protestas han generado un ambiente de cooperación sin precedentes entre los manifestantes para enfrentar la represión y han crecido las expresiones de rechazo al Gobierno. Las consignas que piden un cambio de régimen se han convertido en centrales entre las manifestaciones actuales, lo que es una muestra de lo explosivo de las últimas protestas.
El velo es obligatorio en Irán desde la Revolución Islámica liderada en 1979 por el ayatolá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas". Las mujeres están obligadas a usar ropa "islámica" modesta. En la práctica, esto significa que las mujeres deben usar un chador, una capa que cubre todo el cuerpo o un pañuelo en la cabeza y un manteau (abrigo) que cubre sus brazos.
En los últimos años, Irán ha visto varias campañas contra el hiyab obligatorio y la represión de la Policía de Moralidad contra las mujeres acusadas de no cumplir con el código de vestimenta se vuelve cada vez más intolerable. Por eso el asesinato de Mahsa Amini se está convirtiendo en una causa que puede encender la mecha de un malestar contra el régimen político que se viene acumulando.
Las protestas actuales se suman al descontento creciente por la situación económica, social y ambiental. La tasa de inflación oficial es de alrededor del 40%, y algunos estiman que supera el 50%. Casi la mitad de los 82 millones de habitantes del país están ahora por debajo del umbral de la pobreza. |