Los trabajadores de la logística en Sudáfrica fueron a la huelga el 6 de octubre. Estos trabajadores pueden proporcionar un poderoso ejemplo del papel estratégico de la clase obrera ─especialmente de los trabajadores de logística─ en la lucha contra la inflación.
La lucha tiene lugar en Transnet, un operador portuario y ferroviario de carga, y ha paralizado las exportaciones, incluyendo el carbón, el mineral de hierro, el cromo y el manganeso. Los trabajadores portuarios no sólo son esenciales para las exportaciones sudafricanas. Los puertos del país también son muy utilizados por otros países africanos, como la República Democrática del Congo (la mayor fuente de cobalto del mundo), Zambia y Zimbabue.
La huelga está coordinada por dos grandes sindicatos, el United National Transport Union (UNTU) y el South African Transport and Allied Workers Union (SATAWU). El UNTU comenzó su huelga el 6 de octubre, y el SATAWU se unió el lunes 10, junto con varios sindicatos más pequeños. Al inicio de la huelga, los manifestantes celebraron una marcha de solidaridad frente a las instalaciones de Transnet en Ciudad del Cabo. Los sindicatos iniciaron el miércoles las negociaciones con Transnet, centrando su demanda en un aumento salarial que se ajuste al aumento del costo de la vida. La huelga continuará mientras se llevan a cabo estas negociaciones.
Sudáfrica, la economía más desarrollada del continente, se vio muy afectada por los trastornos económicos de la pandemia del COVID-19 y la guerra de Ucrania. La tasa de inflación actual del país es del 7.6%. Con los costos básicos de la vida cada vez más inalcanzables, Transnet ofreció un mísero aumento salarial del 1.5%. La empresa también ha afirmado falsamente que la huelga es ilegal.
No está claro hasta dónde llegará Transnet para atacar esta huelga. Sea como sea, los trabajadores están bien posicionados para luchar por sus reivindicaciones. Las empresas mineras ya se quejan de que la huelga afecta a sus ventas. La empresa Kumba Iron Ore afirma que la huelga mermará 50,000 toneladas diarias de exportaciones durante la primera semana, y Thungela Resources ─el mayor expedidor de carbón térmico del país─ dice que dos semanas de huelga reducirán hasta 300,000 toneladas de exportación.
Como demostró la pandemia, todo el sistema económico depende de la explotación constante de los trabajadores, y de los trabajadores de la logística en particular. No es de extrañar que, como resultado de las contradicciones del sistema capitalista internacional, estemos viendo a los trabajadores de la logística de todo el mundo ejercer su poder. Hasta ahora, las huelgas de logística para luchar contra el aumento del costo de la vida han tenido lugar en gran medida en Europa, incluyendo huelgas portuarias en el Reino Unido y Alemania.
Mientras la austeridad perjudica e incluso amenaza la vida de los trabajadores del Norte Global, la crisis de la inflación es especialmente grave en el Sur Global. En su mayor parte, los trabajadores y las comunidades pobres y oprimidas del Sur Global han estado luchando contra el aumento del costo de la vida con protestas y levantamientos. Los trabajadores sudafricanos están mostrando ahora cómo su tradición de lucha de clases combativa puede ser esgrimida en los países subyugados para luchar contra las cargas económicas que las crisis capitalistas están imponiendo a los trabajadores.
La forma en que los trabajadores sudafricanos luchan contra su crisis del costo de la vida puede incluso proporcionar importantes lecciones para Estados Unidos, donde la clase obrera está empezando a recuperar su conciencia tras décadas de derrotas. Por ejemplo, en Estados Unidos se está gestando su propia huelga potencial de trenes de carga, pero hasta ahora los burócratas sindicales han trabajado con el presidente Biden para evitar una lucha de clases militante. Lo han hecho negociando un acuerdo provisional que no aborda la principal demanda de los trabajadores de tener más días libres. Incluso ahora que los trabajadores ferroviarios de base han rechazado el acuerdo, los burócratas sindicales prometen que aplazarán cualquier amenaza de huelga hasta noviembre para poder negociar con el Estado y evitar aún más la lucha de clases. En cambio, los trabajadores sudafricanos fueron a la huelga días antes de que los sindicatos se dispusieran a negociar con el Estado.
Las lecciones que pueden aportar los trabajadores sudafricanos serán esenciales para los nuevos trabajadores politizados que luchan contra la inflación en el corazón del imperialismo, como los Teamsters de UPS, que se preparan para una lucha de contratos que podría cambiar el equilibrio de fuerzas de la clase obrera estadounidense. Es importante que los líderes de las luchas obreras emergentes y los movimientos contra la austeridad sigan y amplifiquen esta huelga en Sudáfrica, tanto como muestra de solidaridad como para asegurar que aquellos que libran luchas similares estén estudiando lo que probablemente será un importante ejemplo de lucha de clases frente a la recesión global.
Este artículo se publicó originalmente en Left Voice, portal estadounidense de la red internacional La Izquierda Diario.
Traducción: La Izquierda Diario México | 
